El Eclipse. «valentino rossi y tú»

24.

- Entonces, ¿me estás diciendo que él se metió en tu casa y que se quedó a dormir contigo durante la noche? -
Fran me miraba ansiosa mientras íbamos trotando por las calles del centro de la ciudad.
Acostumbrabamos a hacerlo cuando no teníamos que hacer y no queríamos ir a donde vamos siempre.

- Si, se ha quedado y casi nos pilla Gian está mañana - Fran rió al oírme.

- ¿Y no ha pasado nada más que de lo normal de siempre? - Se volteo a mirarme sin detener el trote.

- Intentó hacerlo - Miré al suelo por unos segundos y luego alcé la vista con una sonrisa pero sin mirarla a ella.

- No jodas, ¿qué paso para que lo "intente" y no lo hagan de una vez? - Me miró expectante.

- Lo detuve yo - Ella bufó. - Punto número uno, estábamos en mi casa y punto número dos, aún es muy pronto, Fran - Hablé.

- ¿Cuánto tiempo más necesitas para saber que él te ama? ¡Se ha quedado en tu cuarto a escondidas, ha venido desde su ciudad para verte y agradece porque no se haya enfadado cuando lo dejaste con las ganas - Dijo con un tono obvio.

- Lo se, lo sé, pero creo que es algo pronto. Tendremos el tiempo para hacer lo que queramos, pero creo que no quiero adelantar las cosas - Ella asintió.

- El problema es que tienes que recordar que no eres la única en su vida, hay una rata que los persigue, más bien, lo persigue a él - Ambas reímos.

- Valentino solo quiere deshacerse de ella lo antes posible. Hoy me ha contado que no la aguantó los tres días que estuvo luego de que fuimos nosotras aquella vez que nos quedamos en su casa - Sonreí al recordar su cara cuando me lo dijo.

- Ya estamos cerca de su hotel - Asentí al oírla a Fran y doblamos en la esquina de la cuadra donde estaba el gran hotel.

Era de color turquesa y blanco. Me gustaba, tenía un aspecto moderno y también tenía muchos ventanales.

- Yo hablaré en recepción para pedir que nos dejen pasar - Le hablé a Fran cuando llegamos a la puerta y nos detuvimos para entrar caminando al hotel.

- Buenos días señoritas ¿Qué desean? -
Un bonito chico estaba en la recepción recibiéndonos.

- Queremos pasar a la habitación 12 del piso 5. Venimos de visita - El chico asintió y apretó unos números en el teléfono mientras nos pedía los nombres.

Llevó el teléfono a su oído y le preguntó a Uccio o Valentino supongo si nos esperaban de visita. Luego colgó.

- Pasen, el ascensor está frente a ustedes y la escalera por si acaso en la puerta de al lado - Sonrió amable y nosotras le sonreímos de igual forma.

Fuimos hacia el ascensor y presionamos el piso número cinco.

- Vamos vamos, apurate maldita sea - Corría buscando el número de habitantes con Fran detrás mío, pero al doblar la esquina del pasillo de habitaciones me choque con alguien que al parecer también venía apresurado.

Abrí mis ojos tocándome la cabeza donde me había golpeado y me levanté como pude ya que Fran se puso a hablar con alguien.

- Lo siento, yo no venía prestan... ¡Nicolò! - Dije rápidamente. Era Nicolò Bulega. Y Luca que seguía hablando con Fran.

Ayude a Nico a levantarse y nos saludamos como correspondía.

- Hola, _____. ¿Cómo estás tú? - Me saludo Luca con una sonrisa.