17 Belleza

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Belleza, una palabra sumamente utilizada y repetida, algo que como diseñador estaba continuamente buscando, pero aún así no terminaba de comprender.

¿Qué era la belleza?

Muchos la definían como aquello que es agradable a los sentidos, una armonía que inspira admiración, o incluso algo bello podría considerarse como algo proporcionado que produce placer con su presencia.

Esas definiciones le parecían a Gabriel las más exactas pero a su vez algo inconclusas. Después de todo, para muchos hombres podría ser bello algo que otros considerarían incluso desagradable.

A algunas personas solía gustarle el aroma de los jazmines, pero otras lo consideraban mucho más bello el la vainilla. Varias mujeres adoraban vestir de colores vivos y fuertes, mientras que otras buscaban colores más discretos al considerarlos más bellos. Algunos pintores o fotógrafos amaban los paisajes de ciudades al momento de plasmarlos en sus trabajos, mientras que muchos otros preferían la naturaleza.

¿Eso significaba que la belleza era relativa según la persona que la apreciara?

Gabriel no creía que fuese eso, había muchas cosas que nadie ponía en duda si eran bellas o no, solo que solían considerar más hermosas a otras.

Por ejemplo, Gabriel tenía un hermano, ambos Agreste se habían enamorado de dos hermosas mujeres bastante diferentes.

Gabriel amaba a Emilie, quien era extrovertida y radiante como el sol, siempre con una cálida sonrisa cargada de emoción, con ánimos de hacerle frente al mundo de ser necesario, siempre amable y efusiva, siempre hablando animada y positiva ante todo, con un don nato para agradarle a la gente y ganar su confianza, emocional y algo dramática al ser tan sensible, disfrutando de tener muchas amistades y subir disfrazada a un escenario a representar su personaje favorito de alguna obra de teatro.

Por otra parte, el hermano de Gabriel estaba enamorado de Felícita, una chica más retraída y tranquila, quien prefería pasar horas leyendo un libro a representar ella misma la historia, con una pequeña sonrisa tímida y una personalidad más cerrada pero sin llegar a ser grosera, no le gustaban los problemas y solía sentirse cómoda solo alrededor de personas cercanas y de confianza, era una soñadora romántica empedernida y se conformaba con pocas amistades.

Ambas tan diferentes y parecidas a la vez, hermosas y bellas cada una a su manera.

Gabriel no negaba que Felícita era agradable, pero prefería infinitamente a Emilie. Su hermano no decía que Emilie era una mala persona, pero ni en un millón de años la cambiaría por Felícita.

De allí que los Agreste pensaran de esa forma sobre la belleza, porque esta no se encontraba únicamente en una sola cosa sino que se mostraba de diferentes formas.

Estaba en las orgullosas rosas y las humildes violetas, en la ajetreada ciudad y la silvestre naturaleza, en el brillante día y la misteriosa noche, en las altas montañas y el profundo mar.

En la divertida sentimental y la tranquila come-libros.

Y así como cada persona era diferente, había un tipo de belleza especial para cada cosa.

GabrielWhere stories live. Discover now