CAPÌTULO 60

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  ANASTASIA

Me siento más que complacida en la boda de mi hermana, Christian no se me despega, eso me descontrola porque no siente nada por mí, sin embargo siento que está muy feliz a mi lado, me cuenta lo que hizo Leila, por eso tanta seguridad, me preocupa porque lo amenazó y no puedo estar a su lado para hacerlo sentir tranquilidad. Me pidió olvidar a Leila y divertirnos como meses atrás, no lo dude y eso fue lo que hice, le di mi número telefónico de la editorial, le comenté que salgo con mis amigos y amigas de la editorial, me preguntó si no me gustaría regresar a Seattle después de un tiempo, le dije que estaba muy a gusto en la editorial.

No me dice si le gusto, pero su mirada es muy especial o lo veo así porque estoy enamorada de él, recuerdo una novela donde la pareja se conoce en una fiesta y se hacen novios, amantes y viven felices toda la vida, sé que no pasará como la historia, sin embargo estoy disfrutando de su compañía. Nuevamente la decepción el domingo después de la boda, no supe nada de él, Mía me llevó a la estación de autobuses y tenía la esperanza de que se uniera a mi cuñada para despedirse de mí, ilusa como siempre.

El lunes a primera hora, estaba llegando a mi oficina, sonó el teléfono y mi corazón latió como si lo estuvieran bombeando de adentro hacia afuera, era Christian dándome los buenos días, me preguntó si podía seguir llamándome diario y yo no dudé en decirle que sí, no lo veo pero oigo su voz varonil, quedamos en que el me llamaría por las mañanas y yo por las tardes, me sentía soñada, toda una semana estuvimos así, de lunes a lunes escuché su voz, para el siguiente martes ya no me llamó, me sentí muy mal y le marqué, probablemente tenga una reunión y no pudo llamarme, en su celular me mandaba a buzón y en el banco me dijeron que no estaba, por lo que pensé que había salido de viaje.

Ya no llamé y mi estado anímico es fatal, ha pasado un mes y no he sabido nada de él, aunque he llamado a mis hermanos me da pena preguntar por él, sé que no ve a Leila por lo que me contó, pero igual tiene una novia o pareja, trataré de olvidarlo, esto me va hacer mucho daño, además que no es sano, aun así triste voy con mis amigos y amigas al cine, a bailar y de vez en cuando no salgo de casa, solo escucho canciones románticas y me pongo a llorar a un amor imposible.

Mi ritmo de trabajo es mucho mayor, no quiero pensar en él, ya las novelas no las veo donde Christian y yo somos los protagonistas, sino Christian y otra mujer bella, esbelta, rica, con algunos atributos que yo no tengo, está muy claro que mi roto corazón llegó al límite, buscaré el amor aquí en Montesano, pero antes tengo que librarme del fantasma de Christian Grey.

Han pasado dos meses desde la boda de mi hermana, pronto tendré que ir a la boda de mi hermano Ethan, será duro volver a verlo, por lo que en una semana más estaré de nuevo en Seattle, le pedí a mi hermana que me hiciera un vestido color rojo, últimamente ese color es mi favorito y no sé porque, se pasa la semana muy rápido, he llevado mi pequeña maleta a la oficina, ya que me iré después de mis labores, son las cinco de la tarde y dejo todo acomodado, paso a la oficina de mi jefe para dejar todos los escritos y proyectos de libros, no dejo nada pendiente, él me dice que me tome una semana de vacaciones, por lo que no regresaré dentro de una semana.

Al salir de la editorial veo un hermoso auto VMW negro, ¿por qué todo me recuerda a Christian? antes de acercarme a la acera, se abre la puerta del conductor del auto, me quedo estática, no lo puedo creer, es Christian, se acerca hasta mí y me dice que vino por mí para llevarme a Seattle.

¿QUIERES CASARTE CONMIGO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora