PUNTOS SUSPENSIVOS

No existen los regalos

¿Por qué miras tanto y no vas? ¿Por qué no te atreves a decirle las verdades que has querido escuchar desde hace tanto? Ella cree que ha sido lo suficientemente valiente para escuchar tus porquerías y aceptar tu sensacional diferencia. Ha mirado ya varias opciones para concretar su hazaña, pero la única pieza que falta eres tú, complétale la vida, dale paz.

Ella ha de proponerte un trato, tiene dos cosas que le importan mucho y te quiere regalar una. En la primera encontrarás resignación, resignación hacia ti, en la otra posiblemente todo lo contrario, algo llamado perfección. Resignación o perfección. ¿Escogiste?, ella no escuchó, repítelo por favor. Sigue sin escucharlo, está bien, no quiere hacerlo. Escogiste la primera opción; ya, ya escuchó. Su primer regalo era su mente, se las ha quitado porque apostó todo a ofrecerte lo mejor con su corazón, ese era el segundo.

Continúa queriendo ser esa persona que nunca vas a poder ser, porque aunque al final mueras, la gasolina que te llevo a la tumba fue ese anhelo. Comprende que la vida no te va a regalar nada, que los momentos de felicidad siempre van a ser eso, solo momentos, que las tristezas van a ser atacadas por el alzheimer de los sentimientos y que lo deseen sentir nunca va a poder ser.