Lealtad Tatuada (R#4) [Lealtades #1]

129. Cuestión de alternativas

Yerik

Observo por la ventana y me quedo tildado viendo a la gente pasar tranquilamente por la vereda, hay una pequeña llovizna pero eso no incide mucho en sus pasos, puede notarse la calma que hay allí fuera, aunque claro, la mente puede decir otra cosa.

Oigo dos golpes y me giro a ver. Sonrío cuando lo visualizo.

—Alek, quiero decir Nick —Río —. Me dijiste que te llamará así ¿no?

—Como quieras, solo estaba nervioso —aclara alegre —¿Y por qué me lo cuestionas? Tú eres el mayor ¿Lo olvidaste también? —Se ríe.

—No, me acuerdo de todo —Vuelvo a mirar la ventana serio —. Aunque no creo ser el mismo, miro a las personas y siento que son diferentes.

—Pienso que debemos irnos.

—No es seguro.

—Cierto, tú eres el entrenado —Otra vez se ríe —seguiré tus consejos como antes —Suspira —. Sinceramente, no sé cómo tratarte, siento que lo arruinaré.

—¿Cómo Proyecto A?

—¿A qué te refieres? —Su semblante se vuelve serio y regreso a observarlo, así que sonríe de nuevo —No estarás pensando que...

—Pienso muchas cosas, pero jamás que arruinarías algo. Alek, ambos sabemos cómo termina esto.

—No voy a dejar que te lleven, ni a Alexandra, es una promesa.

Sonrío.

—No es cuestión de promesas, es cuestión de que no hay salida.

—Creí que eras más optimista que yo —Se ríe —. Me equivoque.

—No tiene que ver con eso, tiene que ver con las pocas alternativas que hay.

—Suenas a Aleshka —Rueda los ojos —. Cosa que no viene al tema, olvídalo.

—¿Te peleaste con ella? —Levanto una ceja —Cada vez que se la nombra te pones irritable.

—¿Te burlas de mí? —Ríe nuevamente.

—Dime.

—Intento matarte por su venganza —Se cruza de brazos —. No quiero hablar de ella.

—Tú la nombraste.

—Mi odio crece y no se borra —expresa molesto.

—A mí me da igual —opino —. Aleshka Smirnov es una más del montón, y me refiero a Proyecto A, muchas personas sufrieron en aquel experimento —Me lo pienso —. Así que no la justifica, supongo que tendrá que hacer otras cosas para mejorar.

—¿Por qué lo dices?

—¿Qué pasará cuando alguien más tomé el mando en la C.E.E.R? ¿O es que ya lo hay? Creo que la CIA se enteró de mi existencia por esa razón.

—Sí, algo de eso dijo John —Analiza todo detenidamente, agarrándose la barbilla, luego chasquea los dedos —Bueno, solo tenemos que averiguar.

—¿Qué loca idea se te está ocurriendo? —Sonrío.

—Hay que ir a la C.E.E.R, agarrar al nuevo director y obligarlo a que borre toda esa información. Además claro, que te brindé protección.

—Me gusta ese plan.