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Hacia un frío que te helada los huesos, y ambos lo sabíamos pero aún así nos dispusimos a tener nuestra cita.

--¿Segura no quieres regresar? -a penas le preste atención a mi novio, pues el volumen de la música me lo impedía.

--Segura -respondí asintiendo

Sergio estaba tomando mi mano, y de vez en cuando me daba dos ligeros apretones. Uno seguido del otro.

--¿Primero casa del horror o montaña rusa?

--¡Montaña rusa sin duda! -bufó frustrado.

Me dió ternura ese gesto, últimamente le ponía mucha atención a sus gestos.

--Sé que no te gusta la oscuridad, así que montaña será

--Nicole, si a ti te gusta la casa del horror, yo puedo hacer un esfuerzo -me da un intento de sonrisa

--No sé trata de que sufras por verme feliz. Así no son las cosas... -aprito con ternura su mano, Sergio abre la boca para decir algo pero la cierra de inmediato.

Mientras caminamos hacia la montaña, veo sus hombros tensos, su mandíbula apretada y su mirada perdida.

Este chico está raro, qué curioso si venía bien.

--¿Ya abrochaste tu cinturón preciosa?

--Si -le sonrió. Sergio se acerca y me besa con dulzura.

Segundos después de que nos separamos de aquel beso, el juego mecánico empieza.

Si fuera una chica delicada diría que el aire frío golpeando mi cara y revolviendo mi cabello, no era de mi agrado y que moría de miedo.

¡Pero no!

De verdad estaba disfrutando esto, al igual que el chico a mi lado.
Tenía una gran sonrisa en su ro
Al principio la velocidad es aceptable, pero va aumentando y no ayuda el que esté haciendo mucho aire.

El frío viento golpea mi cara y revuelve mi cabello.
Sergio sufre igual que yo con sus rizos que ahora lucen más despeinados.

Cuando el carrito baja de golpe un grito sale de su garganta.
La adrenalina corriendo por nuestras venas.

El juego finaliza.

--¡Fue increíble! -grito entusiasmada, él me observa sonriendo con un ligero brillo en sus hermosos ojos oscuros.

--Es increíble porque tú estabas a mi lado -su comentario me toma por sorpresa haciendo que me sonroje

--Sé te ve bien el rojo -arquea una ceja juguetón

--¿O sea que quieres que me pinté el cabello de rojo? -decido cambiar de tema antes de terminar roja como si me hubieran embarrado salsa de tomate

Tomate...
Salsa...
¡Hot dog!

--Si quieres pintarlo... Pero ya eres hermosa, preciosa, perfecta tal cual estás... -y el pensamiento del hot dog desaparece con sus palabras.

--Eres muy lindo -las palabras salen de mi garganta con total sinceridad.

--Tú me haces ser así -se encoje de hombros

--Vamos por un hot dog -Sergio hace una mueca divertida, toma mi mano y vamos hacia la felicidad.

¡El puesto de hot dogs!

Pedimos nuestra comida y nos dirigimos a una mesa hecha con troncos de madera.

--¿Esto cuenta como nuestra primera cita oficial? -pregunta Sergio echándole rajas a su hot dog

--No lo sé. Pero es la primera donde no peleamos, ambos nos divertimos y... Creo que es la más honesta

--¿Honesta? ¿Alguna vez te he mentido?

--No. Me refiero a que siempre me decías exactamente que querías acostarte conmigo. Y hace tiempo que no me lo dices... -sus hombros se tensan, su mirada cae al piso mientras parece pensar algo.

--Pero aún quiero hacerlo contigo... -responde luego de un pequeño silencio incómodo.

--Pero si no me lo has dicho es porque el sexo pasó a ser secundario entre nosotros. -él ríe nervioso y menea la cabeza.

--¿Qué tal tu hot dog? -pregunta cambiando de tema rotundamente

--Delicioso, hacía mucho tiempo que no comía uno -recuerdos llenos de nostalgia inundan mi cabeza.

Terminamos de comer en silencio, pero no incómodo.

--¿Ya quieres que te vaya a dejar a tu casa?

--No -Sergio sonríe y niega con la cabeza divertido

--¿Ya no te puedes separar de mí?

--Si puedo pero no quiero -parece haberse quedado sin palabras, pero reacciona de inmediato.

--Ya lo sé -responde egocéntrico.

--Es broma. Ya caminos -por sus ojos pasa la decepción pero termina aceptando

Comenzamos a caminar hacia la salida, no dice nada y tampoco me mira.
Tiene la mirada clavada en en suelo, las manos metidas en las bolsas de sus jeans, los hombros medio caídos y sus rizos le tapan la mitad de la cara.

¿Y a este que le pasa?

Lo codeó divertida, pero solo consigo que enderece un poco la cabeza y levanté las cejas.

--¿Todo bien? -él suspira y toma su postura de siempre.

--Por supuesto ¿Por qué no debería?
-responde con tono defensivo.

--Tranquilo, solo que te veo... Raro
-él me sonríe y toma mi mano.

Llegamos a mi casa

--Aquí te dejo o el baboso de tu hermano va a querer romperme la cara -arrugo mis cejas confundida.

Antes Sergio hubiera hecho caso omiso de que mi hermano lo quisiera golpear...

--De acuerdo. Y gracias por la cita, fue increíble -una sonrisa se extiende en su rostro

--No tienes que darme las gracias, yo igual lo pasé genial. Buenas noches preciosa -besa mi mejilla.

¿Por qué me besó en la mejilla y no en la boca?

--Te veo mañana Sergio -esta vez decido tomar yo la iniciativa. Así que me pongo en puntas y tomo su rostro entre mis manos, pego mis labios a los suyos en un beso.

Sergio me sigue el beso sin pensarlo.

--¿Y eso a que se debió? -pregunta con una media sonrisa

--Te quiero demostrar que yo igual puedo desearte -su sonrisa se hace más grande.

Últimamente sonríe más

--Me queda claro. Te veo mañana preciosa -me suelta para dejarme entrar

--No llegues tarde -le guiño el ojo

--Te quiero preciosa -lo dice tan bajo que dudo en saber si quería que lo escuchará.

Pero no me giro a él, si lo dijo ya es un gran avance y no lo pienso presionar.

Entro a casa y lo primero que veo es a mi madre con los brazos en la cintura y esa terrible expresión que solo puede significar algo malo.

N/A:
Hello!
Ojalá estén súper bien ;)
Pues aquí les traigo un cap 😘

¡Golpe bajo, preciosa! (En Edición) Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz