CAPÍTULO 19

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MÍA

Mi padre me informa que no hay problema recibir al joven José Rodríguez, el señor Jack Hyde es amigo de mi padre, normalmente llego a comer a casa de mis padres, pero salí a caminar un poco, eso de estar sentada todo el día cansa, tenía hambre y se me hizo fácil meterme a comer a un local limpio, se veía y olía muy rico, era comida corrida como dicen, me dieron sopa de letras, arroz con un huevo, un bistec asado con ensalada de verduras y regresé a la sucursal, pasadas dos horas que comí me sentí mal, me dolía mi estómago y me tomé un Alka Zelzer, de momento me quitó el malestar, pero seguí con diarrea, por lo cual me fui con mi madre al hospital.

La chica del mostrador que ya me conoce me pasó de urgencia con el médico general, por lo que me atendieron muy rápido, me pidieron que me quitara la ropa y me pusiera una bata, no tuve opción ya que es requisito indispensable, me entregaron una bolsa de plástico para meter mi ropa, tenía pena porque ensucie mis pantaletas de excremento. Una enfermera las envolvió en papel y observé que los tiró al bote de basura, mi falda también se ensució pero la enfermera le quito lo sucio y la puso a secar en una silla.

De inmediato me colocaron el suero para hidratarme, no estaba grave pero me tenía que quedar hospitalizada, como traía diarrea y vómito, incluyeron en la solución un medicamento para la diarrea y el malestar. Durante mi estancia en el hospital, estaba oyendo todas las emergencias que llegaban, a pesar de ser la hija de la dueña del hospital, no tuve privilegios a excepción de atenderme de inmediato. Vi mucha gente accidentada, la causa fue por ir viendo el celular en el auto, jóvenes golpeados por riñas juveniles, niños que entraban intoxicados, bebitos con mucha fiebre, mi trabajo no se compara con todo esto.

Traté de dormirme un momento, me encontraba en la camilla recostada, me sentía rara sin ropa interior, el suero se mantenía colocado en un tripié, si quería ir al baño tenía que llamarle a la enfermera, en el consultorio de lado estaban los médicos pediatras, realmente no podía olvidar esa voz, probablemente lo esté confundiendo, oía como explicaba lo que se le tenía que hacer al niño o bebe que atendía, o indicaba a las enfermeras suministrar medicamentos o curar heridas. Mi corazón latió desenfrenado cuando una enfermera o doctora, no lo sé, le decía Dr. Steele hemos terminado el día de hoy satisfactoriamente, gracias por su apoyo.

No sabía que hacer ¿seguirá igual de guapo? Además lo pensé bien, no me gustaría que me viera como estoy, demacrada y sintiendo dolor de cabeza, dolor de estómago ¿estará de visita en este hospital? Cuando he venido con mi madre para ir a comer, jamás lo vi, ¿o acaba de ingresar? No sé qué pensar, oír su linda voz no hará que me recupere de este dolor que traigo en el estómago. ¿Por qué en estas condiciones tenía que saber de mi único amor? No es justo, quisiera levantarme pero me muevo y me llega el dolor en el estómago. Si por lo menos mi madre estuviera aquí.

Gracias dios por enfermarme, estoy diciendo idioteces pero no me importa, si no me hubiera enfermado no hubiera escuchado voz varonil, siento celos saber que está rodeado de enfermeras y doctoras guapas, en cuanto entre la enfermera le preguntaré por él, ¿pero que le pregunto? Estoy hecha bolas en mi cabeza, oírlo y no verlo ¿Diosito dime que trabaja aquí por favor? Prometo venir a ver a mi mamá más seguido. 

¿QUIERES CASARTE CONMIGO?Where stories live. Discover now