El Eclipse. «valentino rossi y tú»

05.

Francesca estaba diez minutos atrasada.
Estábamos a miércoles y aún no había podido verla, solo habíamos estado hablando de ver cuándo acordar para vernos al fin y poder contarle todo.
Ella iba a venir a dormir a mí casa, pero se estaba demorando.
Justo a tiempo, el timbre sonó.

Corrí hacia la puerta sonriendo y la recibí con un gran abrazo.
Ambas nos habíamos extrañado demasiado, y se notaba a kilometros de aquí.

Entramos a casa, ya estaba de noche.
Fui a la cocina y tome la pizza que había encargado al delivery y ambas subimos a mí habitación.

Al entrar, nos encerramos en mi habitación y nos sentamos en el piso a hablar.

- Quiero que me cuentes todo, detalle a detalle - Me miro pícara mientras comía de su porción.

Tomé una porción y comencé a comer.

- Claro, ¿con qué quieres que empiece? Hay demasiadas cosas qué contar, creo. - Reí animadamente junto a Fran.

- A ver, yo que voy a saber si ni siquiera estuve contigo el fin de semana - Hizo un puchero y yo le sonreí.

- Bueno, bueno - Dije rápidamente - Hum.. la mayoría de las cosas comenzaron a suceder con él cuando tuve la cena con ellos, ¿recuerdas? - Ella asintió - Bueno, cuando hablábamos el estaba muy atento a todo lo que decía y a todo me respondía como si hubiésemos sido amigos desde hace meses, ¿me explico? Cada vez que hablaba, me miraba y algunas veces lo agarre mirándome cuando hablaba Uccio.
Esa noche también le dí mí número a Uccio -

- ¿Y te ha enviado un mensaje luego? -
Algo estaba pensando, lo veía en su expresión.

- Si... ¿Por qué preguntas? - La miré confusa.

- ¿Como sabes que fue Uccio quien te hablo? - Alzó una de sus cejas sonriendo - ¿Cómo es su foto de perfil? -

- Es una foto con Valentino, Uccio y Valentino juntos - Ella sonrió ampliamente y luego tomé mí movil para enseñarsela.

- En mi humilde opinión, puede que ese sea Valentino y no tu querido amigo Uccio, piénsalo - Dijo recostandose en su cama y tapándose con las mantas.

- ¿Ya te irás a dormir, floja? -  Reí levemente.

- Yo estuve madrugando desde estos tres días, ¿Sabes el sueño que manejo? - Se volteo al lado contrario de mí cama, dándome la espalda.

Yo la imité y me adentre en mis mantas, para luego poder apagar mí velador y dormir tranquilamente.

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Narra Valentino:

Media hora esperando a Uccio y ni rastros de él. Habíamos quedado de ir juntos hacia la Academia, ¿Qué espera este hombre?

Seguía sin aparecer, tomé mí móvil y lo llamé.

- Uccio, dónde demon... ¿hablas enserio?... Estoy al rayo del sol afuera muriendo de calor... No, no es gracioso, apurate -

Genial, se había dormido el desgraciado y ya estaba en camino a casa.

Dicho y hecho, apareció con su auto, frenandolo frente a mí casa para que pueda subir.

Al entrar te di con el puño en su hombro, sin abusar de fuerza obviamente.

- Lo siento, sabes, yo también tengo una vida ocupada con aciertos y errores - Reía desde su lugar tras haber dicho eso.