Gabriel

05 Sueños

Gabriel no era una persona soñadora.

El ir por el mundo con fantasías e ideas sin cumplir no era algo que congeniase con su forma de ser.

Siempre había sido alguien de ambiciones más que de sueños. Él fijaba una meta que perseguir, en lugar que imaginar ilusiones que no se decidiría a realizar.

El ser un gran diseñador, el mejor de todo el mundo, nunca había sido "su sueño". Cuando conoció el mundo de la moda y se decidió a formar parte de este no se puso a "soñar" como sería su futuro, se dedicó a dar lo mejor de sí mismo para llegar lo más lejos posible y no se detuvo hasta lograrlo.

En su juventud no "soñó" con una mujer ideal y sin defectos que fuese su esposa para honrar el apellido Agreste. Conoció a una joven de su edad y aprendió a amar en ella tantos sus virtudes como sus defectos. Y cuando comprendió que Emilie era la compañera de vida con la que deseaba compartir el resto de sus días fue que le pidió matrimonio.

Incluso cuando su hijo nació no fue algo que él hubiese "soñado". Adrien fue mucho mejor de lo que podría haber imaginado un hombre como Gabriel.

Gabriel nunca tuvo sueños. Él siempre tuvo metas y ambiciones a alcanzar.

Hasta que una horrible pesadilla se volvió realidad.

Gabriel nunca había sido una persona soñadora ni nada similar, pero fue entonces que lo único a lo que pudo aferrarse fue un sueño.

El sueño en que despertaba y ella seguía allí a su lado, en que al abrir los ojos la veía sonreír abrazando a su hijo.

Ese era un sueño que estaba dispuesto a volver realidad a cualquier costo.