--¿Qué pasa? -Pregunta Dylan con el ceño fruncido en muestra de confusión
--Yo... -no quiero que veas mi cuerpo, no esa parte que me recuerda lo obesa que un día fui.
--¿Tú estás seguro de querer hacerlo? -le pregunto para desconcertarlo, Dylan asiente.
--Claro que quiero, Nikky aún te amo... -sé que sus palabras son sinceras, pero me da miedo que al ver esas rayitas, le de asco.
--Creo que no estoy lista -susurró
--Es por él ¿Cierto? -suspira rendido para luego acomodar su ropa.
--¿Sergio? Él no tiene nada que ver...
--¿Lo amas? Sé sincera, por favor.
--No. Dylan yo aún te amo a ti... -él ríe con sarcasmo y niega con la cabeza.
--Puede que me ames, pero no puedes negar que Sergio causa algo en tí lo suficientemente fuerte como para que no te entregarás a mí. -la seriedad en sus palabras duele, me niego rotundamente a eso.
--No siento nada por él -me cruzó de brazos indignada pero a Dylan mi respuesta parece darle igual.
--Pues no te creo Nikky. ¡Mierda! Perdón -y sale de su habitación...
Dylan se encerró en su baño y nunca se digno en salir para que pudiéramos hablar tranquilamente como personas civilizadas.
Así que no tuve más opción que irme.
--Nicole ¿Podemos hablar? -la repentina voz de Jaden me saca de mis pensamientos
--¿De que? ¿Vas a decirme lo mierda que soy? ¿Vas a criticarme? ¿¡Vas a decirme lo que piensas que siento!? -grito enojada y tratándome mis lágrimas por orgullo.
--No... ¿Quien te ha hecho todo eso? -se dirige a mí con intención de tocarme pero me alejo de él
--Tú, el único que creí que nunca me lastimaría... -los ojos de Jaden se cristalizan pero no dice nada
--Lo siento tanto... -susurra mientras lágrimas ruedan por sus mejillas
--Tus comentarios hirientes no se borran con un maldito "lo siento" -y subo a mi habitación dejándolo consternado.
Los días de escuela, bendita tortura ¿No?
--Oye -alguien toca mi hombro por atrás, me giro encontrando a un chico de primer año
--¿Hola? -trato de ser amable pero no me está saliendo muy bien
--Dice el profesor de álgebra que vayas al salón de proyecciones porque tiene un trabajo que necesita le deseo a tus compañeros -asiento fastidiada.
Llevo 5 minutos en el dichoso salón y el profesor ni sus luces.
--Hola -mi corazón late rápido cuando escucho su voz.
--Me voy -me levantó lo más rápido que puedo para salir de ahí pero Dylan me tapa el paso y cierra la puerta con seguro.
--Tenemos que hablar... -no quiero.
--Esto esperando al profesor de álgebra -me excuso burlona
--Eso fue invento, yo le pagué al chico porque dijera eso, necesito que me escuches...
--No Dylan. Ayer estaba dispuesta a escucharte y tú solo fuiste un cobarde que se escondió en su baño ¿Sabes lo patético que es eso? -Dylan asiente apenado
--Estaba celoso -¿Qué?
--¿Celoso de que? -cuestiono incrédula
--De Sergio... -ay por Dios
--No tenías porque. Estábamos a punto de acostarnos...
--Exacto. No íbamos a hacer el amor, simplemente íbamos a tener sexo.
--No me vengas con cursilerías. Te acaba de decir que sigo enamorada de ti... No era simplemente sexo.
--Si lo era, porque tú estabas pensando en Sergio. Me sentí usado Nikky
--Eso no te daba derecho a comportarte como un idiota conmigo...
--¿Que me comporté como un idiota? ¡Abre los ojos mi amor! --su pecho sube y baja violentamente.
--¿A qué te refieres?
--Ve que Sergio te va a lastimar, no quiere nada serio y apuesto a que si se lo preguntas va a tener el descaro de aceptarlo. Date cuente que yo sí te amo, recuerda que mientras eras mía todo era perfecto.
--No Dylan, tú también me lastimaste y no solo eso; me humillaste.
--Fue un error, lo siento.
¿Que tiene la gente con "lo siento"? Eso no borra el problema.
--Basta Dylan, déjame salir -él niega con la cabeza.
--Quiero arreglar las cosas
--Pues yo no. Ayer me dijiste que debía sentir y tú no eres nadie para eso. Es mi maldita vida y yo decido que hago con ella --las lágrimas brotan y no me preocupo por esconderlas
--Ya te dije, estaba celoso
--Y yo ya te dije que no tenías porque. Dylan lo íbamos a hacer ¿En serio crees que pensaba en otro? -en sus ojos hay un ligero brillo y cuando abre la boca para responder la puerta se abre estrepitosamente.
--Largo Dylan -Sergio pronuncia lentamente las palabras
--No me jodas, tengo que hablar con ella
--¡Dije largo imbécil! -grita sorprendiendonos
--Te busco después Nikky -asiento desconcertada, Dylan sale. Planeo salir detrás de él pero Sergio cierra la puerta impidiendo mi salida.
--Tengo clase ¿Te importaría dejarme salir?
--No -responde seco y tajante
--¿Por qué no? Tú y yo ya no tenemos nada que ver
--¿Y por eso te acuestas con el primero que se te acerca? -noto la clara molestia en su fría voz.
--Eso no te interesa. Lo que yo haga con otros chicos es mi puto problema.
--No te confundas preciosa. Una cosa es que ya no estemos enrollados y otra que te acuestes con quien quieras. Aún eres mía. Mi preciosa. -abro mi boca sorprendida, es un idiota posesivo.
--Yo no soy tuya idiota. Y la verdad así estoy muy bien. -Sergio ya no dice nada, solo deja libre la puerta para que yo salga.
Pero no lo hago.
--¿Cuento escuchaste de lo que hablamos Dylan y yo?
--Lo suficiente para querer romperle la cara. -y sale del salón.
Al final perdí una clase.
No arregle nada con Dylan.
Sergio me confundió más de lo que ya lo estaba.Llegue a casa a dormir y esa es la mejores decisiones que he tomado. Dormir tal vez no soluciona nada pero por lo menos hace que olvides un poco aquello que te inquieta.
--Hermanita alguien te busca -aparta Jaden en el marco de mi puerta, asiento.
--Ya voy -respondo seca
--¿Algún día podremos hablar bien?
--No sé, hace mucho te lo Rogue y me mandaste a la mierda, pues ahora me toca a mí.
Bajo las escaleras y ahí está.
--Hola -saluda como si nada hubiera pasado, la cólera me invade.
¡Hipócrita!
ESTÁS LEYENDO
¡Golpe bajo, preciosa! (En Edición)
Teen FictionSeguro, arrogante, pervertido, meticuloso, calculador, celoso, cruelmente honesto y posesivo pero con el corazón más puro que puede haber. Sergio Roggers es el típico idiota rompecorazones, hasta que recibe su merecido de quien menos espera: la zor...