Cuando nos traen las bebidas, le doy un trago y a dejo en la mesita. Mientras todos hablamos con todos, siento la mirada de Erik encima de mí y yo evito mirarlo a toda costa porque es jodidamente intimidante.

-Nos vamos a bailar. -canturrea Alba, levantándose con Carol y Chris.

No, no, no, no. Cuando estoy por levantarme para no quedarme sola, Erik se da prisa y se sienta a mi lado del sofá y pone su mano en mi rodilla para que no me levante. Dirijo mi mirada a sus ojos.

-¿Qué quieres? -murmuro. Él suspira y acaricia mi rodilla con su pulgar.

-Hablar contigo, Dede.

-Bueno, no sé a qué esperas.

-Siento lo de ese día, eso de haberme ido después de besarte, pero estaba enfadado. -murmura peinando su pelo largo hacia atrás.

-¿Enfadado? -pregunto con el ceño fruncido.

-Si, enfadado. El día que nos besamos en tu departamento, para mí fue espectacular y me cabreó que cuando te acordaste de lo que pasó, me esquivaste durante dos días, Dede. Me sentó como una patada en las pelotas.

-Erik, por Dios. -suspiro sin apartar la mirada de su mano en mi rodilla. -Me daba y me sigue dando vergüenza mirarte después de eso. Joder, te provoqué como una fresca durante toda una noche y por si no fuera poco, hice lo mismo en mi casa y la cosa terminó como terminó.

-Es que no debes avergonzarte de eso, ya lo hablamos ese día en tu despacho. A mí me gustó, Dede, tanto el de tu casa como el del despacho. -me dice.

Subo la mirada a sus rostro y puedo ver que sonríe levemente, provocando una pequeña sonrisa por mi parte.

-Si, bueno, a mí también me gusto. -murmuro sonriendo un poco. Él suspira con alivio y se levanta tendiéndome la mano.

-¿Vamos a bailar? -me pregunta sonriendo.

Sonrío y tomo su mano para levantarme. Andamos juntos hasta el centro de la pista y puedo escuchar que está sonando "Me niego" de Reik, amo esta canción. Me adelanto un poco y empiezo a bailar mientras miro a Erik con una sonrisa. Él muerde su labio inferior y anda hacia mí. Pone su mano en mi espalda baja y me atrae a él, bailando conmigo.

Paso mi mano por su nuca y me pego más a él. Nos movemos al ritmo de la música y cuando cambian de canción a una que no conozco pero es muy bailable, me giro y pego mi espalda al pecho de Erik. Él pone sus manos en mi cintura y aparta mi pelo hacia un lado.

Nos movemos de lado a lado, viendo como muchas parejas bailan juntos pero ni hay ni rastro de mis amigas y del hermano de Erik. De un momento a otro, siento un pequeño beso en mi cuello, que me hace sonreír. Paso mi mano hacia atrás hasta su nuca y Erik sigue besándome el cuello.

-Erik. -susurro aunque sé que no me escucha por la música.

Con sus manos en mi cintura, me gira haciéndome quedar de caras a él. Mi mano va a su nuca y sonrío un poco. Me coge de la mano y tira de mí, llevándome a los sofás de antes. Erik se sienta y yo encima de sus piernas, rodeando su cuello con mis brazos y con nuestras frentes unidas. Hago caricias en su pelo largo con mis dedos.

Erik acerca su rostro al mío y muerde mi labio inferior suavemente, haciéndome soltar un pequeño jadeo.

-¿Te he dicho nunca que eres preciosa? -susurra en mi oído.

Yo niego con la cabeza y siento un beso en mi oreja, otro detrás de está, otro en el cuello y van bajando por el largo de mi cuello. Suspiro cerrando los ojos y sonrío un poco. Cuando separa su rostro de mi cuello, me mira a los ojos mordiendo un poco su labio inferior.

LLÁMAME DEDE ©Where stories live. Discover now