Capítulo 72.

276 14 8
                                    

Narrador:

Aquella mañana abrió los ojos, tenía la sensación de que había estado durmiendo mucho tiempo. Una luz le dio de pleno cuando los termino de abrir, entonces volvió a bajar de su nube.

Seguía en ese sitio.

El olor que desprendía inundo sus fosas nasales de un suspiro, le dieron arcadas al instante. Intento levantarse de dónde estaba, pero fue casi imposible, su cabeza no paraba de dar vueltas, era horrible y quería que parase.

Se quejo en cuanto se tocó la frente, enseguida escucho una voz.

-_____, ¿eres tú? - escucho la voz de su amiga.

-Sí. - tardo en contestar. Seguido un sollozo.

-Gracias dios, pero no pienso hacerme monja. - intento reír ante el comentario de su amiga, pero fue casi imposible.

El silencio se hizo presente cuando se escucharon unas pisadas lo suficientemente fuertes como para que las dos chicas lograran escucharla. Luego una puerta abriendo y cerrándose en cuestión de segundos.

-¿Sabes si se despertó ya? - escucho esas voces que tanto deseaba olvidar para siempre.

-¿Qué te piensas que vamos a ir a ver?

Quiso cerrar los ojos, pero ya era tarde, la habían visto.

-Hombre, pero si estas vivas. - Río Alan acercándose a ella. - ¿Te duele algo? - pregunto frío, su tono cambio por completo.

-Como si te importara.

-Buen punto. - se arrodillo quedado lo suficientemente cerca de ella como para que lo escuchara incluso si susurraba, que fue lo que hizo. - El problema es que, si no sales de aquí con vida, nosotros tampoco.

-Voy a avisar a Pablo, tiene que saber que está bien. - Alan asintió con la cabeza.

Alan se levantó y camino para sentarse en la puerta de aquel oscuro cuarto.

-¿Tu amigo? - Pregunto la chica mirándolo fijamente, se intentó sentar ayudándose de sus manos.

-¿Anthony? - Ella asintió – Pablo lo mato al enterarse de lo que tenía pensado hacer con ustedes.

Logro sentarse, pero el mareo la inundo por completo. Fue entonces que recordó todo, había intentado escaparse, pero se había caído en el intento.

-¿Por qué no me dejaste morir? - Los ojos del chico se habían tornado de un color oscuro, daba miedo.

-No quería morir. - fue lo único que contesto.

No dijo nada, solo necesitaba que la cabeza dejara de darle tantas vueltas.

-¿Cuándo nos vais a soltar? - volvió a preguntar.

-Me estas hartando con las preguntitas.

Alan se levantó en cuanto vio a Pablo acercarse.

-Buenos días bella durmiente. - río mirándola. - ¿Con que intentándote escapar? Lo vuelves a intentar y te aseguro que no vuelves abrir esos ojos nunca.

-Me harías un favor, así os dejo de ver para siempre.

-En dos días vas a ver a alguien muy importante, ¿podrás esperar? - los latidos de la chica se volvieron más rápidos.

Alan abrió los ojos como platos al escuchar las palabras de Pablo.

-¿Cuánto tiempo estuve así?

-Casi dos semanas, vino un médico a verte, pero, ya no está entre nosotros. - Junto las manos como si estuviera rezando, cerró los ojos y negó con la cabeza. - Tu novio debe de estar preocupado, hace dos días lo vi por la calle, que pena de chico. - Hizo un puchero. - Oh, mira lo que me dio para que te encontrara. - Le enseño un cartel con una de sus fotos en él.

Todo es posible - Cameron Dallas y TuWhere stories live. Discover now