Capítulo 19

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Cuando llegaron a su casa se notaba que Flor estaba súper nerviosa. El no entendía porque tantos nervios, a menos que... no sería imposible. ¿Sabría lo de su hermana y Sofía? ¿Pero cómo?

-Todo estará bien mi florecita -le dió un pequeño beso en su hermosos labios.

Siempre reaccionaba muy bien a él, a su tacto y esta vez no fue diferente, se ruborizó y lo miró enamorada, agarrando fuerte su mano.

-Nunca me dejes, con eso ya soy feliz.

Por supuesto la casa de Anthony era enorme. ¿Y cómo demonios iba a subir todas esas escaleras? Dios los ricos y sus casas grandes. Que desperdicio de dinero. Se quedaba con el penthouse mil veces. Pero... bueno se veía muy bonita con toda esa nieve, en realidad lo que no le atraía nada eran las escaleras... ¡Como buena gorda que era!

La ayudó a bajar, había muchísima nieve ya que estuvo nevando desde que salieron. El cerró su campera. Por supuesto ella casi se mata, ya que solo dio un paso y patino. Anthony la atrapó y la atrajo contra él.

-Muy bonita la nieve pero creo que no es para mí. ¿Cómo hacen para no resbalarse todo?

-Practica mi cielo.

-Esto es una putada Anthony. ¿Cómo subiré esas escaleras? Quiero decir... es hermosa tu casa... -se avergonzó mucho.

Sabía que preferiría su penthouse.

-Vamos, te ayudaré.

Era tan graciosa cómo pisaba cómo temiendo caerse. Si la nieve no era para ella en absoluto.

-¡Guauuu! Cuñado sí que te pasaste con esta casa. ¡Quiero ver tu castillo! ¡Dios el sueño de toda romeista, debes dejarme sacar fotos y mandarles a todas las chicas! ¡Se mueren!

-¡Maricel! -dijeron Anthony y Adrián.

-Son unos aguafiestas. ¡Juro por dios que filtraré alguna imagen tuya desnudo!

-¡Anthony esto es enorme! -Adrián se veía preocupado estaba en modo guardia de seguridad a full.

-No te preocupes, hay detección de movimiento alrededor de todo el perímetro. Nadie entrara en mi casa sin que yo lo sepa.

Adrián se acercó a florecita, de un solo movimiento la levantó y subió de a dos escalones.

-Si así son y siempre me dejan sola. Por lo menos nos tenemos cuñado, hay que hacerse a la idea que esos dos son peor que hermanos -le pasó la mano y él se la agarró.

Subieron despacio la escalera, mirando a sus respectivas parejas jugar.

Se veía que Flor disfrutaba del avance rápido de su gigante, iba riéndose de él y animándole. Cuando llego a la mitad, Adrián hizo cómo que se caía, Anthony iba a correr, cuando Maricel lo detuvo.

-La embroma, mi gigante nunca se cae, podría subir con ambas subidas a él sin problemas. Ya lo probamos varias veces cuando no queríamos caminar. Mi hombre es el más fuerte de todos -Maricel lo miraba enamorada. Era la primera vez que veía a Maricel así.

Adrián hizo una pirueta y se recuperó fácilmente, haciendo a Flor gritar. Se reía de ella. Flor estaba escondida en su pecho preparada para recibir el golpe.

Levantó su cabeza y estaba furiosa con Adrián. Le golpeó en la cabeza y él hizo cómo que la soltaba haciéndola gritar de nuevo.

Siguieron subiendo hasta llegar a la puerta de entrada.

-¡Eres malo Adrián! -Flor estaba asustada.

-Eso tienes por creer que soy tan inútil como para caerme o dejarte caer.

El sueño de una RomeistaWhere stories live. Discover now