23.

230 19 2
                                    

Sus caricias paseaban por toda mí cara. Me causaban un cosquilleo que provocó que me despierte y pueda verlo haciendo una mueca como si lamentará de que haya despertado, su mueca era graciosa a decir verdad.

- ¿Qué hora es? - Mí voz se oía algo ronca pero era entendible, acababa de despertarme.

- No lo sé, espera - Dijo suavemente y miro en su reloj de muñeca - Las cinco y media de la mañana - Me miro sonriendo y yo abrí mis ojos sorprendida.

- ¿Pero como demonios te despiertas a las 5 y media de la mañana y no tienes sueño? - Hablé cerrando mis ojos nuevamente.

- Es que prefería observarte dormir, no te veo hace mucho princesa - Volvió a acariciarme, no me negué.

- ¿Me despiertas en una hora y media? - Él asintió mirandome con una sonrisa y yo sonreí tratando de dormir de nuevo, me encanta dormirme así con él. Pero necesitaba seguir durmiendo, no podría sobrevivir luego a lo que quedara del día.

______

Un rayo de sol dió en mi cara, seguro que se colaba entre las puertas del balcón abiertas aún. Sin abrir mis ojos para no encandilarme con la luz, ya que estaba recién despierta, decidí extender mí brazo para abrazar a Valentino pero no lo encontré a mí lado, toqué con mí mano un poco más lejos, pero no estaba tampoco. Abrí mis ojos y no había nadie, tuve la esperanza de que se haya metido en el baño, ya que la puerta del mismo estaba cerrada.
No quería que se fuese sin que me avise, quizá ya no podría verlo de nuevo hasta la próxima carrera.

Pero no, efectivamente estaba en el baño. Lo vi salir y regresar hacia mí lado en la cama.

- Aún es temprano, son las seis - Me advirtió.

- Ya se, pero no quiero dormir más - Dejé un corto beso en mis labios.

Él me volvió a besar luego, pero fue más largo. Comenzó como un beso lento y suave, a medida que fuimos dándole intensidad, el me apegó hacia su cuerpo y bajo sus manos de mí cintura hacia mis muslos.

Se despegó de mis labios y fue recorriendo todo mí cuello con besos pequeños pero húmedos.
Con una de sus manos, se adentró en mi abdomen por debajo de la remera del pijama, me causaban un cosquilleo las caricias con las yemas de sus largos dedos. Fue subiendo poco a poco, hasta llegar a mí sostén mientras volvia a besarme, podía notar que su respiración estaba agitada al igual que la mia.
Realmente no estaba segura aún de querer hacerlo con él, prefería esperar un poco más, además mis hermanos tienen su habitación al lado de la mía y sería incómodo que lleguen a oír algo.

- V-Vale... - Solté en un pequeño jadeo al sentir que masajeaba uno de mis pechos por encima de mí sostén.
- Espera, espera, espera - Me separé rápidamente de él antes de que me arrepienta de detener está situación.

- ¿Qué sucede? ¿Hice algo mal? - Su ceño estaba fruncido, no comprendía nada.

- No... solo que ahora no, además estamos en mi casa... - Él asintió serio y luego sonrió divertido y luego volvió a hablar.

- Podría jurar que eres virgen - Dijo obvio con una sonrisa burlona en sus labios. Yo quería estallar en risas.

- No, no lo soy. Estás equivocado - Le respondí. No era virgen, ya lo había hecho con mí único novio formal, Giovanni, con él cual tuve una relación de 6 meses y medio entre el ante-año pasado y el año pasado.

- ¿Estás segura? - Él entrecerró sus ojos, yo asentí. Él soltó una pequeña risa y volvió a abrazarme por la cintura, yo apoye mí oído en su pecho, que por cierto estaba desnudo y no sabía en que momento se había quitado la remera.
Podía oír sus latidos a la perfección, y también sentía subir y bajar su pecho.

Yo estaba totalmente abrazada a él, como una niña asustada que está abrazada a su madre o padre, mis dos brazos lo rodeaban.
En un momento miré hacia abajo y divisé una mancha oscura cerca de su ombligo.

