El doctor divino en la secta de los doce espíritus

2.7K 318 20
                                    

Dentro de una modesta habitación, cuatro personas estaban sentadas en silencio frente a una mesa, nadie había bebido una sola taza de té y la bebida esta empezando a enfriarse. El anciano tenía el ceño fruncido mientras observaba con desaprobación a los dos jóvenes sentados a su lado. Luego, dirigió su mirada a la llamativa persona frente a él y finalmente suspiró

"Lamento mucho que mis dos discípulos le hayan causado problemas joven maestro, ¡Ustedes, disculpense ahora!"

Los dos jóvenes se sobresaltaron cuando escucharon la orden de su maestro, con un rostro avergonzado se inclinaron sobre una rodilla y dijeron al mismo tiempo, "¡Ofrecemos disculpas joven maestro, por favor perdónenos!"

Bai Feng agitó la mano y los ayudó a ponerse de pie, "No tienen que disculparse, sólo pasaba por ahí y los ví por casualidad, no me causaron ningún problema, más bien creó que el que está causando problemas soy yo, lamento que tengan que mantener a un extraño en su hogar"

El maestro negó con la cabeza y sonrió, "No es ningún problema, tener al doctor divino con nosotros es un gran honor, sientase bienvenido a nuestra secta de los doce espíritus"

Bai Feng sonrió ante las palabras del anciano maestro de secta, este hombre era el maestro de los dos jóvenes que encontró en el desierto, los cuales la invitaron a quedarse en su secta como agradecimiento por haberlos ayudado. Al principio Bai Feng se sorprendió un poco cuando escuchó el nombre de la secta de los dice espíritus, pero luego pensó en los acontecimientos que ocurrieron en el último año y creyó que tenía sentido, hoy en día los cultivadores eran la línea de defensa y ataque más sobresalientes de todo el país, así que encontrar a alguien perteneciente a alguna de estas sectas no era muy sorprendente.

El lugar en el que ahora se encontraba era la reconocida secta de los doce espíritus, una de las sectas más famosas en todo el país de Bai Xi. Este lugar solía ser la cuna de los cultivadores más poderosos de todo el imperio, de sus puertas salían genios inigualables y feroces domadores de bestias, su popularidad incluso llegó a expandirse por el resto de los países.

Según lo que Bai Feng escuchó de Qu Xun (uno de los discípulos) las cosas en la secta estaban bastante bien, hasta que la catástrofe llamó a sus puertas. Con la llegada de los Ni Kuilei, la gran mayoría de los maestro principales y los discípulos más sobresalientes fueron enviados a la ofensiva contra el ejército de los muñecos de barro, dejando atrás sólo a su maestro y a algunos niños que apenas estaban empezando con su entrenamiento.

Además, los suministros dentro de la barrera de protección eran cada vez más escasos, hasta el punto en el que empezaron a pasar hambre. Aunque la mayoría de los cultivadores no necesitaban alimentos, los niños de su secta sí, fue por esto que tanto Qu Xun como Chu Xi decidieron salir a escondidas fuera de la barrera para buscar alimentos.

Pensando en esto, Bai Feng levantó la cabeza y observó la apariencia de los dos discípulos que había salvado.

Aunque Qu Xun era alto y tenía una buena figura, Bai Feng notó que su rostro carecía de color y sus mejillas estaban algo ahuecadas por la falta de nutrición. Chu Xi tampoco estaba en mejor estado, su lindo rostro estaba flaco, su apariencia era algo escuálida y parecía tan frágil como un pequeño trozo de papel.

Bai Feng frunció el ceño y observó al maestro de secta, el hombre era un cultivador que se encontraba en la cúspide de la etapa de General de Plata así que no necesitaba comer.

Pero...

Los agudos ojos de Bai Feng se estrecharon un poco, el cuerpo del maestro lucía sano a simple vista, pero para alguien como el doctor divino, algo dentro del maestro no estaba bien.

Señorita Prodigiosa: La Leyenda Del Doctor DivinoWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu