CAPITULO 12

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ANASTASIA

De nuevo en Seattle, estoy tan feliz por el regalo de navidad que nos dio Kate, mi hermana pagará la deuda de las hipotecas de las casas, mi hermano tiene una plaza en el hospital y con mi sueldo, ayudaremos a Kate a los gastos de la casa, se me hace justo, ella ahorrará parte de su sueldo y en un año pagará el total de la deuda.

Le regalé a mi hermano un suéter blanco, creo que le hacía mucha falta, la bata con el nombre bordado que le dio Kate, es lo más hermoso que he visto, a Kate le regalé un conjunto de ropa interior muy hermoso, sé que es nuestra diseñadora de ropa, pero me alaga complacerlos con esos pequeños detalles en ropa interior.

Con mi bicicleta voy a donde quiera, la cuido como si fuera cualquier auto, llama mucho la atención, mi hermano entra a la casa con esa gran sonrisa que lo identifica con nosotras, normalmente es muy serio, pero con sus pacientes es muy cortes, educado y su sonrisa vuelve loca a cualquier mujer que esté frente de él, ninguno de mis hermanos y yo, pensamos en tener pareja por el momento, todo lo que hacemos es con amor, con empeño y entusiasmo. Sobre todo los fines de semana que convivimos juntos, es lo más hermoso que siento.

Hoy en la mañana he tomado atención a las mantas gigantes que ponen sobre la avenida principal, cambiaran la ruta por cambio de pavimentación en la avenida, no me perjudica mucho, tomaré la bici ruta, solo me ayudará a llegar más temprano a la guardería de perros. En las mañanas voy repartiendo volantes, conforme voy en el tráfico entrego el volante a los choferes de los autos, si traen su ventanilla abajo los saludo con buenos días. Por volantear me dan una comisión, se ve reflejado en cuanto llegan más perritos a la guardería.

Mi trabajo es recibir a los perros conforme van llegando, la guardería abre de ocho de la mañana a ocho de la noche, recibo a los perros y reviso con un aparato que no traigan pulgas, si llegase a traer alguna, no se les recibe, conforme ingresa lo paso directo con el veterinario, de ahí guardo todos los gafetes, pues más tarde vendrán por ellos, la chica del turno vespertino Elizabeth se encarga de entregarlos a sus dueños. La guardería, tiene cupo para cien perros, solo contamos con treinta y cinco. Diversas razas, algunos son de raza cara, otros son cruza con callejeros, pero eso no importa para cuidarlos, aquí se les trata por igual.

Si la idea de mi hermana es mudarnos a Montesano, estaría bien en trabajar con ella en la Boutique, viajaríamos por un tiempo en lo que Ethan, toma tiempo en su plaza y pueda pedir su cambio, no se oye tan mal. He cotizado cuanto rentaríamos la casa de Seattle y la verdad es un precio muy alto, más que la de Montesano, me imagino que está bien ubicada, centros comerciales, transporte, universidades, colegios, etc. Ethan dio su punto de vista en venderla, yo no estuve de acuerdo, el viviría ahí mientras puede hacer su cambio, puede rentarle las demás recamaras a sus compañeros del hospital.

Además, mis padres hicieron un esfuerzo por tenerlas y ellos adoraban sus casas, Kate estuvo de acuerdo en comprar una casa o un terreno, construir otra casa para que cada quien tenga lo suyo, para cuando formemos nuestra familia. Me agrada la idea, sé que no está en nuestros planes casarnos todavía, pero así cada quien tendría una casa, el inconveniente es que a los tres nos gusta la de Montesano. 

¿QUIERES CASARTE CONMIGO?Where stories live. Discover now