Fix Me {Leo Valdez}

23. Piper es la estratega más chiflada del mundo

<Leo.>

-¿Y bien? –pregunté convocando llamas de mis manos.

-Tranquilo, hijo de Hefesto –la diosa entrecerró los ojos- Un solo movimiento en falso y los convertiré a ti y a tus dos amigas en bebés –me advirtió.

-No lo harías –intervino Hazel, avanzando un paso- Lo hubieses hecho antes, nos necesitas para algo.

Hebe gruñó y sonreí para mis adentros, Hazel había dado en el blanco.

-¿Qué es? –preguntó Piper, con Alice aun en brazos.

-Necesito que humillen a Ganimedes y a Hércules –dijo apretando los puños.

-Espera, espera, espera –dije levantando las manos- ¿Cuál es el rencor?

Rió burlona.

-Es obvio que no conocen mi leyenda, ¿no?

Piper chasqueó la lengua.

-Lo tengo. Eras la criada del Olimpo, servías el néctar y la ambrosía, preparabas el baño, ayudabas a Hera a enganchar su carro y vestías a tu hermano, Ares. Pero un día tropezaste y derramaste el néctar, por lo que Zeus te reemplazó con Ganimedes, y cuando Hércules se convirtió en dios, te forzaron a casarte con él.

Vaya, ni yo lo hubiese dicho mejor.

-¡Ganimedes no hacía ni la mitad de bien mi trabajo! ¡El Olimpo dependía de mí! ¡Y ellos sólo me trataban como… como una sirvienta! –escupió la palabra, como si de ácido se tratara- ¡Y Hércules era un abusivo!

-De acuerdo… -Hazel meditó- ¿Qué quiere que hagamos? Específicamente, por favor.

-Búsquenlos, atrápenlos y tráiganlos ante mí –luego me miró- Tu padre es Hefesto, podrías convencerlo para televisar esto en Hefesto TV.

-¿Vas a convertirlos en bebés?

-No –se echó a reír- Todos aman a los bebés, y ellos son el símbolo de la juventud, además de la belleza, claro –sonrió como una desquiciada- Los convertiré en ancianos, la forma más asquerosa y degradante que existe.

¿Cómo ella pudo parecerme hermosa? ¡Está loca!

-Te castigarán por eso –advirtió Piper.

-No lo creo, tengo al hijo de Júpiter convertido en bebé, por lo que Zeus no me hará nada, también podría convertir a la hija de Plutón en una, así no me castigarán en el Inframundo –miró a Hazel y esta se estremeció- Soy intocable.

-¡Pero no podemos ir! –jadeé- Perderemos mucho tiempo con nuestra misión.

-Oh, bueno, entonces supongo que sus amigos serán bebés para siempre –se encogió de hombros- Yo puedo humillarlos de todas formas, sólo los necesito para hacerlo más rápido.

Entre los tres intercambiamos miradas, me esforzaba por no mirar a los ojos a la bebé que Piper traía en brazos, me dolía demasiado verla así. Pero la devolveríamos a la normalidad, a ella, a Frank y a Jason.

-Muy bien –apreté los dientes- Iremos.

Nos quedamos en silencio unos minutos, de pronto Piper le pasó la bebé a Hazel, y ella se acercó hacía Hebe.

-Cuidado –susurré.

-¿Sabes? Yo creo que deberías venir con nosotros -le dijo.

-¿Cómo? –la diosa de sorprendió- Explícate ahora, o te convertiré en bebé.

-Tú tienes el trabajo fácil, eso no te traerá gloria. Nosotros capturaremos no a uno, sino a dos dioses. ¿Y tú qué harás? ¡Chasquearás los dedos! La gloria nos la llevaremos nosotros, y eso es algo que no nos interesa, pero a ti sí –le explicó.