Veneno congelador de meridianos

4.2K 508 42
                                    

El joven tenía una apariencia extremadamente pálida, sus manos estaban tan frías como el hielo y gotas de sudor se mezclaban con la sangre que cubría su rostro. En aquella desaliñada apariencia, un par de cautivadores ojos oscuros se podían apreciar, incluso alguien como Bai Feng tuvo que admitir que los ojos de esa persona eran extremadamente hermosos, tan hermosos que era embriagador, sus ojos parecían no tener fondo, este sentimiento era similar a la sensación de observar el vasto e infinito cielo nocturno.

"¿Quien eres?"

La voz del joven era tan fría como sus manos, aunque no habló muy fuerte, ya era suficiente para estremecer la espina dorsal de alguien y convertirlo en una paleta humana.

Claro que este hecho no afectó en lo más mínimo a Bai Feng. Ella literalmente había salido de situaciones de vida o muerte dependiendo de un solo pelo de suerte ¿Cómo podía dejarse intimidar por alguien?

Tanto Bai Feng como el joven tenían la frialdad de un iceberg en sus rostros mientras se miraban mutuamente.

Si una persona normal viera esta escena ¡Seguramente se congelaría! Incluso se podía decir que el aire alrededor de estas dos personas se había transformado en copos de nieve.

"La persona que extenderá tu vida" Bai Feng no pudo evitar sorprenderse, este joven la estaba mirando como una bestia apunto de atacar a su presa, incluso en su estado actual, no retrocedió ni un solo centímetro.

"¿De qué hablas?" Un ligero brillo de sorpresa pasó por los hermosos ojos del joven pero desapareció al instante. Él tenía una sensación extraña sobre la persona de rojo parada frente a él.

"¿Eres estúpido? Estoy diciendo que voy a ayudarte" Bai Feng estaba un poco irritada en este momento, ella quería regresar a la mansión Xue lo antes posible, pero inesperadamente se encontró con este molesto sujeto.

"... ¿Eh?" El joven estaba internamente sorprendido por las palabras de Bai Feng ¿Estúpido? ¿Él? En toda su vida ni siquiera su propio padre lo había llamado así, pero hoy, este tipo vestido de rojo que parecía haber comido las agallas de un tigre ¡Se había atrevido a llamarlo estúpido en su cara! ¡Que chiste!

"En verdad tienes agallas..." El cuerpo del joven temblaba por la ira, si no estuviera bajo el efecto del veneno ¡Definitivamente ya abría matado a esta molesta persona vestida de rojo!

Bai Feng hizo oídos sordos a las palabras del joven sentado en el piso. Ella comenzó a observar atentamente los síntomas en el cuerpo del joven.

Manos tan frías como el hielo....

Palidez extrema....

Convulsiones internas....

Perdida de la vitalidad....

¡Veneno congelador de meridianos!

¡Este joven en verdad está envenenado con una sustancia tan potente!

.... Que desperdicio de un precioso veneno....

"Maestra... ¿Cual es el problema?" Bai Yao quien estaba escondido bajo la túnica de su maestra comenzó a hablar por medio de telepatía.

"... Veneno congelador de meridianos" Bai Feng volvió a repetir esas palabras. Si mal no recordaba, el veneno congelador de meridianos era un veneno proveniente del norte del país, aunque de hecho su efecto era muy potente, para alguien con las capacidades de Bai Feng en la medicina, era casi imposible que no se diera cuenta, las características de este veneno son casi indetectables si lo revisas por medio del pulso, la única manera de identificar este veneno era por medio de los síntomas físicos que mostraba el afectado.

Cuando Bai Yao escuchó a su maestra mencionar el veneno congelador de meridianos no pudo evitar sorprenderse, el también era consiente de las características de este cruel veneno. La persona que consumía el veneno congelador de meridianos solo podía sentarse a esperar su propia muerte mientras su cuerpo se convertía en una escultura de hielo.

Bai Feng guardo silencio durante un tiempo mientras observaba al joven frente a ella, en una situación normal ignoraría a una persona que no tenía nada que ver con ella.... Pero por alguna razón, algo dentro de ella le decía que no debía abandonar a este tipo.

"Tengo una manera de drenar el veneno dentro de tu cuerpo... Claro, si estás dispuesto a cooperar" Bai Feng no quería perder más tiempo en este lugar así que llegó al grano de una vez por todas.

Cuando el joven escuchó esas palabras, se sobresaltó, todos los médicos del país habían venido a tratar de curar su enfermedad, pero todos y cada uno de ellos no le dieron ninguna esperanza... Pero este joven que llevaba llamativas ropas rojas dijo que tenía una forma de ayudarlo...

El joven volvió a clavar su mirada en Bai Feng, esta vez sus ojos ya no eran tan fríos como antes.

"¿Cómo te llamas...?" Preguntó el joven.

"Simplemente dime doctor" estaba claro que Bai Feng no tenía ninguna intención de decirle su verdadero nombre, ella todavía no sabía nada acerca de este sujeto.

El joven guardó silencio un momento antes de decir "Xi Huang Chen..."

"... ¿Eh?"

"... Ese es mi nombre"

"Oh, entonces mucho gusto, debes estar preparado... El procedimiento será doloroso" dijo Bai Feng mientras sacaba el estuche de las agujas de plata que había comprado antes de ingresar al bosque Ting.

Cuando Xi Huang Chen vio las agujas de plata, estaba algo desconcertado, nunca había visto a alguien usar este método para tratar una enfermedad.

Despues de organizar todo, Bai Feng se acercó más Xi Huang Chen y comenzó a desabrocharle la túnica.

Sus acciones sobresaltaron a Xi Huang Chen, él no esperaba esto de ninguna manera, nunca nadie lo había tocado antes sin su permiso, si alguna persona se atrevía sería condenado a muerte. Levantó la mano para detener a Bai Feng pero está la cogió y la apretó sobre su cabeza.

Ambas manos de Xi Huang Chen estaban siendo inmovilizadas por Bai Feng quien estaba a cinco centímetros cerca de él.

¡Él estaba siendo forzado por otro hombre!

"¡Ya deja de luchar! ¿Crees que voy a comerte?" Rugió Bai Feng, ella no entendía las acciones de este hombre, ¿por qué se comportaba como si ella estuviera a punto de profanarlo?

"¡T-Tu! ¡No me mires!" Después de escuchar las palabras de Bai Feng, Xi Huang Chen entró en estado de pánico, si una mujer miraba su piel desnuda, podía encargarse de ella y no perder su dignidad pero... ¡Esta vez no es una mujer, si no un hombre!

Señorita Prodigiosa: La Leyenda Del Doctor DivinoNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