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No me siento capaz de poder articular palabra y eso me frustra.

--Un hola Sergio, te pusiste más bueno, sería suficiente -habla con arrogancia y siendo consiente de lo que causa en mí

--Hola -le sonrió insegura, no la había visto por 4 meses y tenerlo cerca me afecta un poco

--Sigues igual de preciosa -me guiña un ojo

--Puedo decir lo mismo -le sonrió coqueta, sus cejas se elevan con picardía y en un abrir y cerrar de ojos ya tiene sus manos en mi cintura y mueve sus labios sobre los míos.

Entre besos cortos y largos, me siento feliz.

Muy a mi pesar me separo de él porque Dylan puede llegar en cualquier momento.

--Es injusto que ya no me quieras besar luego de no vernos por cuatro meses... -frunce su ceño fingiendo estar molesto

--Dylan puede llevar en cualquier momento --Sergio rueda sus ojos y quita sus manos de mi cintura

--Viniste por ese idiota -asiente molesto

--Me mando mensaje...

--¡Yo mandé el puto mensaje! -¿Que?

--¿Tú? -él asiente y saca su celular

--Le robe el chip de su celular a Dylan y se lo puse a uno que tenía por ahí... --ah, ya entiendo. Quiero mirarlo de manera molesta, pero una parte de mí se emociona al saber que me busco, me quería ver.

--¿Por qué no lo hiciste desde tu celular? -cuestiono cruzandome de brazos

--Quiero misterio Nicole -un cosquilleo se apodera de mí al escuchar salir mi nombre de sus sexys labios

--No me buscaste... -no quiero sonar ardida y mucho menos necesitada, pero una parte de mí quiere reclamarle

--¿Tenía que hacerlo? -enarca una ceja. Vaya, sigue siendo el mismo idiota

--Me ayudaste con los chicos drogados... Creí que te preocupaba.

--Te ayude porque sé que no es agradable ver a adolescentes drogados. Hubiera hecho eso por cualquier ser humano -se encoje de hombros con expresión de indiferencia

--¿Que te pasa? -le pregunto molesta por la forma en que me está tratando

--Nada. ¿Que te pasa a ti? --me responde con una pregunta, su voz suena irritada

--A mí no me sucede nada, pero la verdad es que no te entiendo...

--No, tú te estás confundiendo. Sabes que yo no quiero nada serio contigo y me reclamas como si mi obligación fuera buscarte y cuidarte. Lo que hice fue porque soy buena persona no porque te ame. Así que no me reproches como si fuéramos una pareja formal -me enfrenta a la cara.

Éste no es el Sergio que yo dejé cuatro meses atrás...

--Bien, pues vete a la mierda -suelto enojada, no parece sorprendido solo asiente y sonríe burlón.

--Ya nos habíamos mandado a la mierda el día que te dije que hicieras tu vida y olvidarás el pasado. Basta Nicole, cortemos esto...

--¿Cortar que? Tú mismo lo dijiste, no somos nada --hablo con dureza y puedo notar una leve decepción en sus hermosos ojos.

--Bien. Sigue con tu vida Nicole -se acerca a mí y deja un tierno beso en mi frente.

¿Quien carajos lo entiende?

Sergio se aleja y lo pierdo de vista.
Yo no regresé para dejarlo ir...
Un momento ¿Que dije?
No debería interesarme si me deja, después de todo él solo es mi plan de venganza.

Regresó a casa, me recuerdo un poco y alisto mis cosas para el día siguiente

Mi entrada vuelve a ser tirunfal, de nuevo tengo las miradas de los chicos sobre mí y las de las chicas (que la mayoría son despreciativas) también se posan en mí.

--Hola Nikky --Dylan aparece frente Ami, lleva un lindo suéter verdad y unos pantalones oscuros. Se ve guapo

--Hola -saludo de regreso

--¿Podemos vernos en mi casa saliendo de la escuela? -pregunta tímidamente mientras sus manos juegan son el borde de su suéter, Dylan siempre ha sido un chico muy tierno.

--Si ¿Quieres que te ayude a estudiar en algo? --me parece raro ya que Dylan es listo, él niega con la cabeza y sonríe. El timbre suena, los ojos de Dylan están sobre mis labios y de repente me siento nerviosa. Dylan deja de pensarlo y se acerca a mí decididamente, toma mi rostro entre sus manos y une nuestros labios.

La sensación de familiaridad me recorre, y sin querer evitarlo le sigo el beso.

Creo que Dylan iba a ser uno de esos chicos, que jamás se superan.

Nos separamos por falta de aire, siento algunas miradas sobre nosotros pero ambos las ignoramos.
Se despide con gesto de mano y camina hacia su clase.

Me giro por inercia y me topo con su penetrante mirada.
Los ojos de Sergio están sobre mí sin discreción alguna, luce molesto.
Muy molesto, su mandíbula está apretada y parece estarse controlando para no hacer algo de lo que se pueda arrepentir.

Sin decirle nada me dirijo a mi clase.

Las clases pasan monótonas como siempre.

Llego a casa y para mi sorpresa Jaden está en la sala, parece estar perdido en sus pensamientos ya que ni siquiera nota mi presencia.

--Hola Jaden -saludo tímida, últimamente no se qué reacción podría tener Jaden.

--Hola Nikky -me sonríe feliz, tranquilo y amable, ok, que raro

--¿Estás de buenas? -él asiente y suspira

--Tú y yo tenemos que hablar hermana. Tengo tanto que decirte... -suspira y pasa a mi lado no sin antes detenerse frente Ami y besar mi frente.

Luego de eso, sale de la casa.

Subo a mi habitación y me preparo para ir a ver a Dylan.

Salgo de casa y me dirijo a la suya.
Al primer toque un muy apuesto Dylan me abre la puerta.

--Eres puntual Nikky -sonrie ilusionado y mi corazón da un pequeño vuelco.

--Todo sea por ti -respondo inmediatamente sin saber por qué.

--Ven -toma mi mano y nos dirigimos escaleras arriba.

Llegamos a su habitación, entramos y Dylan se sienta en su cama, indica un lugar junto a él y no tardó en sentarme a su lado.

Dylan comienza a besarme, yo le respondo. Una parte de mí lo había extrañado.
Y entre besos y besos termino en el regazo de Dylan, besándonos ya descontroladamente.

--Si no quieres no es necesario -Habla Dylan con la respiración irregular

--Si quiero Dylan -respondo, él luce sorprendido pero sigue con lo suyo.

Dylan desliza sus manos dentro de mí blusa y comienza a subirla. Entro en pánico y lo frenó.

Él me mira desconcertado.

¡Golpe bajo, preciosa! (En Edición) Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα