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-¿Tienes pensado ir a la boda? -me pregunta Carol, dándole un sorbo a su batido, andando por la Puerta del Sol.

-No creo que vaya. ¿Qué hago en la boda de mi ex? -pregunto mientras me coloco las gafas de sol.

-Yo si fuera tú, iría. -me dice Alba.

-¿Por qué?

-Para demostrarle que no te importa una mierda lo que haga con su vida y que vea que estás superándolo. -dice ahora Carol.

-Vas a ir a esa boda y los vas a dejar a todos boquiabiertos con tu cuerpazo. ¿Si o si? -dice Alba, apuntándome con el dedo.

Yo me quedo callada y le doy un largo sorbo a mi batido de chocolate. Las miro y ellas asienten con la cabeza. Cojo mi móvil y marco el número de la persona que me va a ayudar a pasar ese mal trago.

-Dede. -saluda contento.

-Erik, ¿tienes algo qué hacer este sábado por la tarde-noche? -pregunto. Las chicas aplauden contentas.

-Pues iba a invitarte a cenar... -dice divertido. Yo sonrío.

-Busca un traje, nos vamos de boda. -le digo. Él suelta una gran carcajada.

-¿De verdad quieres ir?

-No, pero voy a ir.

-Pues pasaré por ti a las 5 el sábado, nos vemos entonces. -me dice él.

-Adiós y gracias, Erik.

Cuelgo el teléfono y lo guardo. Miro a las chicas y me sonríen.

-Tengo que confirmar a Pablo, espero que no sea muy tarde.

-No te preocupes, nosotras lo confirmamos por ti el mismo día que confirmamos por nosotras. -dice Alba como si nada.

-Capulla. -digo riendo.

🔼🔼🔼

Llegado el sábado, quedamos con mi madre, mi tío y mis amigas con que nos veremos allí. Erik pasará a por mí en unos minutos y yo estoy terminando de maquillarme.

Me he puesto un vestido que fui a comprar ayer mismo de color verde oscuro largo que arrastra un poquito por el suelo. Tiene un escote en V precioso, los tirantes finos se cruzan por la espalda, se ciñe a la cintura y la falda cae perfectamente por el largo de mis piernas. Es un vestido elegante y sexy a la vez, me encantó sólo de verlo.

He dejado mi pelo suelto, lo he ondulado un poco y me lo he puesto a un lado del cuello en vez de dejarlo en la espalda. Llevo un maquillaje sencillo que se basa en corrector, base, rubor, un fino delineado, máscara de pestañas, un simple ahumado en los ojos de color café clarito y los labios los he pintado de un color nude mate.

Cojo mi bolso de mano blanco igual que mis zapatos y meto dinero, la invitación mía y de el bombón sueco, el móvil, el sobre con el dinero que les daré a los novios y las llaves de casa. El timbre de mi departamento suena y voy a paso rápido hacia la puerta, la abro y allí veo a Erik.

Benditos suecos.

Lleva su pelo rubio bien peinado y amarrado en un pequeño moño como siempre, un traje gris oscuro que consta en pantalones grises, camisa blanca, americana gris y una corbata negra. En la americana, tiene un pañuelo de color negro como su corbata y un pequeño detalle del mismo color que mi vestido. Santo Cielo.

-Dios mío. -se me escapa.

-Eso digo yo. -murmura mirándome de arriba a abajo. -Estás... hermosa, Dede.

LLÁMAME DEDE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora