El castigo de Yan y la reunión de la familia imperial

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"Esto.... maestra, ¿Cómo hizo para desaparecer?" Preguntó Yan, el quilin de fuego.

Bai Feng quien se encontraba no muy lejos de él, lo miró con cierta diversión, su hermoso par de ojos azules brillaban con una luz maliciosa.

"Ahhh, sobre eso... ¡No te lo diré!"

Cuando Yan escuchó esas palabras, por poco tropieza. Giró su cabeza y observó con los ojos llorosos a su insensible, pequeña y gruñona maestra.

¿Cómo que no puede decirle?

Después del golpe que le dió, ni siquiera le da una explicación....

Bai Feng notó la lamentable mirada del quilin de fuego, una pequeña sonrisa malvada se formó en sus labios color cereza. Inicialmente no quería decirle nada, pero luego se sintió un poco culpable, ya que golpear a un hombre en ESE lugar... 'Tos tos tos'... bueno, ya entienden...

"... Solo usé un píldora" Dijo con indiferencia Bai Feng.

"¿Píldora?" Yan parpadeó los ojos mientras observaba confundido a su pequeña y gruñona maestra.

"Si... solo es algo que hice"

"Una píldora que puede ocultar tu presencia... ¡Eso es increíble!... Maestra, ¿Puedo pedirle algo?"

"¿Qué quieres?"

"¿Puede obsequiarme unas cuantas de sus píldoras...?"

"¿Eh? ¿Para qué?"

"Ja ja ja.... Maestra... bueno, usted sabe que un hombre tiene necesidades... y si uso una de esas pastillas, mis hermosas gatitas no se darán cuenta de mi presencia cuando entre en sus habitantes"

"...."

... Este quilin pervertido...

Justo cuando Bai Feng estaba por hacerle justicia todas las mujeres y darle un buen golpe a este hombre de cabello rojo, desde la distancia se escucharon unos horribles y fuertes rugidos que sacudieron la tierra.

*Rugido*

*Rugido*

Tanto Yan como Bai Feng fijaron su mirada en el cielo y al ver a las dos enormes figuras que descendían de entre las nubes, distintas expresiones adornaron sus rostros.

Bai Feng no pudo evitar soltar un suspiro de alivio, sus dos pequeños individuos ya habían llegado.

Por otro lado, la expresión en la cara de Yan no era muy buena, casi se podría decir que se puso... ¿Pálido?

La primera en dar un paso adelante fue Bai Feng, pero quién diría que tanto el gran dragón dorado como el majestuoso pavo real la pasarían de largo como sino la hubiesen visto. Bai Feng giró la cabeza sorprendida, pero al ver la escena que se formó delante de ella no pudo evitar quedar completamente estupefacta.

El dragón dorado Mu Jin Yue abrió su enorme boca formando una bola de fuego dorado, luego la lanzó sin el más mínimo rastro de piedad hacía en pobre y petrificado Yan.

Pero ya que Yan era un 'valiente' e 'inteligente' quilin, hizo lo que cualquier persona con una conciencia culpable haría.... Y eso era... ¡Correr!

Yan esquivaba ágilmente las continuas bolas de fuego que convertían en ceniza todo lo que tocaban. Pero justo cuando estaba pensando en una posibilidad de salvar su pequeña vida, un torbellino de nieve lo mandó a volar por los aires...

El pavo real Wang Hua, era conocido por ser una bestia divina con el atributo hielo. Su poder era tan grande como para causar una helada masiva en muchas partes del país...

Señorita Prodigiosa: La Leyenda Del Doctor DivinoWhere stories live. Discover now