Pedido por: genmitsuki Advertencia: Feliz cumpleaños a nuestra seguidora, espero que disfrutes de tu regalo de cumpleaños 💕 ( un poco atrasado)
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🌸——OST del capitulo; arriba——🌸
Mirabas a traves de la vantena de tu habitación con algo de emoción, esperando a que tu gran amigo de la infancia se presentára para poder comentarle lo que había sucedido recientemente, pero lo que viste te dejo con un mal sabor en la boca y tu mueca de felicidad se transformó en una de asco.
Kaori Soma, la chica mas odiosa de la exiatencia, estaba besando a Sero mientras tenian la ventana abierta a plena luz.
Abriste la misma para luego tomar una pequeña piedra de tu terrario y la lanzaste hacia la de él, asustando a la pareja.
Kaori abrió lo ventana con una cara de enojo absoluto.
–¿Qué crees que haces, perra?
–Jodete, Soma.
Le enceñaste el dedo medio y cerraste la cortina, no sin antes disfrutar su cara de indignada.
Terminaste de arreglarte para ir a entrenar soccer y saliste de la casa con tu bolso. . . . Estabas exhausta, secando el sudor de tu frente con una toalla que bordeaba tus hombros.
Los tonos naranjos del cielo te hacían sentir nostalgica mientras revisabas una fecha en específico.
–¡Piensa rápido!
Una botella llena de agua voló en tu dirección y tu la atrapaste con la mano derecha.
–Buenos reflejos, (T/N)
–Mala lanzada, Hanta.
Ambos se miraron con una sonrisa.
–Oye, tengo algo que decirte.
Lo conocías lo suficiente como para saber que lo que diría no sería nada bueno, incluso podrías decir que tenía que ver con lo que pasaba mañana... tu cumpleaños.
–Sueltalo.
–Kaori-chan me invitó a su cumpleaños...
–Pero su cumpleaños es...
–Mañana.
Terminó la oración, tu te quedaste mirando el suelo con algo de nostalgia y decidiste sólo fingir una de tus mejores sonrisas.
–No te preocupes, Sero. Será en otra ocasión.
–¡Pero, (T/N)! Si quieres puedes asistir conmigo.
–Lo pensaré.
. . . Era el día de tu cumpleaños, para ser más presos era la hora de la fiesta de tu rival, mientras tu comías chucherías con tu mejor amiga: Tsuyu.
–Creo que deberías ir a esa fiesta y demostrarle a esa arpía quien manda.
–Pero si Hanta la quiere a ella ¿Qué voy a hacer?
Metiste otro puñado de frituras a la boca mientras dibujabas un boceto de una pintura que ibas a hacer para el mural de la escuela.
–No me digas que la vas a dejar salirse con la suya.
–¡(T/N)!¡Llegaron tus amigos!
Te sorprendiste demaciado al escuchar eso, hasta que algo pasó por tu mente como una ráfaga.
–Oh no, eso sí que no.
Tan pronto como dijiste eso, dos chicos entraron de sopetón a tu habitación.
–No puedes permitir que esa perra este con él.
–Mira como lo hago.
Denki y Eijirō corrieron por toda la habitación tratando de atraparte, mientras que Tsuyu veía todo muy divertida mientras se alimentaba, hasta que finalmente la atraparon y corrieron al baño con ella en brazos, seguidos de la adorable chica rana. . . . –¿Qué voy a sacar haciendo esto?
Te veías despampanante con un vestido negro que se ajustaba a tu cuerpo, cabello totalmente liso y cepillado y un maquillaje leve.
–Se que si tu te apareces en esa fiesta, todo este martirio acabará.
–Llegamos.
Denki abrió la puerta como un caballero, esperando a que tu salieras del coche, encontrandote con todas las miradas sobre ti.
La música había parado y mucha gente, que ni si quiera conocías, comenzaban a murmurar.
–¡Abran paso!
La voz chillona de tu rival se abrió paso entre la gente hasta que llegó justo al frente tuyo.
–¿¡Qué mierda haces aquí!?¡Quitandome el protagonismo!
–Pierdete Soma.
–Tu primero, perra.
Y sin piedad, la chica al frente tuyo, derramó la bebida que tenía en su mano, dejándote totalmente empapada.
–Disfrútalo.
Estabas tan avergonzada, con ganas de que la mismísima tierra te tragara, hasta que las voces de la gente comenzaron a hablar.
–Que basura de persona.
–¿Deberíamos irnos?
–Es un poco odiosa.
De a poco la gente comenzó a marcharse haciendo que el pánico se apoderara de Kaori.
–Deberías aprender a que el mundo no gira en torno a ti.
Esa era la voz de tu amigo y crush que te envolvió en su cálida chaqueta.
–Menos tratar así a la persona que más amo.
El silencio se hizo presente ante tal declaración mientras que tu no sabías si eso era gracias al olor a alcohol que emanabas o de verdad lo habías escuchado.
–¿Qué? Pensé que era obvio.
–¿E-estas hablando en serio?
Asintió mientras sacaba un regalo del bolsillo de la chaqueta que te envolvía y te mostró una pequeña cajita de terciopelo con un hermoso collar.
–¿Quieres ser mi novia?
Sin respuesta lo besaste, mientras que tu enemiga comenzaba a hacer un berrinche monumental por no haberte hundido.
Para ti este era el mejor regalo, lo que habías deseado todos estos años, así que sólo podías decir una cosa...
