Un encuentro entre hermanos

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Dos días después de lo sucedido, Bai Feng se despidió de An Yize y abandonó la mansión. Antes de partir, tampoco olvidó despedirse de Wangzi Hei, el cual estuvo con ella hasta el momento de su partida.

Mientras caminaba por los largos senderos montañosos, Bai Feng no pudo evitar recordar lo sucedido con el emperador del infierno en la mansión de An Yize. Debe decirse que aunque Bai Feng era sobresaliente en muchos aspectos, en cuanto a las relaciones íntimas con el género opuesto, ella no era diferente a un papel en blanco. Claro que su inocencia no excedía los límites, como es el caso de Wang Hua, el pavo real. Pero nunca se hubiese esperado recibir su primera declaración con ella vestida como hombre...

Pensando en eso, Bai Feng no pudo evitar suspirar en su corazón, por alguna razón se sintió un poco culpable por mentirle a Wangzi Hei sobre su género. De pronto, recordó los decididos ojos de Wangzi Hei mientras le pedía matrimonio, Bai Feng estaba segura que Wangzi Hei ya había renunciado a su 'descendencia' por un hombre.

Pero bueno... ¿Qué se puede hacer? Ella aprovecharía este año para probar la sinceridad de Wangzi Hei con respecto a sus sentimientos.

"Maestra~ ¿Por qué está sonriendo?" Sentado en el hombro de Bai Feng, Bai Yao se amasó los bigotes.

(Zheffora: ¡Pequeño gatito! ¡Cuanto tiempo sin verte!)

"¿Huh?" Bai Feng escuchó eso y sus mejillas se pintaron de rojo.

"La maestra parece estar muy feliz~" El pequeño gatito blanco sonrió, su aspecto era adorable.

Bai Feng lo escuchó y dijo en voz baja "Claro que estoy feliz"

(Zheffora: ¿Quién no? 😍)

"¿Es por el emperador del infierno?" Preguntó Bai Yao.

"..." Bai Feng no respondió, pero el leve rubor rojo en sus mejillas delató sus pensamientos.

"Así que es por él, por cierto, parece que su nivel de cultivo ha aumentado aún más"

"¿Qué dijiste?" Las cejas de Bai Feng se levantaron un poco.

El gato blanco bostezó y continuó "El nivel del emperador del infierno era considerablemente alto desde un principio, pero por alguna razón ahora es tan alto que ni yo mismo puedo verlo"

Los ojos de Bai Feng se abrieron ligeramente, ella sabía que Wangzi Hei era considerado un genio que rara vez aparecía en un milenio, pero no tenía idea de que su habilidad para cultivarse fuera tan aterradoramente alta.

Este hecho estímulo aún más la motivación de Bai Feng, aunque ahora sabía que Wangzi Hei era muy poderoso, no quería ser una carga para él. Su objetivo en este momento era volverse fuerte, tan fuerte como para poder caminar a su lado, codo a codo. Además, ahora que se ha ganado enemigos peligrosos, elevar su fuerza se convirtió en su principal prioridad.

Mientras estaba perdida en sus pensamientos, las bellas cejas de Bai Feng se arrugaron ferozmente y sus pasos se detuvieron en seco.

"¿Maestra?" Al ver la oscura expresión de Bai Feng, Bai Yao supuso que no se trataba de nada bueno.

Ahora mismo, ambos se encontraban cerca a la interminable ladera montañosa, los altos árboles de pino y la gruesa capa de vegetación, dificultaban la visión de las personas. Hace un momento Bai Feng sintió una extraña perturbación en el aire, ella no usó sus sentidos, sino solo su intuición para medir sus alrededores.

De pronto, una masiva y violenta energía espiritual se desató, moviendo los árboles y sacudiendo la tierra.

El rostro de Bai Feng palideció al instante. Bai Yao, quien se encontraba en su hombro, hacia tiempo que se había desmayado.

Bai Feng apretó los dientes para tratar de retener la sangre que subía por su garganta, con los ojos enterrados bajo una capa de escarcha rugió.

"¡¿Quién está ahí?!"

Al siguiente momento, una magnética voz, muy agradable a los oídos se escuchó.

"Jeje, hermanita, me da mucho gusto volver a verte, el hermano mayor está tan feliz..."

Una llamativa figura masculina se asomó desde detrás de un árbol.

El hombre vestía una larga túnica plateada que arrastraba por el piso, su cabello negro, largo hasta los tobillos, estaba atado en una cola de caballo y sobre su cabeza llevaba una deslumbrante corona de plata. Esa persona tenía un físico alto y esbelto, rodeado por una enigmática presencia que hacía de su personaje aún más misterioso. Pero lo que más destacada de su llamativa apariencia, sería ese par de hermosos ojos azules, escondidos bajo una aterradora máscara de mármol.

Los labios del joven se curvaron en una sonrisa perezosa, mientras mantenía su mirada en la llamativa persona vestida de rojo.

"Pequeño Feng, ¿No vas a saludar al hermano mayor? Estoy tan triste..."

Bai Feng se limpió la sangre en la comisura de su boca mientras fulminaba con la mirada al hombre de la túnica pareada. Ella aún no sabía cómo explicarlo, pero la mera presencia de este sujeto fue suficiente para hacerla temblar.

"¿Quién eres?" La voz de Bai Feng era sombría.

Acababa de enviar al inconsciente Bai Yao a los tres picos del cerezo y estaba lista para invocar a sus bestias contractuales si algo se salía de control.

El hombre de la túnica plateada pareció leer sus pensamientos, ya que sonrió y dijo "Si estás pensando en traer a tus pequeñas mascotas para interrumpir nuestra reunión, te recomiendo que lo olvides"

Bai Feng frunció el ceño ante esas palabras.

El hombre no pareció preocupado, lentamente levantó la mano y apunto hacia el anillo dorado en el dedo de Bai Feng.

"En verdad a pasado un tiempo desde la última vez que ví eso... Mmm, mi hermanita es muy afortunada, pero en este momento es inútil, como el hermano mayor quiere hablar contigo, puse un sello en tu espacio dimensional, no podrás llamarlos por el momento"

Las cejas de Bai Feng se arrugaron aún más, bajó la mirada y, efectivamente, la inmensa energía espiritual del hombre había sellado el poder del anillo dorado. Hasta este punto, Bai Feng no pudo evitar sentirse un poco preocupada, ¿Cuánto poder tendría que tener este hombre para poder sellar algo tan poderoso como los tres picos del cerezo?

"¿Quién demonios eres tú?" Bai Feng volvió a preguntar.

El hombre de la túnica plateada sonrió ampliamente mientras daba un paso adelante.

"¿Cómo que quién soy? Las palabras del pequeño Feng hieren mis sentimientos... Pequeño Feng, soy yo, tu hermano mayor, ¿No me recuerdas?"

Bai Feng vió que el hombre se acercaba y no pudo evitar retroceder un poco, pero su voz y actitud no se ablandaron en lo absoluto.

"Yo no tengo hermanos, ¡Habla! ¡¿Quién eres?!"

El hombre detuvo sus pasos, ahora se encontraba a menos de cinco metros de Bai Feng, la sonrisa en su rostro nunca había desaparecido, por el contrario, se hizo más profunda.

"Muchos me llaman Senior Jin, pero como en esta ocasión se trata de la hermanita, entonces puedes llamarme Bai Lu Jin... ¡Feng'er, soy tu hermano mayor!"

Señorita Prodigiosa: La Leyenda Del Doctor DivinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora