Can't Hold Us (2T-DM)

Capítulo dieciocho:

18. Al descubierto.

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*Right Now- One Direction*

Cuatro amaneceres más tarde, __________ comenzaba a despertarse junto con los primeros rayos del gran astro. Habían aprovechado la noche anterior gracias a la soledad en la que se encontraron. Charlotte y Tyler habían ido de fiesta, la noche era joven, el deseo fuerte y la oportunidad era una sola. No sabía mucho en qué momento ya estaba sentada en su regazo, un par de besos aquí, un par de besos allá, y luego de ser sólo iluminados tenuemente por la cálida luz de chimenea, siguieron con lo que sus cuerpos demandaban.

Hizo sonar la espalda mientras se estiraba y miró Draco quién aún dormía. Ella sonrió y tomando la almohada en la que él siempre dejaba los brazos, se dispuso, con una sonrisa torcida en los labios, a   lanzarsela en la cara, para despertarlo. Pero no.

Su cuerpo se congeló.

No, no, no.

Aquello debía ser una maldita pesadilla.

Dejó escapar un jadeo de angustia, mientras la rabia y la impotencia crecían en su interior, la tristeza y la decepción también.

Las lágrimas se deslizaban por su rostro y las palabras quemaban en su garganta.

Draco abrió los ojos lentamente cuando no la sintió a su lado, al girar la cabeza, la encontró llorando. Sin saber por qué. Él se sentó en la cama y extendió un brazo hacia ella, con la intención de acariciarle la espalda, pero ella se levantó de la cama y comenzó a negar con la cabeza mientras metía cosas en su baúl, y con un poco de ropa se encerraba en el baño. Alcanzó a ponerse sólo los pantalones, cuando ella salió del pequeño baño hecha una furia.

¿Qué demonios?

Draco se levantó de la cama y tomando su varita, la siguió por la casa.

—¿Qué es lo que está pasándote?- repitió mientras le tomaba la muñeca y la giraba, para que pudiese verle a la cara.

—¡No me toques!— gritó ella, saliendo por el ventanal hacia la playa— ¡Aléjate de mí!

Una vez que él dio un paso fuera de la casa, un fuerte hechizo desmayus, impactó contra el suelo al lado de sus pies. Y los haces de luz, hechizos enviados hábil y eficazmente por _________ comenzaron a atacarlo, haciendo que Malfoy los bloqueara todos, cada vez con más dificultad.

—¡Eres un bastardo! ¡Maldito hipócrita! ¡Imbécil Máximo!— Los insultos salían de los labios de ella con tanta fluidez como los hechizos, al poco tiempo, cuando Charlotte y Tyler les miraban atónitos del balcón y todos los improperios conocidos en inglés se agotaron, siguió gritando en griego antiguo.

Esto no estaba pasando.

No justo ahora.

No justo después de lo que habían pasado.

Comenzó a lanzar hechizos con mayor intensidad, con más fluidez. No le importaba que la sacaran de Hogwarts, la citaran a una reunión en el Ministerio por estar practicando magia fuera de el colegio, especialmente frente a muggles.

No le importaba nada.

—¿Qué pasa contigo?— Le gritó Malfoy, con las mejillas rojas—¿Acaso he hecho algo malo anoche? ¿Te he hecho daño?

No, claro que no había sido el sexo. No había sido nada de lo que él hubiese dicho o hecho. Había sido la Marca de serpiente oscura en su antebrazo izquierdo. Esa cubierta mágica que dolorosa y lentamente se fue internando en su cabeza.