Cuando llego a mi departamento, lo primero que hago es limpiarlo. Ha acumulado un poco de polvo estos días que he estado fuera. Me cambio por unos shorts deportivos y un top corto de color blanco y de tirantes que se ajusta al cuerpo. En mis pies unas zapatillas y me recojo el pelo en una coleta alta.
Pongo música desde el reproductor que tengo en el mueble de la televisión y subo un poco la voz. Menos mal que estos pisos están insonorizados. "Anywhere" de Rita Ora empieza a sonar. Amo esta canción.
Subo todas las persianas de casa y empiezo con la limpieza.
Cuando llevo 45 minutos limpiando, el timbre de mi casa suena. Voy hasta la puerta y miro por la mirilla. Alba y Carol. Han vuelto antes.
-Si venís a hablar de Pablo, sabéis dónde está la salida. -digo alto para que me escuchen. Veo como Carol bufa.
-Abre, no venimos por él. -dice ella.
Abro la puerta y voy hasta la ventana que estaba limpiando. Cojo el limpiacristales y le echo un poco a la ventana. Froto bien con el trapo.
-Perdónanos, Dede. -murmura Alba a mi espalda.
-Oh, ¿por qué? ¿Habéis hecho algo? -pregunto con sarcasmo, sin dejar de frotar.
-Dede... -se queja Carol. -Perdónanos, nos prometió que la dejaría. Te quiere de verdad, Dede.
Me giro y lanzo el trapo al suelo, a sus pies.
-Os he dicho que si veníais a hablar de él, os podéis ir. -digo seria.
-Perdón. -dice Alba. -Sólo... perdónanos. Queríamos lo mejor para ti, sabemos que le quieres y que estás bien con él.
-No estoy bien con él, nunca lo estaría. -digo negando con la cabeza.
-Os queréis, Dede. -dice Carol con una mueca.
-No, Carol. Él no me quiere. No voy a empezar una relación con él, sabiendo que le ha puesto los cuernos a su prometida. Nuestra relación empezaría con unos cuernos, yo no quiero eso. Si pudo ponerle los cuernos a esa chica, ¿por qué no a mí?
-Porque te quiere. -dicen a la vez.
-¡A ella también la quiso! -exclamo cogiendo el trapo del suelo. Ellas están por hablar pero las interrumpo. -Un "te quiere" más, y os vais de aquí.
Ellas se callan y yo me doy la vuelta para seguir con los otros cristales.
-Os perdono. -digo sin dejar de limpiar los cristales.
Alba suelta un chillido que me hace sonreír y rodar los ojos a la vez. Siento como las dos me abrazan y besan mis mejillas muchas veces.
-A la próxima, te lo decimos. -murmura Carol.
-No habrá próxima, y menos con Pablo. -digo.
-Pero...
-Pero nada. No voy a seguir haciendo el tonto de esta forma. Si me meto en una relación, será con alguien que me respete. -me encojo de hombros.
Ellas se dan por vencidas y cuando termino de limpiar, nos sentamos en el sofá.
-Jaime es socio de la editorial. -les digo, mirando a Carol. Ella abre los ojos sorprendida.
-Me dijo que el bufete es de su familia, pero no sabía que se había asociado con vosotros.
-No es el único socio nuevo. -murmuro con una sonrisa pícara. Saco mi móvil y voy a Google. Me ha dicho mi madre que es bastante conocido en Suecia, así que debe haber alguna fotos soya. Busco a Erik en Google y efectivamente, allí está. Les enseño la foto y abren la boca a tal nivel, que estoy segura que les llegará al suelo.
ESTÁS LEYENDO
LLÁMAME DEDE ©
RomanceAl finalizar su carrera universitaria, Diana decide irse con sus amigas de viaje a Menorca. Sus objetivos eran pasar unas vacaciones tranquilas, para relajarse después de los exámenes y todo el lío universitarios, pero no será así cuando se encuentr...