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Jaden nos deja solos, quedando Dylan y yo en un incómodo silencio.

--Había venido hace rato pero no pude encontrarte ¿Puedo saber dónde estabas? -mis ojos se abren exageradamente por su pregunta.

--Estaba comprando golosinas -le sonrió, el me da una sonrisa de boca cerrada y niega con la cabeza.

--Buen intento pero tú odias los dulces -se acerca más a mi tomándome desprevenida.

--Era para ver si habías olvidado mis gustos -respondo nerviosa, de repente con la respiración acelerada.

--No podría olvidar nada de ti, aún te amo. -esas palabras quedan rondando en mi cabeza, salgo de mis pensamientos cuando siento los labios de Dylan sobre los míos, solo es un roce.

Joder, sí que lo había extrañado.

--¿Aún sientes algo por mi? -Pregunta Dylan poniendo cierta distancia entre nosotros.

--Si -respondo mirando sus dulces labios.

--¿Me extrañaste todos estos meses? --había olvidado su lado seductor, asiento deseando sentir sus labios presionados a los míos.

--Dylan... Te amo. -una sonrisa dulce se dibuja en su boca, toma tiernamente mis mejillas entre sus manos y me besa.

Él era el chico que amaba, de eso estaba segura. Pero sentía algo raro ahora que lo besaba, faltaba algo...

--¿Podemos intentarlo? -sus dulces ojos verdes estaban fijos en mi rostro, nervioso por la que pudiera ser mi respuesta.

--No --claro que quería intentarlo, pero primero Sergio tenía que pagar.

--¿Por qué no? -lleva ambas manos a su rostro, suspira frustrado

--No ahora Dylan, dame tiempo -quiero asegurarle que vamos a estar juntos, que es cuestión de tiempo.

--No te entiendo, Nicole ya no sé qué soy para ti, pero si te estás vengando...

--¡No Dylan! No es venganza, es cuestión de que me comprendas un poco -le hablo un poco molesta, cierra sus ojos y aprieta sus puños, jamás lo había visto tan enojado.

--Te entendería si confiarás en mí y me dijeras que pretendes, que te sucede... Qué sientes. --lo último lo dice con un toque de melancolía

--¿No es claro lo que siento por ti? -le pregunto sonriendo, Dylan niega sin gracia alguna.

--Me va a quedar claro que me quieres, cuando seas clara respecto a Roggers --la mención de Sergio me acelera el corazón, no me mal interpreten.

Me pone nerviosa por su salud, nada más.

--No entiendo que tiene que ver Sergio

--Que últimamente parece ser tú prioridad, tú chico herido... -el sarcasmo en su voz me enoja, no tiene porqué meterse con Sergio.

--Cállate Dylan --hablo lentamente tratando de controlarme

--Es la verdad, tú maldito chico suicida te preocupa más que nada, parece que son ese idiota no vives -y no sé qué pasó, pero la furia se apoderó de mí y estampe mi mano en su mejilla.

Dylan tocó sorprendido su mejilla, apretó los labios y salió de mi casa sin decir una palabra.

¿Cómo sabía lo de Sergio? Y lo más raro ¿Por qué me había molestado tanto que hablará así de él?

Terminé el maldito proyecto yo sola, no quería reprobar.

Decidí que sería mejor dormir temprano para descansar bien y olvidar todo el drama de hoy.

Era viernes y lo qué más deseaba era que el sábado llegará para dormir todo el día sin ser molestada por nadie.

--Hola zorra -una chica morena de nombre Layla pasó a mi lado susurrando su ofensivo apodo hacia mí.

--¿Me dices zorra porque yo sí hice feliz a tu novio? -le pregunte luego de que ella ya había avanzado casi todo el pasillo, se volvió hacia mí, matandome con la mirada.

--¿Que dijiste perra? -se paró frente a mí, me sacaba como 5 centímetros, pero era muy flacucha.

--Pregunte que si me llamaste zorra, solo porque yo le di algo a tu novio que tú nunca pudiste, o simplemente soy mejor que tú en eso y por eso me prefiere -le sonrió de lado burlándome, sus ojos inyectados de odio.

En realidad ni siquiera sé quién es su novio, solo la he visto un par de veces y no tenía idea de qué mierda hablaba, pero hoy no era mi día y ya estaba harta de que me juzgarán solo porque no tenían algo mejor que hacer.

--A ver si aprendes a no meterte con lo ajeno, plática -y sus manos de chica salvaje fueron violentamente a mi cabello, jalando con fuerza.

--¡Suéltame! -grité tratando de liberarme de ella.

--Ojalá tú hubieras soltado a mi hombre -y jalaba con más fuerza.

--¡Layla, sueltala ya! --su voz se hizo presente, las miradas ya estaban sobre nosotros.

--Dejame acabar con ella, por su culpa tú y yo nos separamos -sus rodilla iban directo a mi cuerpo, cuando un chico la tomo de la cintura alejándola de mí.

--¿Estás bien? --Dylan lucía asustado y nervioso, jamás supo reaccionar en momentos así.

--Llévate a Layla Jorge -ordeno Dylan, el chico que sostenía a Layla obedeció, y se le llevo mientras nos insultaba.

--No tenías que defenderme -hable agachando la cabeza para ocultar las lágrimas.

--Ella pudo dejarte sin cabello --no se escuchaba molesto por lo de ayer, ni dolido.

--¿Por qué me defendiste cuando te trate mal? ¿A ti que te importa que una de las conquistas de Sergio me deje pelona? -una risa amarga sale de su garganta.

--¿Crees que ella es conquista de Sergio? -parece ofendido, asiento dudosa. 

--¿Dylan? -lo llamo ya que de repente se perdió en sus pensamientos.

--Layla salía conmigo pero yo la termine porque le dije que sentía cosas por ti, por eso lo que te dijo. Pero tú de inmediato pensaste en Roggers lo cual solo me confirma que ustedes tienen algo. Y que ya te perdí... --me da una mirada triste y luego se aleja.

Los gritos de las chicas se hacen presentes, pongo atención a lo que ellas exclaman emocionadas.

Y tenía que ser, Sergio Roggers entrando al instituto, con una chica de la mano.

Un malestar recorre mi cuerpo, observó detenidamente a ambos esperando que Sergio sienta mi mirada y voltee.

Pero eso nunca pasa, sus ojos nunca me buscan, parece demasiado entretenido con aquella chica. Hablando y coqueteandose.

Y yo aquí como la idiota, la que rechazó y golpeó al chico que ama por defenderlo a él, que corrió al hospital y se preocupó.

Y ahora sí estoy más decidida que nunca, Sergio Roggers va a sufrir, parece muy difícil, pero de eso yo me encargo.

NA:
Otro cap, ojalá les guste. Perdón los errores, en cuanto pueda los corrijo.
:D

¡Golpe bajo, preciosa! (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora