Fuerza

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Alguna vez le pregunte a algún caminante, en alguna calle de algún lugar cuán importante es la fuerza. De hecho, alguna vez me lo pregunte también; el sin nombre me respondió con otra pregunta, cosa inaceptable cuando se quieren respuestas precisas, aquí no estuvo mal, aquí hubo una pregunta que abrió muchas, muchas respuestas.
Atribuirle a la fuerza las bondades de las metas no es más que un cliché bien usado, para mí entonces, hay diferentes tipos de fuerza.
Empezaré diciendo que, como algo tan natural, la mejor fuerza que ha de existir en el mundo podría ser esa que da vida tras la recopilación del amor y del tiempo.
La indudable fuerza de las palabras, las letras, los labios en papel, esa fuerza que es emoción transportada en cartas llenas de trazos asegurados en tinta.
La fuerza de la piel, esa que se mimetiza con las estrellas cuando la noche fría busca un segundo abrigo.
La fuerza del viento cuando reclama su espacio y destruye la invacion de la tierra que, fértil, llora sus suelos.
La calma y su infinita fuerza de callar cuando es necesario y gritar en silencio, de dejar que las aguas turbias embravezcan otros ríos.
En las cicatrices, esas marcas irreversibles, la fuerza de la lucha y el dolor que paso, que ya fue pero no se olvida. Tal vez, esa fuerza que ayuda a superar con llanto y a acariciar con franqueza.
La fuerza de la locura enredada con las mentiras que, cansadas del rechazo de la verdad, se aprovechan de la ignorancia hasta convencer de la inopia a la realidad.
El calor que ofrece el fuego como una fuerza infinita de protección, una venganza de la madre tierra cuando decide explorar y abrir nuevos caminos.
La fuerza de la belleza, la que nace en el corazón y se refleja en cada color de ojos, en cada lágrima de sinceridad y felicidad.
Algo como la evidencia de la libertad desde cada ángulo del corazón, y la fuerza de separarla del libertinaje desde cualquier ángulo de la mente.
Esa fuerza de ser único e imperfecto, que no necesita comparación con concursos de belleza pero se apropia de la coroza de las virtudes.
Y así, podrán existir y nacer muchos más tipos de fuerza, podrán haber muchos que no mencione aquí, que estén en cada uno, pero esa fuerza universal de ver las cosas con colores diferentes y hacer de la vida un reto constante puede ser la fuente de esas lágrimas de felicidad y satisfacción de las que se nutre la tierra.  

PUNTOS SUSPENSIVOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora