Lealtad Tatuada (R#4) [Lealtades #1]

66. Explosión en la mira

La C.E.E.R le pagó a Artur Vólkov para decirle dónde estábamos, ya que Adrik le robó el archivo, aprovechó la oportunidad.

—¿Y ahora qué? —Hago una mueca —Los van a atrapar y a nosotros nos matarán —le digo al morocho.

Este sonríe.

—Todavía no, aún hay oportunidad —Mete la mano en su bolsillo y tira una bomba de humo —¡Muévete! —exige.

Levanto a Aleshka entre mis brazos y él ayuda a su hermano, mientras lo sigo por detrás. Entonces sin que el helicóptero nos vea, subimos a un coche y este arranca.

—¿Puedes con un solo brazo? —pregunto desde el asiento trasero, viendo que sigue sangrando.

—Tú cállate y déjame conducir —Acelera cuando ve al helicóptero seguirnos a través del espejo retrovisor —. Maldición.

—Kovalev... —expresa mareada Aleshka —¿En dónde estamos?

—En el auto de Adrik, es que... —exclamo con una sonrisa nervioso.

—Deja de darle explicaciones a tu noviecita y ponte a disparar —El morocho abre un compartimento y me tira un arma específica para darle al helicóptero. Aprovecha y agarra una venda para su brazo —. Hora de acelerar —Sonríe y veo como con su pie presiona con fuerza el acelerador.

Abro la ventanilla y le apunto al vehículo volador, entonces sonrío con satisfacción.

—Como amo estas cosas.

Me río, fijo la dirección de mi objetivo desde la mirilla del arma y me preparo para disparar.

—Hora de hacer ¡Boom! —Presiono el gatillo.

Se escucha la enorme explosión y... ¡En el blanco!