13.

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Algo se oyó romper.
Me senté en la cama y todo lo demás fue silencio.
Me levanté alarmada por el ruido que había oído, se me dificultaba encontrar la puerta entre la oscuridad de una habitación ajena a la mía.

Una vez que recordé que estaba en la casa de Valentino y recordé mí habitación temporal, me calme y pude salir del cuarto.

Valentino reía mirando a Francesca debido a su cara.
Al parecer se le había caído una taza a Fran, y aunque no se había llegado a cortar ni hacer ningún daño más que la taza rota en el suelo, su cara era de pánico de lo que vaya a decirle Valentino, pero él no hacia más que reir por su expresión, mientras que dejaba los platos de tazas y cucharas que le habian tocado traer a él hasta la mesa.

- Muévete idiota, ve a buscar algo para limpiar lo que rompiste - Dije obvia desde la puerta, Valentino rió más y Fran salió de su estado de shock para irse a la cocina y buscar una escoba para barrer la taza rota.

Yo caminé hacia la mesa y me encontré con Valentino. Dejé un beso en su mejilla.

- Buenos días, Vale - Recordé nuevamente el beso que él me había dado en la comisura de los labios anoche. Joder, mis mejillas me traicionaron.

- Buenos días, tomatito - Ya se había dado cuenta, soltó una pequeña risa. Yo solo le di un golpe suave en la cabeza y me fui hacia la cocina para buscar una taza sana, ya que solo habian quedado dos tazas de las tres que debía traer Fran.

Luego de dejar la taza en mi lugar, la ayude a Fran a juntar los vidrios y los tiré en el cesto de la cocina.

Cuando regrese a la mesa, me armé unas tostadas con Nutella y las acompañe con mí querido café.

- Vendrán ahora al MotoRanch o prefieren ir más tarde - Nos dio a elegir Vale.

- Yo iré ahora, ¿tú igual, no? - Dijo Fran referiendose a mí con una sonrisa.

- Si, a- ahora - La mirada de Valentino estaba clavada en mi desde que nos preguntó, además estaba sonriendo como si todavía se riera de mí sonrojo.

- ¿Y-y a ti q-que te p-pasa? - Se burló Fran.

- Mejor preocúpate en no romper nada más - Ella entrecerró sus ojos y Valentino de atragantó por reírse, tras la tos que soltaba le di algunas palmadas en su espalda, sin poder evitar reír nosotras también, pero de él.

- Gracias, gracias - Dijo limpiándose la boca sonriendo.

- Tu hermano estará hoy, ¿cierto? - Dijo Fran mirando a Vale.

- Si, él estará, de hecho, quizá venga está noche a cenar - Francesca abrió sus ojos como plato. Valentino me miró luego - A ti te vigilaré, para ver a quién miras - Lo miré divertida, ¿lo que había dicho era por celos? Pero se percató de nuestras miradas y volvió a hablar - Digo, para saber qué piloto es el que te gusta, claro.

- ¿Aún no le has dicho? Qué mala amiga eres con él - Me regaño en broma Fran.

- Deberías escucharla - Dijo Vale defendiendola. No sé qué prueba más necesitaba para saber qué era él el único que me volvía loca, solo faltaba que se lo diga en palabras porque a través de todos estos días se tendría que haber dado cuenta. Más que nada por cómo me puse ayer luego del beso.

- Iré a prepararme, deberían hacer lo mismo, así nos vamos - Dijo él, levantándose de la mesa.

Nosotras solo asentimos y yo seguí sus pasos hasta desviarme a mí habitación.

El Eclipse. «valentino rossi y tú»Where stories live. Discover now