Capítulo ocho:

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8. La primera semana.

Canciones:

*Solider On- The Temper Trap

A la mañana siguiente, nuestra protagonista se levantó junto a Hermione, mucho antes que sus otras compañeras, sin embargo la compañía no les duró mucho, pues terminaron separándose en la Sala Común, donde bajó a desayunar con Seamus.

-¿Está todo en orden?- preguntó el castaño.

-Mmmmm, si.

-¿Entre tú y Malfoy?

-Supongo.

-Sammy ....

-No quiero hablar de eso ahora.- sentenció ella mientras se sentaban en la mesa de Gryffindor.

Después de desayunar, se quedaron sentados en sus puestos esperando a que la profesora McGonagall abandonara la mesa de profesores. Este año, la distribución de horarios, como para todo alumno de sexto, era más difícil que antes, porque previamente la profesora tenía que consultar el resultado cada uno de los TIMOS de cada uno de los alumnos, y confirmar que tuviesen la calificación necesaria para poder estudiar el ramo.

McGonagall dio un par de golpes en una hoja, llenandola de clases, y le tendió el papel a Sam, con una sonrisa casi maternal, llena de orgullo. Ella y Hermione habían aprobado todos los TIMOS que habían rendido con óptima calificación, así que podían estudiar todos los ramos que quisiesen. Teniendo en claro su deseo de estudiar leyes mágicas, Fudge eligió cambiar Cuidado de Criaturas Mágicas por Runas Antiguas.

Y así fue como con Granger, se encaminaron al aula de Runas.

Su primera clase de aquella materia no fue tan malo, si no contamos la larga lista de deberes que el profesor les había dejado.

Eso la llevaba a su segunda clase del día: Defensa Contra las Artes Oscuras, y como desde el primer día en que pisó el colegio, compartían esa materia con Slytherin.

Draco se encontraba conversando con Zabini de mal ánimo cuando Samantha llegó al pasillo fuera del aula. Terminó rápidamente la conversación con el moreno y se dirigió dónde ella estaba. Sam no tuvo como escabullirse, el pasillo entre ellos estaba despejado, así que le sostuvo la mirada mientras las distancias se acortaban. Malfoy sintió el cosquilleo de los celos florecer en la boca de su estómago al recordar cómo la había visto con esa asquerosa fotocopia hace un par de días. Estando uno frente al otro, vió que su mirada se había endurecido, ya no mostraba la misma bondad de antes, ya no era curiosa y adorable. Toda muestra de sentimientos se había borrado de pronto en su rostro. Su novia era un iceberg. La había convertido en algo como él.

Ante la desesperación del momento, juntó ambas frentes, y cerró los ojos, Fudge no se retiró, es más, entrelazo sus manos con una pequeña sonrisa en los labios.

-No sabes cuánto lo siento, yo también estaba molesto, y Pansy...

Ella lo interrumpió con un pequeño beso en los labios, haciéndolo sonreír también. Ella era incomparable, en eso estaba seguro.

Cuando entraron al aula de Defensa, Draco se sentó en una esquina apartada, sabía que Zabini sospechaba algo y, sinceramente, no estaba dispuesto a comprobar o negar sus hipótesis con respecto a lo poco que había dicho en el tren.

Mientras Snpae hablaba, él se dedicó a mirarla. Ella estaba sentada un par de mesas adelante de él, justo en diagonal, así que tenía vista panorámica.

Había crecido unos buenos centímetros este verano, había adelgazado y hasta formado. Claramente ya no era la niña de trece años de la que se enamoró,  ahora era una hechicera de alta calidad que estaba cercana a la mayoría de edad. Su cuerpo estaba organizado, estilizado, como si todo el tiempo hubiese hecho para mantenerse en forma.

Can't Hold Us (2T-DM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora