PUNTOS SUSPENSIVOS

Quiero

Quiero reconocer tu sonrisa en algún punto de mi vida, cuando las nubes dejen de ensombrecer las tardes y el viento cálido salga a caminar contigo. Y entenderás que quiero conocerte de muchas maneras, con o sin primeras impresiones, tal vez con una voz cautivadora así esté ciega o en el peor de los casos con un prototipo que se me acomode. Entonces, quiero conocerte con rabia porque así podré saber cuánta cordura estás dispuesto a soportar, pero quiero conocerte también con dolor y que me conozcas cuando pueda calmarlo.
Quiero, si me lo permites, conocer el lado más rígido que tengas porque seguro sabré como aplacarlo y quiero conocerte en las mañanas cuando pueda verte abrir los ojos e imaginar como viste la luz por vez primera, así, puedo deducir como verías la vida todos los días. Quiero encontrarte en los libros y en las emisoras de radio cuando con títulos o canciones entre líneas este tu nombre.
Quiero conocer tu más oronda raíz, esa con la que naciste para decirte a ti mismo, y a mí, quién eres. Conocer algunos de tus secretos, de los otros se encargará la vida que se hace cada día más intrigante, pero que esos secretos se vuelvan armas para sorprender la conciencia que permanece en ayuno. Quiero que conozcas mis preguntas para conocer tus respuestas y lo que puedas enseñarme sin que tengas que hacerlo.
Quiero conocer tu primera impresión de mí, pero no por ti sino por tus ojos y lo que puedas decir únicamente con ellos. Porque quiero conocer que puede entregar una persona a otra en tantos y tan pocos aspectos que luego de mucho puedan volverse uno solo para completar un camino. Quiero conocerte sin tener que hacerlo, solo queriéndolo. Quiero conocerte cuando estés listo para conocerme y aun así quieras seguir haciéndolo.
Quiero conocerte irredento y con opiniones propias, quiero conocerte en discusiones y conversaciones a mitad de la noche en las que antes de dormir y al calor de la chimenea podamos revertir pensamientos o asegurarlos. Quiero tanto y entre tanto, quiero conocerte, pero por sobre todo, quiero que me conozcas porque aunque no lo sepas aún, yo ya lo he venido haciendo.