36.

200 19 6
                                    

- Sabes que debo irme, no me lo hagas difícil, además ya hemos estado juntos varios días, es sábado y tú te vas mañana de aquí ¿Qué diferencia hay?  - Dije casi suplicando, lo mismo que hacia Valentino para que no me vaya a casa aún.

- Por favor, no me dejes con esta mujer, esta matándome poco a poco - Rogaba una y otra vez mientras ella no aparecía.

- Asume las consecuencias de no hacer lo que te dice Uccio, tú lo ignoraste y ahora debes convivir con ella - Solo reí pero a él no le hizo gracia, al contrario, entrecerró sus ojos.

- No necesito que me lo recuerdes siempre, ah - Al fin sonrió mirándome.
- Prométeme entonces que irás a verme a Tavullia, y sino es así, al menos a la carrera - Su cara me impedía decir que no, pero no creía que podría volver a irme luego de estas vacaciones.

- ¿Podría ser en la carrera? Se darán cuenta mis padres, además quieren enviarme a Florencia para que me acostumbré a convivir sola para el año que viene cuando deba estudiar, y no sé cuándo será eso - Hice una mueca, pero la cara de Valentino parecía estar pensando en algo más de lo que le había dicho.

- Podría ir a verte yo alguna vez entonces, no creo que nos podamos ver la semana luego de la carrera de Brno, porque después tengo la carrera de Austria pero ya veremos cuando - Había estado en cuando vernos sin prestar atención a cuando le dije que no sabía cuándo iba a mudarme sola, gran detalle. Lleve mí mano a mí cara.

- ¿Has oído la parte donde dije que no sabía cuándo me mudaria? - Le dije casi riendo.

- Ssh, ya estoy organizandome para hacerme un momento libre y verte donde sea - Respondió sonriente.

- Ya debe estar Fran por salir e irnos, ¿Algo más que debas decirme? - Alcé una ceja sonriendo divertida.

- Solo que me prometas que irás a verme pase lo que pase - Bromeó, pero lo decía realmente.

- Lo haré, sabes que cumplo mis promesas - Lo señalé tocando su pecho sonriendo.

- Ahí viene Fran - Dijo Valentino mirando a mis espaldas - Te amo demasiado princesa, ten un buen viaje y recuerda de ir a verme - Se despidió con un abrazo mientras susurró la última frase.

Hubiese querido uno de sus bellos besos, pero un abrazo era demasiado de todas formas y más si llevaba ese delicioso perfume varonil que lo caracteriza.

- Tengan un buen viaje - Vale volvió a decir una vez que él y yo nos pusimos de pie y Fran se acercó a nosotros para despedirse de Valentino.

Amabas le agradecimos y finalmente nos dirigimos con Francesca y nuestras maletas para subirnos al auto que nos llevaría nuevamente al aeropuerto.

_______

- ¿_____ tienes mí teléfono tú? - Fran se colocó los guantes de cocina dispuesta a abrir el horno para sacar las galletas que estábamos haciendo en mi casa.

- Creo que no - Revise cerca de la barra y la mesada de ella cocina, pero allí no estaba - Seguro está en mi habitación y no lo bajaste, iré por él - Salí de la cocina para buscar su teléfono.

Subí las escaleras y me metí en mi cuarto buscando con la mirada el dichoso teléfono, efectivamente estaba ahí, sobre mí cama. Lo tomé y regresé para volver las escaleras nuevamente, pero cuando me faltaban tres escalones más, un grito de Fran provocó que me apresure y terminé en el suelo de un golpe.

- ¡Mierda! - Fue lo primero que alcancé a decir y al parecer Fran me oyó porque vino corriendo al verme tirada.

- ¿Qué demonios hiciste? - Rápidamente me ayudó a reincorporarme pero me dolía demasiado el tobillo con el que caí.

El Eclipse. «valentino rossi y tú»Where stories live. Discover now