Can't Hold Us (2T-DM)

Capítulo tres:

3. Callejón Diagon.

Maratón 3/5

Canciones:

*Flawless- The Neighborhood.

* Stay- Rihana.

Distribuido por encargo del Ministerio de Magia.
CÓMO PROTEGER SU HOGAR Y SU FAMILIA DE LAS FUERZAS OSCURAS.
La comunidad Mágica se halla en la actualidad bajo la amenaza de una organización compuesta por los llamados «Mortífagos». El cumplimiento de las sencillas pautas de seguridad que se enumeran a continuación lo ayudará a proteger de ataques a su familia y a su hogar.
1. Se recomienda que no salga sólo de su casa.
2. Se aconseja tener especial cuidado durante la noche. Siempre que sea posible, procure terminar sus desplazamientos antes de que haya oscurecido.
3. Repase las disposiciones de seguridad de su vivienda y asegúrese de que todos los miembros de su familia conozcan medidas de emergencia, como encantamientoS escudo y desilucionador, y, en caso de que en la familia haya menores de edad, la aparición conjunta.
4. Prepare contraseñas de seguridad con familiares y amigos íntimos para detectar a Mortífagos que pudieran suplantarlos utilizando la poción multijugos (véase página 2).
5. Si advierte que un familiar, colega, amigo o vecino se comporta de manera extraña, póngase en contacto de inmediato con el Escuadrón de Operaciones Mágicas Especiales, puede que esa persona podría encontrarse bajo el maleficio Imperius. (véase página 4)

6. Si aparece la Marca Tenebrosa encima de una vivienda u otro edificio, NO ENTRE. Póngase en contacto de inmediato con la Oficina de Aurors.
7. Ha habido indicios no confirmados de que los Mortífagos podrían estar utilizando Inferi (véase página 10) Todo encuentro o toda detección de un Inferius debe ser INMEDIATAMENTE comunicada al Ministerio.

Cuándo Cornelius había terminado de leer el folleto, Sam se desperezó, estirando sus brazos sobre su cabeza. Era la décimo sexta vez que escucha/ leía aquel fastidioso folleto.

Su madre, su padre, Remus, los padres de Seamus, Seamus y otra larga lista más de sujetos con la cual habia 'practicado contraseñas' y 'establecido puntos de encuentro'.

Su padre le había recalcado un par de veces todas las señas y contraseñas que deberían decir cada vez que se vieran, su hija asintió mientras miraba la hora, tratando de pasar desapercibida. Remus la vendría a buscar a casa de su padre en un par de minutos para ir al callejón Diagon a hacer las compras y diligencias previas a su sexto año en Hogwarts.

-¿Te llegaron los resultados de los TIMOS?- preguntó Cornelius luego de que su única hija empezó a comer una manzana.

-9 Extraordinarios, 1 Supera Las Expectativas.

-¡Te fue de maravilla! ¡Estoy muy orgulloso de ti!

Sam le dedicó una sonrisa mientras desviaba su atención a las llamas de la chimenea, que cambiaban de color, mostrando a un demacrado Remus Lupin, quien cada vez estaba más delgado y deprimido; le habían salido más canas y vestía ropa holgada.

Luego de despedirse de su padre, tomada del brazo de Remus, realizaron una aparición conjunta en el Caldero Chorreante.

Era un día oscuro y nublado, logrando que a ambos  le sacudiese un escalofrío debido al cambio de temperatura. Remus saludó al tabernero, Tom, y luego se dirigieron al pequeño patio trasero. Lupin levantó su varita y dio unos golpecitos en un determinado ladrillo de la pared, que se abrió al instante para formar un arco que daba a una tortuosa calle adoquinada. Traspusieron la entrada, se pararon y miraron alrededor.

El lugar había cambiado: las llamativas y destellantes vidrieras donde se exhibían libros de hechizos, ingredientes para pociones y calderos ahora quedaban ocultas tras grandes carteles morados del Ministerio de Magia, en su mayoría, copias del folleto de seguridad. Algunos carteles tenían fotografías de los mortífagos que andaban sueltos. Verlos ahí, luego de haber luchado contra ellos hace tres meses atrás, hizo que Sam sintiese una ansiedad terrible.

-Necesito una túnica nueva- se apresuró en decir ella.

-Claro, has crecido unos buenos centímetros estás vacaciones. ¿Madame Malkin te parece bien?

-Siempre.

Cuando llegaron al lugar, se encontraron con Hagrid, quien vigilaba fuera de la tienda mientras Harry, Ron y Hermione estaban dentro. Sam entró sin hacer mucho ruido, feliz de poder reencontrarse con sus amigos.

-Hagrid me dijo que...- la voz de Fudge no se había oído, ya que el trío de oro se encontraba discutiendo con nadie más y nadie menos que con Draco y su madre.

-¿Lo dice en serio?- le desafió Harry a Narcisa, acercándose a ella- ¿Qué piensa hacer? ¿Pedirle a algunos Mortífagos amigos suyos nos liquiden?

La boca de Samantha se abrió un poco. Por Merlín Harry.

Madame Malkin soltó un gritito y se llevo las manos al pecho.

-Chicos no deberían acusar... Es peligroso decir cosas así. ¡Guarden las varitas por favor!

Harry, que estaba de espaldas a Samal parecer no la bajó, Narcisa esbozo una sonrisa.

-Veo que ser el favorito de Dumbledore te ha dado una falsa sensación de seguridad, Harry Potter. Pero él no estará siempre para protegerte.

-¡Ahora no lo veo por aquí!- exclamó Harry, mirando con sorna a su alrededor- ¿Por qué no lo intenta? ¡Quizá le encuentren una celda doble en Azkaban y pueda ir a hacerle compañía al fracasado de su marido!

Draco, furioso, se intentó abalanzar sobre Harry, pero tropezó con el dobladillo de la túnica. Ron soltó una carcajda.

-¡No te atrevas a hablarle así a mi madre, Potter!

-No pasa nada, hijo- intervino Narcisa poniéndole una mano de delgados y blancos dedos en el hombro de Draco para sujetarlo- Creo que Potter se reunirá con su querido Sirius antes de yo vaya a hacerle compañía a Lucius.

Madame Malkin tibuteo un momento y decidió comportarse como si nada hubiese pasado. Se inclinó hacia Draco, que todavía miraba con odio a Harry, y dijo:

-Me parece que tendríamos que acortar la manga izquierda un poquito más, querido. Déjame...

-¡Ay!- chilló Draco, y retiró de un tirón su brazo izquierdo- ¡Cuidado con los alfileres, señora! Madre, creo que no quiero ésta túnica...

Se quitó la prenda por la cabeza y la arrojó al suelo, a los pies de Madame Malkin. El mero hecho hizo que la sangre de Sam hirviese.

-Tienes razón, hijo- coincidió Narcisa y le lanzó una mirada a Hermione- ahora veo la clase de gentuza que compra aquí. Será mejor que vayamos a Twilfitt y Tatting.

Madre e hijo se dieron vuelta para poder salir del lugar. El adolescente, alto, de rostro anguloso de tez pálida, y un par de ojos grises se paró en seco cuando vió a su novia mirándolo con decepción desde la puerta. Sin dirigirles ninguna palabra, Fudge cruzó el umbral de la puerta y obligó a su padrino a caminar más rápido y en otra dirección.

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