Capítulo XVII.

5.2K 426 1.4K
                                    

   Pasé saliva por mi garganta y sentí mis piernas temblar. Sabía que Stuart no tenía la menor idea de que John estaba en París, pero aún así no podía dejar de ponerme muy nervioso.

   —¿E-Eso? Es... es... ¡bizcochito, ya sé lo que es!

   Él se sonrió debido al apodo. Odiaba usarlo, pero necesitaba distraerlo y que sus pensamientos no se acercaran para nada a la realidad.

   —¿Qué es, galletita?

   —Un... ¡un fantasma! ¡Sí, eso es! ¡Es un fantasma!

   Rápidamente encogí mis piernas y cubrí mi cuerpo con las cobijas, denotando un falso miedo al asunto.

   —¿¡Qué!? —Stu palideció—. ¿¡De verdad piensas eso!? O sea que... ¡el fantasma estaba bañándose contigo!

   —Ajá... s-sí...

  Mi novio se apresuró en saltar a la cama y rodearme con sus brazos de forma brusca. Besó mi mejilla un par de veces y obligó a que mi cabeza reposara en su pecho, mientras me daba "sutiles" caricias en el cabello.

   Definitivamente Stuart no sabía ser galán. Todo lo contrario a John: él sabía qué tocar, dónde hacerlo, y el momento indicado para ello.

   —Estoy celoso del fantasma —murmuró, revolviendo su rostro en mi cabello—. ¿Por qué se estaba bañando contigo?

   —¡Stuart, los fantasmas no se bañan!

   Él se rió a carcajadas.

   —Lo sé, mi amorcito, pero es que salió del baño detrás de ti y es una suposición. ¿No tienes miedo?

   «Miedo a la metida de pene que John me va a dar aquí —pensé, sacudiendo mi cabeza en negación—. Es que el muy imbécil folla rico y todo.»

   —¿¡No!? ¡Yo sí, galletita! —y me abrazó con fuerza—. Me dan miedo. Tengo traumas desde pequeño.

   —¿También tú? —bufé.

   —¿Qué quieres decir con eso? ¿Conoces a alguien más que tenga trauma desde pequeño?

   —¡No! —me apresuré a responder—. ¡Claro que no! A más nadie...

   Stuart esbozó una sonrisa, acarició mi barbilla y depositó un pequeño beso en mis labios.

  —Oye, galletita de miel, sé que prometí no hacerlo, pero... pero ¿no sientes una atmósfera de paz estando John lejos?

   —¡Sí! ¡Sí, es mucha paz porque está lejos! ¡Lejos, muy lejos! ¡Allá en Liverpool y nosotros aquí en París! ¿¡Lo ves!? ¡Hay mucha distancia de por medio!

   —Exacto —carcajeó un poco—. Sería bueno estar separado de él, ¿verdad?

   —¿S-Separado? Claro... sí, comprendo. ¡Pero estamos cerca, así que no se puede hacer nada! ¡Quiero decir: él está allá y nosotros vamos a estar allá, así que no podemos estar separados!

   —Lamentablemente —murmuró—. Bueno, pero estoy seguro que ese infeliz se va a cansar de molestarnos. ¿Quién sabe? Tal vez en estos días que está sólo se encuentre a alguien o sólo nos deje en paz.

   —Sí... p-puede ser.

   Stuart me miró a los ojos, tomó mis manos y soltó un pequeño suspiro, para luego sonreír de forma atontada.

   —Sé que no soy perfecto, pero el amor que te puedo ofrecer ya no existe en éste mundo. En serio estoy muy enamorado de ti y... y siento que eres lo mejor que me ha podido pasar en la vida. Te amo, Paulie, te amo mucho, pero creo que tú no me quieres tanto como yo te quiero a ti; lo digo porque no me lo dices a diario y pareciera que yo te molesto.

Girl or Boy? ➳ McLennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora