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Ya no sabía qué hacer para esperar a que mí padre y Gian me pasen a buscar para irnos.
Había hablado una hora aproximadamente con Francesca de nuestras cosas, había jugado en mí movil, había ordenado mi maquillaje en el baño que había quedado hecho un desorden después de que me arregle un poco para esta noche.

Ahora me encontraba mirando por la terraza, tomando algunas fotos para luego subirlas a mis 'Instagram Stories'.
Cuando gatillo con la cámara de mí movil, escucho que tocan dos veces en mí puerta, casi se me cayó el celular por la terraza, demonios.

Guarde mí teléfono en mí bolsillo delantero del jean, me fijé de no olvidar nada, y me dirigí a la puerta para salir al fin de mí habitación.

Me encontré con mí padre sonriendo y Gian detrás mirando su teléfono.

- ¿Lista? - Asentí con mí cabeza cerrando mí puerta.

Al llegar hacia el ascensor, aprovechamos que estaba abierto y subimos. Gian presionó el botón de Planta Baja, dónde era la salida principal del hotel.

Tardamos unos minutos, ya que estábamos en el séptimo piso del edificio, y al parar en nuestro piso, bajamos caminando directamente hacia la salida.

Mí padre extendió su mano en el borde de la vereda para llamar la atención de un taxi disponible.

La mayoría iban ocupados, quizá porque era un sábado a las 9 y 30 de la noche y la mayoría de las personas tenían planes de salir.
Al tomar uno que estaba disponible entre tantos ocupados, subimos quedando ellos dos de los lados de las puertas traseras y yo en else asiento trasero del medio.
Mí padre le dio una ubicación al conductor que me entró por un oído y salió por el otro, ya que no reconocía en lo absoluto esta ciudad.
Si la había oído nombrar por mí padre, obviamente, pero jamás habíamos venido, y eso que vivíamos en el mismo país de esta ciudad.

En fin, de todos modos me gustaba, tenía un estilo que me encantaba, de noche aparentaba una ciudad súper alegre y fiestera por así decir, la mayoría de los bares encendían sus luces de colores, las luces resplandecientes de los edificios, las grandes calles principales con su movimiento continuo de vehículos.
De mañana era una ciudad tranquila, para salir y respirar aire puro, relajarse y disfrutar; simplemente transmitía una paz increíble.
En la tarde hay un ambiente de ciudad revolucionada, dónde claramente se siente continuamente el movimiento de coches y sus bocinas, el murmuró de las personas si vas caminado, era como si la gente de aquí de activará en esta parte del día.

Mirando por la ventanilla de Gian, y hablando de vez en cuando con mí padre y mí hermano acerca de temas al azar, se me hizo corta la espera.

Estaba algo nerviosa, bajamos en una calle sin tanto tránsito, ya que supongo que no era el centro de la ciudad.
Seguí los pasos de mí padre dtras de él, junto a Gian caminando a mí par.
Nos hizo entrar en un estilo de restaurante, pero no había nadie de los mecánicos en las mesas ocupadas, hasta que papá nos indico que subiera los las escaleras.
¿Una cena de equipo privada? Pensé.

Y si, efectivamente, estaban todos alliz en una mesa larga donde solo estaban ellos, solo había algunos mecánicos y otros que ni idea de quiénes eran, de todas formas los saludé cordialmente con un beso en la mejilla.
Me senté en uno de los lados que estaban en la otra punta desocupada, con Gian a mí lado.

Ni Uccio, ni Luca y menos Valentino, habían llegado, estaba comenzando a creer que Uccio me había jugado una broma.

- ¿Has visto a Luca hoy cuando fuiste a los boxes? - Me preguntó Gian a mí lado, ignorando al igual que yo las conversaciones de los mecánicos y papá.

El Eclipse. «valentino rossi y tú»Where stories live. Discover now