Escenarios y one-shots ||BNHA x Tú||

Izuku Midoriya

Advertencia:
Midoriya Izuku➡️Mikumo Akatani
AU!

🌸--OST del capitulo; arriba--🌸
Ibas con tu ánimo de siempre hacia la escuela... y con ánimo de siempre me refiero las ojeras que miden un kilómetro por estar despierta toda la noche leyendo historias en una app que encontraste por ahí.

Arreglaste un poco tu cabello semi-rizado, o mejor dicho, intentaste por que esa clase de cabellos siempre pareciera que tuviera vida propia, y reacomodaste tu mochila para que no callera de su sitio.

-(T/N)-chan~-una voz se acercó a toda velocidad en tu dirección y no pudiste hacer más que voltear a ver quien era, por que al instante este te tacleo. Sabías a la perfección quien era, por que siempre te recibía así por las mañanas, sólo que siempre lo hacía de distintas direcciones.

-Buen día Katsuki- soltaste un suspiro en modo de agotamiento mientras esperabas que tu amigo rubio se saliera de arriba tuyo, cosa que hizo rápidamente.

-Vaya, (T/N)-chan, deberías ser más rápida, no llegarás a ningún lado con esas reacciones -te levantaste mientras sacudidas tu falda negra y miraste a Katsuki que te esperaba con una sonrisa.

-Deberías dejar de hacer eso, algún día me romperse la espalda.

-No es mi culpa que seas débil- ambos empezaron a caminar en dirección a la escuela conversando trivialidades. Te llegaba a impresionar el hecho de que ese rubio podía ser tan energético y sonreír tanto, casi podía dar miedo... casi.

-¡Yamikumo~!¡Hola~!- lastima que no podías decir lo mismo por parte de Mikumo, a él si que le aterraba Katsuki, se le podía ver en la cara.

-B-buenos días, Katsuki- el pobre estaba temblando horrible, parecía un conejo. A ti te causaba ternura aquel comportamiento, además de ser muy propio de él.

-Buenos días, Mikumo-kun -lo saludaste con un poco de timidez, ya que a él lo conocías desde hace poco, gracias a Katsuki, que por cierto, era tu vecino.

El te regreso el saludo con la misma timidez que expresaste y se fue en camino a la clase, sin esperarlos.

-¿Y a este que le pasa? Ya se, lo intimidaste (T/N)-chan -estabas acostumbrada a sus palabras sin tacto, pero esta vez tu estabas siendo muy poco tolerante. Lo miraste intimidatoriamente logrando que se callara y sudára frío. Nadie quería verte enojada.

Seguiste el camino de Mikumo y caminaste al salón contiguo. Esa era otra de las razones por la que nunca habías cruzado palabras con el tímido chico azabache, aunque generalmente se le veía muy serio hasta incluso algo emo.

Tomaste asiento en los últimos puestos, por que la verdad necesitabas dormir un poco para poder tener energías para las otras clases. Te recargaste en el asiento y escondiste tu cabeza entre tus brazos tratando de pensar en alguna cosa que te dejará dormir.

Entre pensamiento y pensamiento, un chico de cabello rizado llegó al ese lugar privado. Te pusiste a pensar en lo lindo que era y si había tenido novia, tal vez le podrías preguntar a Katsuki más tarde, cuando se fueran a casa o podías tratar de hablarle para que se volvieran más cercanos. Querías conocerlo más a fondo, te había parecido muy fascinante y tu eras muy curiosa.

-¡(T/A)!- la voz del profesor resonó en tus oídos, provocando que dieras un brinco de la impresión. Varios De tus compañeros rieron dándote un leve rubor en las mejillas-. Si querías dormir te hubieras quedado en tu casa.

-Lo siento, sensei.

-Te quedarás después de clases ordenando el salón, sin peros.

