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Maratón 2/4.

Si el beso que yo le di me pareció la gloria, que ambas colaboremos está apunto de matarme. No tengo palabras, estoy completamente en otro universo, en el universo de sus labios, en su universo.

Lauren no es consciente de todo lo que está pasando, ella sólo quiere aclarar sus ideas, lo que siente. Pero aún así, no me interesa, no puedo pensar en que pasará después, pero tampoco me parece un problema. Tal vez cuando nos separemos me importe, pero el contacto de nuestras lenguas me tiene tan aturdida que no resisto las ganas de bajar mi mano hasta sus caderas. Y eso parece hacerla reaccionar.

Si tan sólo hubiera durado para siempre.

—Lo siento —susurra la chica, sus labios están hinchados y sus ojos vacíos—. Nos vemos luego. —cuando se levanta, me doy cuenta de que tal vez ya se dio cuenta de que sigue enamorada de Dinah, y era lo único que quería probar.

Y en ese momento en el que todo lo que no me interesaba, pasa, me bajo de la nube en la que me subí.

—No tienes que irte. —mi voz la hace voltear, y su cara es la misma con la que me veía antes; nada especial.

—Olvidé que debía comprar algo para Taylor; ella ama Canadá y mañana nos vamos así que… —hace una pausa para rascar su nuca—. Te veo después.

Asiento para no perder más mi dignidad, y luego ella se va de la habitación.

Me preocupo ante el pensamiento de que jodimos nuestra amistad sólo para "comprobar" que Lauren no sentía nada por mí.

Decido tirarme en el sofá y cerrar los ojos, porque la Lauren de mis sueños siempre es mejor.

[…]

Observo a todos los fans frente al aeropuerto y suspiro, tendremos que fingir que nos amamos, y todo por fama.

Lauren está a mi lado, pero no hemos hablado desde anoche, no le hablo a Dinah tampoco, Normani no es una opción porque parece muy alegre charlando con mi ex-mejor amiga, y Ally está hablando con nuestro chófer así que estoy sola.

Antes de bajar y de que se abran las puertas de la camioneta, la ojiverde toma mi mano entre las suyas, y cuando volteo a verla, me sonríe, pero no puedo evitar pensar que es una sonrisa falsa, como toda nuestra relación. La escucho suspirar y luego cierro los ojos.

Un amor fingido nunca va a ser creíble, los sentimientos no se pueden esconder y tampoco se pueden fingir. Siempre habrá alguien que se de cuenta de la realidad.

—Sonríe —susurra.

Sonrío recordando el beso que compartimos Lauren y yo, para dejar salir los sentimientos que dejé en él. Llevo la mano de la ojiverde a mis labios justo cuando se abren las puertas de la camioneta y deposito un suave beso en esta.

Ahora nos dirigiremos a Irlanda, donde daremos unos conciertos, una firma de autógrafos y creo que tenemos una entrevista en un programa donde también habrán fans.

Cuando finalmente bajamos, siento la mano de Dinah en mi espalda empujándola, volteo para asegurarme de que en realidad lo esté haciendo y tropiezo con una de las separaciones que ponen para evitar que pasen los fanáticos. Caigo al suelo en el momento en el que me suelto de Lauren.

La cabeza me punza y mi rodilla arde de una manera increíble.

—¿¡Qué mierda te pasa, Dinah!? —pregunta Lauren fuertemente, presto atención.

—Fue un accidente —dice la polinesia.

La pelinegra bufa al ver a los fans y se pone de rodillas frente a mí, al igual que nuestro guardaespaldas y las otras chicas.

—¿Estás bien, Camz? —pone su mano en mi rostro. Estoy bien físicamente, mi dolor es más por saber que Dinah lo hizo al propósito. Entonces es cuando me doy cuenta de que mi gusto por Lauren no era un gusto inocente, sino uno capaz de destruir mi amistad con Dinah.

Fake Love | CamrenWhere stories live. Discover now