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La vida puede llegar a ser una verdadera mierda, pero de ti va a depender que tanto permitas que te afecte. Mi niñez no había sido la mejor; aún recuerdo a ese bastardo que me tiró al suelo y comenzó a patearme mientras me gritaba "las gordas como tú no caben en el mundo" y sus malditos comentarios hirientes.

Si, cuando era solo una niña sufría de sobrepeso, en ese entonces no me importaba mi apariencia, hasta que las personas decían comentarios malos al respecto. Fue entonces cuando decidí que tenía que parar ese asunto, me sometieron a horribles dietas y el arduo ejercicio.

Hoy tengo un cuerpo que a vista de algunos es perfecto, pero créeme que no lo es. Tengo aquellas marcas que siempre me van a recordar lo gorda que fui.  Ningún chico jamás las ha visto, y no sé qué haré él día que alguien se atreva a levantar mi blusa y vea esas rayitas en mi abdomen.

Mi madre fue la primera persona que me apoyo cuando quise bajar de peso, mi padre pagó todo el tratamiento y mi hermano incluso se sometía en ocasiones a mi dieta. A veces me pregunto ¿Dónde quedó mi familia perfecta?

Ahora solo tengo una madre que me mira con desprecio, un padre metido de más en su trabajo, lo único que sigue igual es Jaden.

Después de la bofetada de mi madre, subí a mi habitación sin decirle nada, una parte de mí se siente libre después de lo que le dije, la otra se siente culpable. Después de todo ella es la mujer que me dió la vida.

--¿Nicole? -escucho la temerosa voz de Jaden al otro lado de mi puerta, mié tras la golpea tímidamente.

--Ahora no Jaden -me encojo un poco más en mi cama.

--Ahora si Jaden -sin hacerme caso alguno, entra a mi habitación con su radiante sonrisa, la cual al verme se esfuma.

--Ey, sabes cómo es ella. No debería afectarte tanto -se encoge de hombros como si esto fuera insignificante y yo lo estuviera exagerando.

--Para ti es fácil decirlo, tu vida no se hizo pedazos de la noche a la mañana.

--Tal vez si, pero supe recojer los pedazos y armarla... -sus tiernos ojos me miran esperando que diga algo, suspiro rendida

--Ya no quiero recojer los pedazos, ya me cansé de que siempre que me pasa algo malo, tenga que buscar una estúpida razón para salir adelante.

--Hay personas que te amamos, eso es razón para levantarse

--Jaden aceptemoslo, Kensy se fue, Dylan me odia, la escuela me tacha de zorra, mis padres apenas me miran, y por si fuera poco siento algo desagradable ajeno a todo esto y ni siquiera sé porque. -mi respiración se había vuelto irregular, Jaden solo asiente y me abraza.

--Vamos a salir juntos de esto mi niña...

Me levanté justo a la hora para irme a la escuela, a penas era mitad de semana y ya quería faltar. Necesitaba descansar. 

--¿Podemos hablar? --su perfume invade mi nariz, siento una repentina tranquilidad cuando escucho su voz. Me giro para enfrentarlo.

--¿Qué quieres? -pregunto sonando seca, la típica sonrisa de Sergio no está.

--Estar bien contigo... -mis cejas se elevan y su risa se hace presente.

--Me porte como un idiota, supongo que me desquite contigo

--¿Desquitarte de que? -sus ojos están en mi rostro, no me gustan los nervios que siento cuando no deja de mirarme con esos ojos hermosos.

--Tuve un mal día, una chica demasiado entrometida me puso de malas -un malestar me recorre, ¿Que quería la entrometida esa?

--Ah, pues ve a a arreglar tus asuntos con ella -cierro mi casillero con más fuerza de lo planeado.

--¿Celosa muñeca? -una sonrisa de lado adorna su cara, lo miro mal.

--Jamás estaría celosa de ti, cariño -respondo con sarcasmo.

--¿Cariño? Muy meloso, pero me gusta.

--¿Te gusta? -pregunto burlona, Sergio asiente.

--Me gusta porque sale de tus dulces labios...

--ah... --su sonrisa se hace más grande cuando nota mi reacción a sus palabras.

--¿A caso hice que te sonrojaras? -pregunta acercándose a mí, retrocedo recuperando mi orgullo.

--No, solo me sorprendió que dijeras algo... así -sus cejas se elevan y me da una sonrisa insegura.

--¿Algo así? -se cruza de brazos esperando mi respuesta, le sonrió y doy media vuelta dispuesta a seguir mi camino.

--oh no, no te vas a escapar tan rápido de mí -a una gran velocidad lo tengo delante de mí, atento a mi próximo movimiento.

Es aquí cuando pongo atención a sus ojos, que me miran atentos, alertas...
A decir verdad son lindos, parecen infinitos, me podría perder en ellos sin problema...

¿Qué dije?
¡No! Definitivamente no me quiero quedar hipnotizada por sus ojos.

--Debo irme, en serio. -La seriedad en mi voz nos sorprende a ambos y me deja ir sin problema.

Llego al salón deseando que mi día terminé pronto, yo sé que acaba de comenzar pero necesito llegar a mi cama y analizar ciertas cosas.

Las clases pasan aburridas, sin cosas que merezcan ser contadas. Todo iba como de costumbre hasta que la profesora de álgebra pidió un trabajo en parejas y si, soy la chica con la peor suerte en todo el maldito mundo.   Mi compañero de trabajo es Dylan.

--¿Quieres que cada quien haga su parte del trabajo y lo juntamos aquí? --la tierna cara de Dylan y sus verdes ojos tristes, hacen que me sienta la peor persona.

--No es necesario que nos evitemos, podemos vernos en mi casa y hacerlo ahí -le sonrió dudosa, el rostro de Dylan se ilumina y asiente de inmediato.

--Entonces te veo allá, como a las 6 ¿Está bien?

--Perfecto, yo consigo los materiales -nos quedamos en un incómodo silencio, Dylan se rasca la nuca nervioso, yo simplemente me despido de él con un gesto de mano y comienzo a alejarme.

Llego a casa y a pesar de que mis padres están aquí, el silencio es lo primero que noto.

--Llegaste hermanita --Jaden aparece bajando las escaleras, con un balón en las manos.

--Yo llegó y tú te vas... -tenía la esperanza de hablar un poco con él.

--No me voy porque quiera, mis padres necesitan hablar contigo, y no quieren que yo esté presente. -se encoge de hombros indiferente.

--¿Por qué no puedes escuchar? --Jaden niega con la cabeza y pasa a mi lado no sin antes dejar un beso en mi frente.

--Te quiero, no lo olvides -y sale por la puerta.

Subo a mi habitación, no quiero hablar con ellos porque sé que terminaré diciéndoles lo que duele.

--Nicole, debemos hablar... --la voz de mi padre me detiene.

Hola amigos :D gracias por la oportunidad que le han dado a mi historia. Las actualizaciones serán más seguido en estos días porque los tengo libres 🙌

Twitter: @ferr_lr
Me pueden twittear cualquier cosa (menos insultos) xD
Nos vemos...

¡Golpe bajo, preciosa! (En Edición) Where stories live. Discover now