¿QUIERES CASARTE CONMIGO?

CAPITULO 70

KATHERINE

Elliot me regaña por preocuparme por mis hermanos, la boda estuvo de ensueño, veo muy feliz a mi hermano, también a Ana sobre todo que se va a dar una oportunidad con Christian, se que los dos se aman pero la distancia es un obstáculo para los dos, cuando Elliot me contó el proyecto de Christian para reconquistar a Ana, no tuve objeción, sé que Ana ama a Christian, pero no es lo mismo convivir unos días hace meses que convivir casi todo un día completo.

El tema principal es si hay relación íntima entre ellos, no recuerdo haber hablado de ese tema con mi hermana si quería llegar virgen al matrimonio, porque Elliot y yo no tenemos secretos, no es que me cuente con lujo detalle lo que piensa hacer con Christian, ese tema es delicado porque solo pertenece a las personas que disfrutaran de ese hermoso acto.

Recuerdo cuando Ethan nos platicó cuando llevó por primera vez a Mía, obvio que no nos contó paso por paso, Ana no entendía algunas cosas, solo nos decía que mientras nos viera felices eso no importaba, pero de momento nos miraba con su gran sonrisa, se disculpaba y subía a lavarse la boca, acto seguido la seguíamos para jugar con la pasta de dientes, pero abiertamente no se habló del tema que haría ella. Me siento tonta como hermana mayor, por no saber ese aspecto de mi hermana, sin embargo a estas horas sé que está con el hombre que ama y ante todo la respeta.

Tengo algunos eventos estas semanas, mi guapísimo esposo va por mi en cuanto me desocupo, lo veo de lejos tras bambalinas, no le agrada salir en entrevistas, respeto mucho su decisión a menos que sea un evento de alfombra roja o de beneficio, mi suegra es muy dada hacer eventos para niños de la calle con algunos problemas de adicciones, me agrada mucho porque nuestros padres siempre nos inculcaron que de lo que logremos obtener en la vida, hay que repartir a los más necesitados, siempre donábamos nuestra ropa que ya no nos quedaba,  si todavía existiera esa ropa que mi abuela, mi madre y yo confeccionamos, no dudaría que en este momento valdría mucho, probablemente ya no quede nada de esa ropa, la han de ver usado bastante gente y ha de estar descolorida o desgastada.

Tras tanto ajetreo estas semanas, me encuentro muy a gusto en el sofá de mi casa, estamos viendo una serie de televisión mi guapo esposo y yo, pero al meterme un puñado de palomitas a la boca, me dieron muchas náuseas, me salgo de su cálido brazo y brinco el sillón hasta llegar al WC, vomito toda mi comida china que comimos y las pocas palomitas que había consumido, Elliot me toma el cabello y me da aire en la nuca, me recuesto en la tasa de baño y me siento fatal, lo miro de reojo y está muy preocupado, por lo que me pregunta si ya me siento mejor, le digo que sí y me pasa un vaso con agua, lo cual se lo agradezco, bebo y enjuago mi boca, el siguiente trago me lo paso y me sabe a gloria, le paso el vaso y lo deja sobre el lavabo, me quiero levantar y me siento mareada, por lo cual me lleva hasta la recamara en sus brazos.

De inmediato llama a mi suegra, no sé cuánto tiempo estuve dormida porque me siento muy bien, cuando despierto está Grace en el sillón de reposo y Elliot acostado a mi lado. Le digo hola a Grace y pregunta de inmediato como me siento, le indico que muy bien, me hace algunas preguntas y al parecer recargué el estómago, pero de momento sonríe y me pregunta cuándo fue mi última regla, hago memoria y recuerdo que no fui a mi última cita para la aplicación de la inyección de control.

Grace ¿será posible lo que estamos pensando?