"Viejo calvo" pensaste con rabia, queriendo partirle esa cabeza de billar que tiene. De seguro si tuvieras un palo, lo habrías hecho ya mismo pero las palabras de que era ilegal y que necesitabas salir de secundaria para entrar a la preparatoria que querías, resonaban una y otra vez, ayudándose a calmarte.

-Si, sensei.

.
.
.
El fin de clases había llegado y tú como habías sido "buena" niña, tenías que quedarte limpiando el salón.

-Que te diviertas, (T/N) -dijo uno de tus muchos compañeros para hacerte burla. Tu solo gruñiste por lo bajo y arreglaste tu chaleco color crema; se parecía al de Katsuki.

-(T/N)-chan~ ¿Qué haces? -No era necesario voltear para saber quién era, así que tu seguiste con lo tuyo.

-Limpiando. Estoy castigada.

-¡Vaya, (T/N)-chan, eres muy mala! Bueno, te veo después. Bye bye.

Tu seguiste ordenando sin prestarle mucha atención al rubio, el solía ser así, pero algo te llamo la atención; Mikumo había entrado a tu salón y se había sentado en los primeros puestos para luego comenzar a escribir en su característica libreta. Tenías curiosidad por saber que hacia ahí, pero entre tu curiosidad y tus ganas de volver a tu casa para ver anime, ganaba el anime, así que empezaste a hacer todo un poco más rápido y de vez en cuando usabas tu kosei, captando un poco la atención del azabache.

Al terminar limpiaste el sudor que caía por tu frente y notaste que Mikumo seguía a tu lado, así que desidiste sentarte a su lado.

-¿Qué haces?

El chico brincó en su asiento, ya que estaba tan sumido en su libreta que no se dio cuenta de cuando llegaste a su lado. Se puso algo nervioso con tal cercanía.

-T-te estaba esperando.

Trato de sonar seguro pero no le salió.

-¿Y para que?

-Bueno, Katsuki habla mucho de ti, además de que quería conocer tu kosei.

-Entonces juguemos. Tu preguntas, yo respondo y viceversa. Tu también me pareces interesante.

Un leve sonrojo se apareció entre sus mejillas. Él solía ser muy nervioso y verlo en esa faceta despertaba más curiosidad en ti.

-Bien- preparó su libreta-. En que consiste exactamente tu kosei.

-Bueno, la verdad no es la gran cosa. Consiste en telequinesis; puedo mover objetos grandes y pequeños a mi antojo, pero si me excedo del tiempo me empieza a doler la cabeza.

-¿Has llegado a desmayarte?

-Sólo cuando descubrí mi kosei- reiste levemente ante aquel recuerdo. Te tocaba preguntar y te pusiste un poco roja ante lo que ibas a pregunta y tal vez a hacer -. ¿Has dado tu primer beso?

-No.

-¿¡Cómo que no!? -te levantaste de tu asiento sorprendida, tratando de darle dramatismo al asunto, cosa que asustó al azabache.

-No me interesan esas cosas.

-Yo te puedo ayudar a resolver eso- tragaste saliva, sintiendo como este se desplazaba por tu garganta. Tus manos sudaban horriblemente y te estaba dando ansiedad.

-¿Cómo lo harás?

-Tu... sólo cierra los ojos- el chico hizo caso a tus órdenes.

Relamiste tus labios y miraste los de tu contrario, para luego unirlos rápidamente en un pequeño e inexperto beso. Fue tan fugaz, que no le diste oportunidad al chico de reaccionar, que estaba totalmente impactado y rojo.

-¡Adiós, Mikumo-kun!

Corriste fuera de tu clase en camino a tu casa. Definitivamente no olvidar las ese día y tal vez decedirias quedarte dormida en clases más seguido... claro, siempre y cuando puedas besar esos suaves labios de nuevo.

"Ese también fue mi primer beso".

Extra:

-¡Que lindos que estan!-un rubio con complejo de fangirl estaba extendiendo una foto en la cara de Mikumo, que estaba pálido por la misma -. Yamikumo, no quiero sobrinos tan pronto.

-¿¡Qué!?¡Cállate!