¿QUIERES CASARTE CONMIGO?

CAPÍTULO 30

ANASTASIA

Me siento emocionada saber que mis hermanos tengan con quien convivir, siempre estamos absortos los tres en trabajar, la casa y los paseos, era hora que salieran de su rutina, mentiría si dijera que yo también deseo un gran amigo como el de Kate, o la simpatía de una amiga como la conocida de Ethan, si ellos echan raíces en Seattle, estoy pensando irme a vivir a Montesano, trabajar en una institución Pública o Privada con más ingresos, he estado viendo posibles trabajos en Montesano, Bibliotecas Públicas, Editoriales, Museos, Guía de turista, hasta profesora de Filosofía y letras.

Estos días han hablado Kate y Ethan, los han invitado para convivir con los padres de Elliot y Mía Grey, del mismo modo los invitan a viajar en un barco el domingo, pero Ethan le dice a Kate que quiere llevar a Mía a Montesano, me han invitado a ambos sitios, sin embargo no me siento a gusto, mis hermanos no me presionan, nos pusimos de acuerdo en que ellos se van a comer a la casa de los Grey, después Ethan, su amiga Mìa y Kate vendrán a la casa para irnos a Montesano, aunque no pueden ir a navegar el domingo, asunto arreglado.

Es viernes y cada día hay más mascotas para recibir, el dueño de la guardería nos llama a reunión, nos informa que contratará a tres entrenadores más, para que cada uno maneje 25 mascotas cada uno, me agradece delante del personal mi apoyo en repartir los volantes, por lo que la próxima semana será la última en repartir los volantes. Asimismo, contratará a dos chicas más para recepción, una en la mañana para que me ayude a recibir las mascotas y otra para apoyar a mi compañera del vespertino, pero lo más agradable es que a todos nos dará un aumento en el sueldo, para precisar el doble de lo que hoy ganamos todos, el tener muchas mascotas, es más trabajo y más ganancias, los clientes están satisfechos con el trabajo de todos en general, ya que lo ven reflejados en sus mascotas.

No omitió que debido a la carga de trabajo, recibiremos dos periodos de vacaciones en lugar de uno, de dos semanas cada uno, no podría darnos más por la cantidad de trabajo. En lo particular estoy satisfecha de mi trabajo y volantear, voy extrañar a los conductores enojones, ruidosos y los que tiran los volantes, ya me había hecho el hábito de levantarme más temprano, ya no veré al guapo enojón del VMW que no quiere mi basura en su auto, tampoco veré a todos esos automovilistas que me dan sus tarjetas de presentación, que me ofrecen un trabajo para no andar en las calles, si supieran que eso de los volantes solo es para dar a conocer la guardería.

Realmente no lo había hecho, antes lo hacía un chico, el sí aprovecho la oportunidad de irse a trabajar cerca del centro de Seattle. Yo podría hacer lo mismo, pero valoro mi trabajo y el empeño que he dado en hacer dos funciones, volantear y ser recepcionista de las mascotas, junto con todo lo administrativo que conlleva, hacer sus credenciales, su seguimiento de entrenamiento, sus alimentos especiales a parte de sus croquetas, sus medicamentos, toda una base de datos digna de todos los que trabajamos en esta guardería.

Al llegar a casa me encuentro con un mensaje de Kate en el teléfono de casa, Elliot la llevará a cenar, como y me baño, me cambio de ropa para ir al velódromo, cada día tengo más velocidad, quisiera no extrañar a mis padres, pero todo lo que soy se los debo a ellos, regreso más relajada y preparo la cena para Ethan y para mí, se me antoja un pan francés con un rico batido de chocolate.