Lo destapé un poco para ver qué era y se trataba de un tatuaje, era la famosa tortuga con el 46.

- Nunca había notado que tenías un tatuaje - Dije sonriendo mientras volvia a mí posición tapándolo de nuevo a Vale.

- Si, es el único que tengo - Me respondió sonriente.

- Luego necesito que me digas el nombre del hotel dónde te estás quedando - Alcé mí rostro hacia la altura de sus labios y el depósito un beso en mis labios.

- Lo haré, nos quedamos hoy y mañana, el domingo ya debo regresar a Tavullia, estaremos practicando - Asentí y deposité un beso en su mejilla.

- Me gustó esta sorpresa de último momento, podrías hacerlas más seguido - Bromeé riendo suavemente.

- Tú también podrías hacerme alguna sorpresa a mí, pequeñaja - Sonrió divertido.

- Pero yo no puedo ser adivina, ¿Qué pasa si llega a estar Francesca y me ve? Se te puede complicar todo a ti - Sonreí al ver su mueca de asco a la misma vez que rodeaba sus ojos.

- Ya no la soporto, cuando te fuiste tú de mí casa, ella vendría a quedarse en casa desde el lunes al miércoles, fue la peor cosa que pude haberle permitido hacer, venir a casa - Suspiró pesadamente.

Yo solo volví a reír en un tono bajo, él sonreía al verme.

- A ti solo se te debe ocurrir andar con alguien así, realmente que a ti solo - Él rió esta vez luego de oírme.

- Las niñas de Uccio quieren verte - Cambio de tema y me miró. Una gran sonrisa se formó en mí rostro al oir aquello.

- ¿Enserio? Qué tiernas son - Él asintió y luego comenzó a estirarse en la cama.

- Creo que debo irme antes de que alguien noté que estuve aquí - Me dijo, yo asentí.

- Si, ¿Qué hora es? Mis padres se van a trabajar juntos a las 7 - Él me indico que eran las 7 y 10.

Le hice una seña para que espere y yo salí de la cama para abrir la puerta y salir.

Mis padres no estaban en su habitación ya que la puerta estaba cerrada y se notaba que las luces estaban apagadas.

Fui hacia la cocina y tampoco estaban allí. Mucho menos en el salón, solo me faltaba ver si el auto estaba, miré por la ventana disimuladamente y se estaban yendo, estaban doblando la esquina.

Rápidamente subí de nuevo sin hacer ruido y al entrar a la habitación, Valentino ya estaba listo. Le hice una señal para que me siga y ambos bajamos sin hacer mucho ruido.
Pero al bajar la escalera sentimos una puerta abrirse.

- Rápido, ve debajo de la escalera - Le dije y él salió disparado detrás del espacio que había debajo de la escalera de mármol.

Gian bajo las escaleras y me miró extrañado.

- ¿Qué haces despierta ahora? - Piensa, piensa, ¿qué invento para responderle?

- Tuve una pesadilla ¿y tú? - Él sonrió y me respondió con un "lo mismo", luego fue hacia la cocina, yo me quedé un rato dando vueltas, esperando que se vuelva a ir a dormir.

Dicho y hecho, apareció desde la cocina y luego subió las escaleras hasta volver a su cuarto y cerrar la puerta. Espere unos minutos a ver si no regresaba y luego fui donde estaba Valentino para decirle que venga.

Lo lleve hacia la puerta trasera por donde entró anoche a casa, por las dudas de que alguien me vea con él despidiendonos en la puerta de entrada.

- Te espero, ni bien sepa el nombre del hotel te lo envió por mensaje - Asentí al oírlo y beso mis labios por última vez. Luego se fue y yo cerré la puerta.

Me volteé y salí disparada hacia mí habitación, iba a intentar dormirme nuevamente, si es que logra ser posible.

»»»»

¡Qué capítulo! Casi que se prende todo entre ellos 💥 y también casi que los descubre Gian 😂

Comenten y voten si les ha gustado.

Un besito a todas 😘💛

El Eclipse. «valentino rossi y tú»Where stories live. Discover now