Escenarios y one-shots ||BNHA x Tú||

Izuku Midoriya

Pedido por: jaspersmarket

🌸——OST del capitulo; arriba——🌸

Era el cumpleaños de tu mejor amiga: Uraraka Ochaco. Ibas de la mano con tu novio, mientras el te contaba una de sus más recientes peleas con su padre.

No prestabas demasiada atención, ya que era lo mismo de siempre, y ya te estaba fastidiando un poco el hecho de siempre escuchar eso.

–¿(T/N)?

–Lo siento, ¿Que decías?

–Olvidalo. Se supone que Uraraka-san no ha llegado ¿cierto?

–Si. Salió con Momo para que pudiéramos hacer todo lo necesario en casa de los chicos.

El bicolor sólo asintió con algo de molestia, ya que hace un tiempo que ambos estaban más distantes, pero él no quería eso para ambos, te amaba demaciado como para dejar que eso les afectará.

–Bien, llegamos.

Tocaste el timbre y esperaste a que alguien de la casa abriera.

–Todoroki-kun, (T/N)-chan, que bueno que llegaron, estoy algo atareado por aquí.

El adorable peli verde los recibió con una cálida sonrisa, a lo que tu contestaste con una parecida, para luego adentrarte en la casa.

Tus mejillas se tintaron de rojo. Habías estado enamorada de Izuku desde hace mucho tiempo... pero nunca dijiste nada.

Te sentías algo mal por el hecho de que estabas de novia con Shōto, pero pensabas que si ignoraba tus sentimientos hacia el peli verde, por fin sentirías lo que tienes que sentir por el bicolor.

La casa estaba decorada con globos llenos de helio, rosa y blanco, junro con una amplia barra de comida, pero a esta le faltaba algo importante, por lo menos para ti.

–¿Y las bebidas?

Preguntaste con algo de inquietud, por que digas lo que digas, si no estaba tu bebida favorita no disfrutarias para nada de la fiesta. Eras demaciado quisquillosa y por suerte, Shōto conocía muy bien esa maña tuya.

–Yo puedo ir a comprarla.

Se ofreció él, a lo que a ti se te iluminó el rostro.

–¿Harías eso por mi?

–Claro preciosa. Eres mi novia después de todo.

El chico acarició tu cabeza, para después tomar un poco de dinero he ir a la tienda, dejándote a ti y a Izuku totalmente solos.

–Bien, ¿En qué te ayudo?

–Pues... necesito que me ayudes a colgar esto en el techo.

Viste la decoración brillante que traía Deku en sus manos y asentiste para luego intentar subir a los hombros del peli verde, cosa que falló rotundamente, haciendo que cayeras sobre él, en una posición un tanto comprometedora.

Sus respiraciones se mezclaban, sus miradas estaban fundidas en las del otro, siendo llamados a gritos.

Nunca se habían mirado con otros ojos, pero esa vez se miraron como hombre y mujer, no como las parejas de sus mejores amigos, si no como que tal vez... sólo tal vez, ellos eran lo que de verdad buscaban.

–Yo...

Suspiraste sobre sus labios a medida que se iban acercando más y más. Sus cuerpos estaban encajando, tanto así que podías sentir como latía su corazón.

No te habías dado cuenta lo trabajado que tenía su cuerpo.

–(T/N).

Las ganas del momento te estaban venciendo y estabas preparada para pecar por esos lindos ojos esmeralda, hasta que finalmente paso, ambos se asumieron en los labios del otro siendo cómplices de lo prohibido.

Sus labios eran dulces, como chocolate o vainilla, tal vez ambos. Decidiste recorrer su boca con tu lengua y al parecer no eras la única disfrutandolo.

Deku te apego más a su cuerpo, hasta dar fin al beso.

–Esto está mal.

Dijo entre jadeos, tratando de aliarse de tu como su quemaras.

–¿Entonces por que se siente tan bien?

Ambos quedaron en un silencio supcrupcial hasta que sintieron la puerta abrirse.

Tan rápido como pudieron se alejaron, quedando a una distancia prudente, sin levantar sospechas.

–Llegué con las bebidas.

Shōto los miro a ambos con inocencia, sin saber por lo que acababan de pasar minutos antes de que el llegara.

Después de eso, las miradas se cruzaron más de una vez tratando de decirse que lo que había pasado hizo mover el mundo de ambos.
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Shōto se había tenido que ir de la fiesta, gracias a un pequeño inconveniente con su familia, mientras que Uraraka se encontraba algo borracha mientras compartía con sus amigos.

La fiesta estaba algo descontrolada y la música muy alta y tu... pues tu estabas bajo los efectos del alcohol, besandote frenéticamente con el novio de la cumpleañera.

Deberías sentirte la peor amiga del mundo, pero no era nada de eso. Lo disfrutabas, demaciado, tanto así que estaban camino a la cama matrimonial que compartía con el chico de ojos esmeralda.

Ya no podías negarlo. Hacía mucho tiempo que lo amabas, que habías caído a sus pies desde el momento en el que decidió ayudarte a pasar los exámenes, pero como siempre tu cobardía te gano y nunca le dijiste que estabas enamorada de él, pensando que jamás te correspondería... pero ahora, estabas a punto de hacer el amor con el, deshaciendote de cada prenda que traías puesta, quedando totalmente desnudos unos frente al otro.

–Te amo.

Dijiste entre jadeos.

–Yo a ti.
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Los años habían pasado. Su pequeño secreto continuaba, cada vez eran más las veces que querían verse, jugándose amor eterno, queriendo terminar con sus respectivas parejas.

En cuanto a ellas, desde lo que había pasado, las cosas ya no eran lo mismo, pero siempre se mantenían juntos. No sabían por que, pero lo hacían, hasta que...

–¿Qué tu que?

Miraste a Izuku con desgarro.

Shōto le había propuesto matrimonio pero ella... dejó la respuesta inconclusa. Amaba demaciado a Deku como para dar una respuesta a ciegas.

–Izuku, si tu me dices que escapamos, yo lo haré. Si tu me dices que no me casé, yo lo haré. Sólo pidemelo, por favor.

–(T/N), yo... Uraraka... ella, está embarazada.

Sentías que tu mundo se caía, aquellas palabras te estaban destrozando y sólo esperabas a que todo fuera una mentira.

–Dime que es mentira.

–Lo siento. Aunque no se si es mío o de alguien más ¿Sabes? Ella está actuando de manera extraña.

–¿Entonces?

–Mande a que le hicieran un examen y ver quien es el padre.

No sabías que sentir exactamente. ¿Sólo tenías que esperar?

Tomaste las mejillas de Izuku y lo besarte con amor.

El chico al fin sentía lo que no había sentido en toda la semana.

Te abrazó contra su cuerpo y te llevó  hacia la cama, comenzando a repartir pequeños besos por tu rostro, sacandote entre risas y suspiros.

–Te esperaré, el tiempo que sea necesario.

–Llegaré a ti siempre, mi hermosa princesa.

–Te amo.

–Yo a ti.