Capítulo 25

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Anthony miraba a su florecita. ¡Estaba hermosa! Su cabello estaba súper aplacado y con unas trenzas espectaculares pero la muy ladina... ¡Estaba con Malu! Así que esta era la verdad de su salida, aunque era evidente que también fueron a la peluquería.

Se veía muy apenada y avergonzada. Maricel se veía igual. ¡Por el amor de dios! ¡Lo habían engañado en sus narices!

–Ven acá Florencia.

Ella obedecía siempre, venía con cara de que iba para el matadero. Sí, sabía muy bien su pecado. ¡La iba a castigar por esto!

–No te enojes con ella, solo estaba preocupada por mí, ya sabes que me quiere. ¡"Como amigo" Celoso!

–Tú mejor ni hables, ya arreglare cuentas contigo luego –y encima la quería defender.

–No sabía nada Anthony, le dije por el camino. No te mintió –Maricel se veía avergonzada.

–Quieren callarse todos. ¡Estoy por hablar con mi mujer!

¡Todos la defendían!

Se paró enfrente de él y miró hacia arriba.

–¿Ya estas más tranquila? ¿Está bien? ¿Te quitaste ese peso de tu corazón? –Anthony acariciaba su rostro.

–No, estaba muy borracho, perdió mucho peso y está muy triste. No me gusta verlo así. Pero se alegró un poco y me llevó a su peluquero y luego me trajo a su restaurante favorito. Parece que se animó un poco. ¿Per... pero si sigue tomando así? ¿Y luego le pasa algo...? No quiero, es mi amigo –se escondió en su pecho y lloró.

Anthony miró a Maluma, se veía triste. Simplemente suspiró, su mujer siempre lo querría, ya se lo había dicho. Ni siquiera lo disimulaba. El problema era ella y eso era evidente. Malu se veía muy mortificado con él. Se había alejado de ella, era Flor el problema, nunca lo dejaría si sabía que estaba mal. Era cierto que se lo veía más flaco y un poco pálido. Como había cambiado su vida, ahora tendría que lidiar con sus enamorados también. ¡Maldita su suerte!

–Ya te prometí que no tomaría más. Te lo prometí y lo voy a cumplir, no te pongas así florecita. Ya verás que me voy a recuperar y seguiré ganador con las mujeres.

Lo miró pero no sonrió. –Es mentira, solo me lo dices para que no este triste. Per... pero si no tomas más con eso me conformo. La tristeza solo se cura con el tiempo. ¿Sabes cuantas noches llore por Anthony? Nunca me recupere pero tenía a Maricel y Adrián, tú no tienes a nadie. ¡Me preocupas mucho!

Por el amor de dios, encima era tan honesta. Lo iba a matar seguro.

Malu se puso más pálido. Suspiró otra vez. –Está bien, te prometo que no tomaré más, comeré todos los días y trataré de no estar tan triste. Ya terminan mis vacaciones y empezaran mis giras, ya no tendré tiempo ni para dormir, así que también estaré entretenido. ¿Estás conforme con eso?

Lo miró no creyéndole mucho. –Está bien, voy a confiar en ti –pero se notaba que estaba triste.

–Solo das problemas Maluma. Vamos a comer todos, tengo hambre. Ya luego hablaré con ustedes en casa –dijo mirando a Maricel y los chicos.

Ambos se pusieron muy firmes.

–Lo siento señor pero usted fue muy específico que solo debemos contarle si lo engaña, en todo lo demás debemos obedecerle. No puede decirnos nada sobre esto.

¡Y lo decían muy enserio! ¡Estos ya se pasaban!

Nadie notó que también estaban Lenny y Max que no entendían nada de lo que estaba pasando. Habían decidido ir a almorzar porque tuvieron que venir a la ciudad. Fue Lenny que vió de refilón el cabello de Flor y le dijo que creía haber visto a su mujer.

El sueño de una RomeistaWhere stories live. Discover now