Izuku Midoriya

20.1K 1.6K 975
                                    

Pedido por: EliizaaRiivas MaiMib Mei_2057
Advertencia: 2da parte del one-shot anterior.

🌸——OST del capitulo; arriba——🌸

Ya habían pasado un par de años desde que había ocurrido aquella cita que cambió tu vida totalmente, y no sólo la tuya, si no también del tu pequeño Hiro, el que ha sido la luz que ilumina tus días... Al igual que tu actual novio, Izuku Midoriya o el gran héroe número uno: Deku.

Estabas removiendote entre las sábanas buscando algo a tu alrededor, pero al no encontrarlo, empezaste a abrir tus ojos con pereza.

–¿Hiro?¿Izuku?

Llamaste a tus hombres de la casa, mientras te reincorporabas en la cama. Un pequeño mareo se hizo presente, pero tu no le hiciste caso.

–¡Mami!

Hiro venía con todas sus energías a darte un gran y cálido abrazo, siendo seguido por tu novio que traía una bandeja con tu desayuno.

–Buenos días, hermosa.

Miraste a aquel hombre de ojos verdes, sonriendo dulcemente.

Com el tiempo se habían dado cuenta de que no necesitaban palabras para comunicarse y que esa era la mejor manera de hablar.

–¡Ya besense!

Tú hijo se rió en modo de burla al lo que tu, para seguirle el juego, lo abrazaste y comenzaste a repartir besos por toda su cara.

–Oye Hiro, ¿Por qué no vas a arreglarte para que vayamos al parque?

–¡Si!

Él pequeño se separó de ti y corrió hacia su habitación, dejando a ambos adultos solos.

–¿Fue tu idea?

–Fue de ambos.

Te fuiste acercando hacia él, lentamente, pero de la nada, unas incontrolables ganas de vomitar se apoderaron de ti, haciendote como una bala hacia el baño y expulsar toda la cena de ayer. 

–(T/N) ¿Estas bien?¿Enfermaste de nuevo?¿Necesitas algo?

Negaste con la cabeza, algo pálida, ayudando a que Midoriya se preocupara más de lo usual.

–Hace un par de días fui al médico.

–¿Si?¿Qué tienes?

–Pues yo...

Antes de poder decir alguna cosa, el sonido del timbre retumbo por todas las paredes para luego dar paso a los pequeños pasos de Hiro.

Hola pequeño, ¿Esta tu mamá?

Tu piel palideció mas de lo que ya estaba, sintiendo que todo el lugar se movía, trataste de levantarte.

–¿(T/N)?

–Izuku, ayudame.

Te recargaste sobre tu novio mientras te tambaleabas hacía la entrada encontrándote con el dueño de tus pesadillas.

–¿Qué rayos haces aquí, Gin?

–Por favor, (T/N), tienes que perdonarme.

–Hiro, ve a tu cuarto

–Mami, ¿Quién es?

–Hiro, hazle caso a tu madre.

–Si, papá.

El pequeño hizo lo ordenado y corrió en dirección hacia su cuarto, para luego mirar directamente a aque hombre de ojos grises.

–¿Qué quieres?

–Así que por este... hombre, me cambiaste.

–¿Tienes algún problema?

El lugar quedó en absoluto silencio, mientras que el héroe número uno trataba de no matar a el que sería el donante de esperma para tu hijo.

–Si no tienes algo interesante para decir, entonces vete.

–Quiero que sepas que esa mujer que está ahí está usada por otro hombre y ese beneficio jamás lo tendrás.

Deku apretó su mano en un puño tratando de no mandarlo a volar.

–Tal vez no, pero tengo un beneficio mayor. Seré quien tome su mano en matrimonio y seré el que crié a ese hermoso hijo, sin la necesidad de tener a un bastardo aquí presente.

Estabas absolutamente sin palabras, admirando a el hombre que te traía loca te había pedido matrimonio indirectamente y eso te había hecho volar totalmente, sin saberlo, sin si quiera sospecharlo.

–No sólo a él lo criará.

Tomó la mano del Izuku y la puso en su vientre, dándole a entender que la familia se agrandaría, dejándolo con una enorme felicidad, dispersando toda aquel sentimiento de enojo.

–¿Voy a tener un hermanito?

El pequeño Hiro apareció desde atrás de la pared con una sonrisa iluminada, a lo que te pareció algo gracioso, podía llegar a ser muy curioso... como tú.

–Creo que será mejor que te vayas, a menos que quieras que te arreste por estar acosando a mi prometida. 

Tomó de tu mano, en donde pudiste sentir el anillo de compromiso.

–¡Mierda! ¡Esto no se quedará así!

–Yo creo que si.

Deku le cerró la puerta en la cara dejándolo totalmente furioso y desconcertado, pero tenía razón. Él no era tonto y tampoco vivía bajo una piedra como para no saber que el era el héroe número uno y el gran símbolo de la paz, así que sólo se marchó.

–Entonces ¿Quieres casarte conmigo?

Lo miraste a los ojos llenos de ilusión y amor, quitando toda duda.

–Si, quiero.

–¡Seremos familia!¡Tendré un hermano!

–O una hermana.

Comentaste, a lo que tu hijo le cambio totalmente la cara, causandote un ataque de risa.

Escenarios y one-shots ||BNHA x Tú||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora