Volvimos a su cuarto, él colocó su laptop sobre la cama y luego me hizo ver una película extranjera. Nunca fui fanático del cine extranjero y menos del francés, no me gusta el francés, nunca me ha gustado el francés y nadie ha podido hacerme cambiar de opinión, ni siquiera Gerard. No sé por qué el idioma me desagrada tanto, pero es algo personal y también raro, aunque sé que no soy el único al que le pasa, una vez tuve un amigo a quien le desagradaba el japonés y le aturdía sólo escucharlo (Mikey lo habría odiado), bueno, a mí me pasaba eso con el francés. Cuando vimos Call Me By Your Name toleré el francés porque también había italiano y el idioma que predominaba era el inglés, no era como que tenía que pasar toda la película escuchando ese idioma que tanto me molestaba.

Me hizo ver una película llamada "Sans Toit Ni Loi ", Gerard me explicó que era una película de una directora francesa muy reconocida llamada Agnès Varda, una de las pioneras del cine hecho por mujeres en Francia, también me explicó que sus películas son arte puro. Tenía descargada la película y cuando abrió la carpeta en la que se encontraba, me fijé en que tenía más películas extranjeras, algunas que tenían por título palabras en idiomas que nunca podría detectar porque para mí, parecían letras colocadas al azar. De nuevo, me sentí demasiado común y corriente para él.

Al igual que pasó cuando Mikey me hizo ver anime, traté de ser condescendiente, mostrarme entusiasmado y tratar de prestar atención y no bostezar ni una sola vez y tampoco mostrar mi desagrado ante el idioma... Pero no sé en qué momento terminé quedándome profundamente dormido.

— ¿Cuánto tiempo llevo dormido? — Pregunté.

— La película dura una hora y dieciocho minutos. — Respondió sin dejar de acariciar mi cabello. — Te dormiste a los veinte minutos y la película en sí terminó hace bastante rato. — Me regaló una hermosa sonrisa. — Si te aburren esta clase de películas, tenías que decirlo.

— Es que soy condescendiente.

— No tienes por qué serlo conmigo, Frankie. — Se dio cuenta de la forma en la que lo miraba, creo que las miradas te delatan y dejan en claro lo que estás pensando sin necesidad de que hables. — ¿Qué tanto me miras?

— Eso debería preguntarte yo a ti. — Reí. — Siempre estás mirándome.

— Porque siempre he sentido atracción por las cosas hermosas, por eso siempre estoy mirándote.

— Entonces creo que podría decir lo mismo.

— Tienes la carita más linda del mundo. — Yo continuaba acostado mientras que él estaba sentado junto a mí sin dejar de mirarme. La mano que estaba acariciando mi cabello pasó a acariciar cada extensión de mi rostro con la yema de sus dedos. — Me gustan tus ojos, son preciosos, son del color más bonito que he visto.

— Estoy seguro de que en el mundo hay millones de personas con ojos avellanas, Gee.

— Pero no como los tuyos... Quiero pintar tu rostro, y cuando lo haga, me tomaré mi tiempo con tus ojos, estoy seguro de que me costará escoger los colores correctos y capturar su perfección al máximo, quiero hacerle justicia a esos ojos, quiero hacerte justicia al retratarte, Frank. También me gusta mucho tu nariz y me gusta cómo se ve decorada con ese aro. — Sus dedos índices pasaron suavemente a lo largo de mi nariz, luego se movieron hacia mis mejillas y pararon a acariciar mis labios. — También amo cómo se ve ese otro aro en tu labio inferior... Amo tus labios, me gustaría besarte de nuevo.

Iba a responder algo como "entonces hazlo", pero no hizo falta, él dijo que quería besarme de nuevo y lo hizo, estuve feliz de recibir sus labios sobre los míos, este segundo fue mucho más profundo y explosivo que el primero, tampoco fue tan breve.

Path(po)etic; FrerardHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin