4. Descubro las mentiras de mi madre

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<Alice.>

¿Qué haces cuando descubres que toda tu vida fue una mentira? ¿Qué le ve de bueno la gente a hacer mentiras? Y peor aún, cuando tenías que ver a esa persona a la cara todos los días, el resto de tu vida. Claro, hasta que dicha persona se enterara y se escapara.

Eventualmente, tu madre o padre divino te reconocerá” había dicho Quirón.

¿Y si nunca lo hace? No tengo ni la más mínima sospecha de quién puede ser ¡Ni siquiera sé si es madre o padre!” repliqué.

¿Dices que tienes a tus dos padres?

Mira… no acostumbro a decir esto, pero te permitiré usar el teléfono cinco minutos. Lamento que no pueda darte más tiempo, pero hay una razón por la que aquí no se permite utilizarlos: los monstruos te rastrearían fácilmente

Entiendo. Muchas gracias

Me había sorprendido su amabilidad, pero más me había sorprendido al averiguar que es un centauro. En fin, llamé a mi madre para exigir respuestas, respondió a los dos pitidos.

¡Alice, estuve muy preocupada! ¿Cómo te has atrevido a irte sin más?” me había recriminado ella, yo estaba roja de rabia.

Creo que me debes una explicación, eso si has leído mi nota

Pude oír un suspiro desde el otro lado de la línea.

Yo… lo siento

“Así que lo sabías” le reproché “Asumo que tú eres mi verdadera madre, ¿y qué hay de mi padre? Me refiero al mortal, al que creí que lo era.

Conocía a Joseph desde la secundaria, claro que él me había gustado, pero tú verdadero padre, me había dejado atontada. Me enamoré completamente. A las dos semanas de que tú nacieras, se fue. Cuando tú ya tenías cinco meses, me reencontré con Joseph y comenzamos a salir, por supuesto que él sabía sobre que era una madre soltera, con el tiempo, nos casamos y él fue tu figura paterna…

Yo por mi parte no oía nada, había dejado de prestar atención. ¿Cómo nunca me lo contó? ¿Por qué nunca se preocupó de lo que yo sentía? ¿Por qué creyó correcto que yo pensara que mi padre no era en realidad mi padre?

Mamá, ¿dices que él se fue a las dos semanas de que yo naciera? ¿Por qué no me quería? Yo… ¿qué hice mal?” pestañeé repetidas veces para ahuyentar las lágrimas. Dios, qué estúpida me sentía ahora, hubiese preferido cambiar mis palabras a algo que no sonara como si fuese una víctima, pero no tenía otra forma de expresarlo.

Ali, él te ama, lo sé, me lo dijo y lo demuestra siempre, ¿cómo crees que hasta ahora nunca habías sido atacada?

Suerte” propuse.

No, el te protege, e intentó concentrar sus fuerzas para disminuir tu olor. Además... el vino a verme dos veces, la primera vez fue cuando tenías cinco, y la segunda, diez.” confesó.

¿Qué?

Sí, la primera vez el me confesó que es un dios, y lo que eres tú, al igual que los dones que el permitió que tuvieras. También me hablo del lugar en el que estas ahora, y en el que supe que algún día estarías, el Campamento Mestizo. Por eso no te pediré que vuelvas, sé que estás mejor ahí. Sólo me hubiese gustado que me des la oportunidad de despedirte, ¿sabes?

Esto es algo que tenía que hacer, ¡tú fuiste la que me ocultó algo así de grande todos estos años!

Lo sé, y me arrepiento, y sé que no hay marcha atrás.

¿Y de qué dones me hablas? ¡Yo no sé ni puedo hacer nada!

“La segunda vez” comenzó ignorando mi comentario “El vino para verte, aunque querida, el te ve siempre, por más que tú no lo veas. Ahí fue cuando el me recordó tus maravillosos dones y las cosas grandes que el está seguro que algún día harás.

Eso es ridículo. ¿Estamos hablando de la misma yo? ¿La que disfruta de largas horas de sueño y de comidas completas? Apuesto a que Hipnos es mi padre

No” río “Pero no puedo decirte más, el debe reconocerte, según me contó

¿Y cuándo será eso?” pregunté abatida, con los ojos cerrados mientras me apoyaba de espaldas contra la pared.

“No lo sé, Alice. Pero quiero que sepas que lo lamento mucho, y que te amo, tu padre también, y Joe y tu hermana, ¿sí?”

No puedo pensar con claridad ahora” confesé “Pero dile a Sophie que su hermana volverá” agregué con enormes deseos de abrazar a mi hermana menor, ¿cómo no me había despedido de ella?

Lo haré, y recuerda lo que te dije…

“Lo recordaré, adiós y lo siento, se me acabaron los cinco minutos” corté la llamada.

Ahora estaba en el bosque, apoyada contra un árbol y meditando todo lo que había cambiado mi vida en ¿cuánto? UN DÍA. Madre mía, lo sentía como si hubiesen pasado semanas.

Cerré los ojos y suspiré. Luego hice algo que creí que nunca volvería a hacer.

Lloré.

Lloré y lloré hasta que creía que toda la carga que había acumulado los últimos meses y principalmente hoy se iban de mis hombros. ¿Las interminables peleas con mis padres? Descargadas en lágrimas. ¿El hecho de que cada vez me sentía más sola? Descargada. ¿Haberme sentido estúpida y molesta toda mi vida por tener dislexia y THDA y ahora me entero que son reflejos de semidios? Descargada. ¿La infidelidad de Bruno? Descargada.

No podía evitar sentirme patética, pero me sentía bien, de vez en cuando era necesario descargarse, pero me sentía… débil. Ahora que se lo que soy, voy a estar dispuesta a aprender a pelear, no quiero que se repita la pelea de hoy con la dracanae, que lo único que hice fue lanzar un adorno de mi madre. Puf, qué patética.

Como ya tenía los ojos hinchados y me dolía, me dispuse a levantarme del rincón en el que estaba cuando escuché un ruido proveniente  de detrás de mí.

-¿Hola? –pregunté algo avergonzada. ¿Quién quiera que sea me había escuchado llorar? ¿En mi primer día? Ugh- ¿Quién está ahí? Hey.

De unos arbustos pude ver levantarse a un chico de piel morena con melena castaña y rizada, y orejas puntiagudas, se veía avergonzado, como a punto de explotar.

 -¿Leo?

Fix Me {Leo Valdez}Where stories live. Discover now