하나.

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Jungkook.

Hoy, un día común como otro cualquiera. Mis horarios de la Universidad contrastan mucho con mis horarios de trabajo en el aeropuerto.
Por suerte tengo a Seokjin, quien se encarga de cubrir mis turnos cada que puede. Realmente no sé qué haría sin mi mejor amigo de hombros anchos.

Derrepente un pequeño puesto de café en el aeropuerto no sea la gran cosa, pero el padre de Seokjin me hizo las cosas muy fáciles para obtener aquel pequeño stand. Además en el aeropuerto llegan de todo tipo de personas, hasta algunas de ellas pagan más de lo que cuesta un simple cappuccino. Lo cual me ayuda bastante económicamente para ayudar a mamá en algunas compras de la casa, o pagar algunas cosas de Universidad que me piden, sin necesidad de pedirle dinero a ella.

-—¡Llegué!—Aviso cerrando la puerta tras mío mientras me quito la polera que traía puesta, colgándola con los demás abrigos.

Veo la luz de la cocina encendida dándome a entender que ella está ahí, pero por alguna razón no responde.

—¿Ma?—Camino a paso lento, guardando mis llaves en mi bolsillo.

La encuentro sentada con el teléfono en la mano, sin prestar atención a mi presencia. Su mirada es seria hacia algún punto imaginario.

—Sí.—Dice ella, a quién quiera que esté al otro lado de la línea.—Prefiero no involucrarlo en esto, él y yo estamos bien aquí.—Habla de manera seca. ¿Está hablando de ambos?—No... Bien, enviaré ese papel con mi firma. Sí, también la de él, sí... Está bien, adiós.

Cuelga el teléfono y suelta un enorme suspiro. Cómo si hubiere estado aguantando mucho tiempo la tensión.

—¿Cómo carajos consiguió mi teléfono?—Reniega para ella misma.

—¿Quién era?—Pregunto desde el marco de la puerta que da a la cocina, aún sin entrar.

Ella se sobresalta y voltea a mirarme.

—Oh, cariño... Nadie, no era nadie...

Mamá, escuché la mayoría de la conversación... Nos mencionaste a ambos. Tiene que ver conmigo ¿Cierto? Suéltalo ya.—La observo nerviosa mirándome a mí y al suelo a la vez.

Escucha, kookie. Si era sobre nosotros, pero no es nada que importe saber, solo... Olvida lo de hace un rato.

Tú no me esconderías cosas.¿Cierto?—Le dedico una mirada más calmada.—Así como yo no lo hago contigo. Nos tenemos el uno al otro mamá, siempre a sido así.

Unos segundos en silencio bastan para que ella hable.

—Era tu padre.

En cuento oigo esa palabra mi cuerpo se tensa. ¿Hace cuanto no había escuchado de él?

—¿Qué... tiene que ver él con nosotros?

Quiere verte.—Suelta un largo suspiro.—La empresa Kim, por derecho te pertenece a tí y a tu hermano. Pero él ya estaba haciendo el trámite para que Taehyung toma el puesto... Y le están denegando el paso, ya que tú debes pelear por el puesto también.

—Ya veo...—Trato de procesar todo lo que ella acaba de explicarme. ¿Tengo pelear por el puesto de la empresa con Taehyung?

Taehyung, vaya... tampoco escucho su nombre hace mucho. ¿Qué es de él?

Hijo... No te preocupes, solo firmaremos unos papeles que le darán todo el paso a Taehyung para ser el nuevo jefe. ¿Si?—Habla con calma.—El ambiente de ellos es ahí en la empresa, nuestra vida está aquí, no en Seúl. Ya no tenemos nada que ver con ellos ni ese mundo.

A coffee before fucking. [ taekook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora