23. Gracias, Aleshka

3.5K 341 9
                                    

La mujer nos señala la habitación y hay un cuarto contiguo para que duerma Taty, está todo preparado justo para nosotros.

—Abres aquí —Señala la puerta del cuarto de al lado —y vas a molestar a tus papis para que no duerman nada.

La pequeña no responde nada y cuando Anfitriona se va, nos mira pensativa.

—Mi papi está en el cielo y mi mami se fue. Esa mujer también dice mentiras —Señala la puerta de salida —los adultos mienten mucho —Parece ofendida.

Se forma un silencio hasta que Aleshka habla.

—Las mentiras no son buenas, pero a veces sirven para evitar un mal peor ¿O es que acaso tú no mentiste para ocultar esa información hasta hoy?

Taty queda sorprendida y yo observándola con desconcierto.

—No puedes decirle eso a un niño.

—Tiene razón —la pequeña me interrumpe con los ojos humedecidos —soy una mentirosa, pero no me quería ir —Se refriega los ojos —no quiero regresar ahí.

—No vas a regresar —exclama la rubia y me señala —porque este te está buscando uno mejor —Me percato, ella se dio cuenta más rápido, habla del orfanatorio —. Además, una niña inteligente no debería llorar, debe planear su estrategia.

Las mejillas de Taty se tornan rojas.

—Me siento agente federal ¿Cómo se hace eso?

—Con seguridad y esfuerzo en ti misma.

La chiquita sonríe con una ternura, que hasta ni se le nota que hace un rato estaba llorando.

~~~

Recuesto a Taty que por primera vez siento que se ha quedado dormida y regreso a la habitación de al lado. Suspiro mirando a Aleshka que se ha puesto su camisón y está sentada en la cama mirando unos papeles, nunca descansa pareciera.

—Ya te vi, deja de babear que necesito silencio —expresa la mujer sin expresión, concentrada en sus cosas, sin siquiera mover la vista de los documentos.

Me río.

—Juro que yo no babeo, al menos no literal —Le quito el papel y levanta esos ojos claros para mirarme —¿Me prestas atención un segundo? Quería agradecerte.

—No es necesario —Alza su mano —. Devuélveme las pistas.

Me siento al lado.

—¿Acaso no tienes otra cosa que hacer que pensar en la misión? —Me acerco a su rostro —Sólo es un rato, una leve conversación. Tanto no pido ¿O sí?

—Adelante, termina de una vez.

Lealtad Tatuada (R#4) [Lealtades #1]Where stories live. Discover now