3

4.7K 377 88
                                    


Observo a Lauren con la pregunta en mi mirada '¿ahora qué?'. Ella rueda los ojos, toma mi mano y me arrastra a las luces de las cámaras frente a su casa. La prensa no se nos acerca más de lo que nuestros guardaespaldas les permiten desde que bajamos de la camioneta, pero aún así escucho sus estúpidas preguntas sobre mi 'relación' con la ojiverde.

Finalmente llegamos a la entrada y una vez Lauren cierra su puerta y estamos fuera de la vista, suelta mano lentamente.

—Bienvenida a mi casa —dice. Observo todo con timidez y bajo el tonto pensamiento de que no hizo comentarios llenos de asco por tener que tomar mi mano.

—Es bonita —susurro. Tal vez sólo no dijo nada para no tener futuros problemas, o tal vez decidió obedecer a Simón.
—Dinah me ayudó a decorarla —comenta con un poco de orgullo y sonrío—. Tiene muy buen gusto.

Claro que .

—¿Cuanto tiempo debo estar aquí? —pregunto mientras ella se dirige a la cocina.

—Hasta que la prensa se vaya —responde—. ¿Quieres algo de tomar?

Agua, por favor. Estaría bien con eso. —asiente y se pierde en la cocina. No sé que hacer en lo que vuelve, pues jamás había estado en este lugar y no soy muy cercana a Lauren como para sentarme o moverme libremente, así que me quedo ahí parada jugando con mis dedos.

—Ugh, sólo síentate donde quieras y deja de hacer esto más incómodo. —aparece de nuevo con un vaso de agua en una mano y jugo en la otra—. Toma.

—Gracias. —se sienta y la sigo, sentándome a su lado pero con dos o tres metros de distancia.

—Deja de mirarme como si fuera a matarte.

—Yo no te estaba mirando.

Sus ojos verdes se posan en mí—. Justo ahora lo estás haciendo.

—Tú también me estás viendo —notifico, eleva una ceja.

Y cuando creo que va a insultarme, sólo suspira—. Veamos la tele.

Una gran parte de mí está harta de que el tiempo que paso con ella se vaya en silencio o en discusiones e insultos sin sentido, y la otra piensa que al menos paso tiempo con ella, ya que antes ni eso, pero antes era mejor porque podía fantasear acerca de futuros momentos juntas. Pero ahora la realidad me choca y no es ni un poco similar a lo que fantaseaba.

Es como si estuviera intentando que le agrade pero a la vez me dejara en claro que no lo hago.

El programa en la tele es el favorito de Dinah, pero a mí me resulta jodidamente aburrido, es de los peores que he visto, tanto que mis ojos pesan y en algún momento me quedo dormida.

Despierto cuando ya está oscuro y gracias al poco sutil movimiento de la pelinegra en mi brazo.

—Camila, despierta —exclama—. ¡Despierta, joder! —nota que desperté y deja de moverme—. La prensa ya se fue, largo.

La Lauren del mundo de los sueños es sin duda mucho mejor que la de la vida real, incluso me agrada. Con esa Lauren consideraría tener una relación. En cambio, con la real, mientras más lejos, mejor.

—¿Qué?

Bufa al tiempo que rueda los ojos—. Que la prensa se ha ido, ya te puedes ir. —bostezo, estoy moviéndome cuando gruñe—. Más rápido, Camila, no te soporto más.

Elevo ambas cejas—. Ni siquiera hable.

—Eso no hace que te soporte.

Tenso la mandíbula y me levanto rápidamente, me pongo en camino a la puerta y volteo a verla—. Imbécil.

Suspira—. Por eso no nos llevamos bien, yo soy una imbécil y tú lo mejor del planeta, ¿no?

—Púdrete, Lauren —menciono con una sonrisa antes de salir de su casa. Mi visión se nubla un poco. Soy muy estúpida.

Fake Love | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora