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¿Han tenido esa sensación de insatisfacción? Como cuando consiguen por fin lo que toda su vida han soñado, pero no se sienten tan felices como deberían.

Justo en este momento me siento de esa forma.

Gran parte de mis sueños implicaban los labios de Lauren sobre los míos, aunque nunca lo admití. No es que no me hubieran agradado, probablemente estaría feliz si no hubiera escuchado a la ojiverde cepillar sus dientes con exageración una vez que llegamos al estudio. Ni siquiera había tocado sus dientes, pero ahí estaba ella, siendo exagerada.

Sabía que no le agradaba pero tampoco creía que fuera para tanto.

Los suaves golpes en mi puerta me sacan de mi mente. Volteo hacia tal y me encuentro con los ojos de Ally.

—¿Puedo pasar? —pregunta con cierta timidez, midiendo mi humor. Asiento y me sonríe hasta que esta a mi lado—. ¿Quieres hablar de algo?

Elevo ambas cejas—. Te he dicho que vayas al grano siempre que necesites algo de mí.

Suspira—. No necesito nada, pero, ¿qué tal tú?

Junto mis cejas y la observo con atención—. ¿Por qué habría de necesitar algo?

Ella rueda los ojos con cariño y pone una mano en mi rodilla para hacerme ver que tengo su apoyo—. Tal vez las otras no lo han notado aún, pero a mi no me puedes ocultar nada. Tus ojos son muy claros. —aparto la mirada—. Tampoco quiero que te sientas presionada a hablarlo, pero el día que necesites decirlo estaré ahí.

Paso saliva—. ¿E-es muy obvio?

Ally ríe—. No, tranquila, eres buena fingiendo que no pasa nada. —se levanta y camina hacia la puerta. Suspiro con nostalgia—. Simón quiere verte. —sale de mi habitación sin dejarme decir más.

Me levanto también y voy hasta la oficina de nuestro jefe. Toco antes de anunciar mi entrada y cuando estoy adentro mis ojos se encuentran con unos esmeralda y siento a mi estómago dar una vuelta, pero no como usualmente se siente, esta vez duele más cuando noto el asco en tales ojos.

Una vez aparto mi mirada, Simón suspira—. Eso está mal con ustedes.

—¿El qué? —la pelinegra pregunta.

—¿No puedes imaginar que es Dinah o algo por el estilo? Tu mirada hacia tu novia no puede ser de odio —explica—. Y tú —me señala—, muestra más interés. Parece que estás viendo a la nada.

Lauren gruñe—. Es que Dinah no es una enana, y es algo que choca cada vez que intento imaginar que es ella. —muerdo mi labio—. Tan sólo mírala, es muy diferente.

—Lamento no ser perfecta para la señora —me disculpo con sarcasmo—. En verdad, lamento no poder cambiar lo que soy, Lauren.

Ella niega con la cabeza—. ¿Te puedes quedar callada? Es la única forma de que esto funcione.

—No, no puedo.

—Tu voz es un fastidio, cállate ya. —antes de que pueda responder, Simón interrumpe nuestra discusión.

—No me interesa como lo hagan, pero van a tener que empezar a llevarse bien —sentencia—. Y no me pueden decir que no, firmaron un contrato. nos observa y sonríe—. Voy a comer, nos vemos mañana. —y sin más sale de la oficina.

—Genial, Camila, lo arruinaste. —volteo mis ojos hacia ella y le enseño el dedo medio—. Wow, que ofensa tan grande.

—Púdrete, Lauren —espeto mientras camino hacia la puerta. Su mano me detiene—. Suelta-

Me detengo al ver esa expresión en su cara de odiar tener que admitir algo, y me suelta—. A Dinah le molesta que te ofenda, así que lo siento. —suena a que no lo siente, por lo que suspiro.

—No soy de aceptar disculpas falsas.

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Vieron la foto Normila!?!?
Muero de amor.

Fake Love | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora