Entre demonios... [Amaimon X Rin] #PGP2018 #PR2018

Capítulo veintitrés: Atentado

Sí, ya sé ._. Últimamente tardo mucho en actualizar ¡Pero tengo una buena excusa! Ejem, es decir, explicación ^^U Estoy estructurando los capítulos posteriores del fic :3 La cosa se va a poner buena :)

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— ¿¡Examen sorpresa!?— chillaron a la par los alumnos del curso de exorcismo.

— "Papá..."— Yukio fijó la vista sobre el experimentado exorcista— Fujimoto-san, ¿No cree que es un poco premeditado?

— ¿Qué pasa, Yukio? No tienes que tratarme con tanto formalismo— comentó sonriente ante los intentos de "profesionalismo" del joven— No tiene nada de malo un examen sorpresa.

— Pero...— intentó quejarse uno.

Un examen oral sorpresa en el primer día... ¡Perfecto! Hasta cierto grado, entendían el punto de vista del Paladín, por otro lado...ninguno se sentía preparado para la dichosa prueba a los que estaban por someterlos.

Cuando se enfrentaran a un demonio en un combate real, tendrían que reaccionar rápido y no tendrían tiempo para dudar. Ya que, en un enfrentamiento, dudar era el peor error que pudieses cometer. Más si era en contra de un demonio.

— Veamos... Permitiré que el examen sea grupal, son 9 cabezas, aprendan a colaborar en equipo. Pongan atención — llamó el peli-gris.

— "Qué amable"— ironizó Mephisto, viendo todo junto a Yukio.

Siendo sincero, veía interesante la dinámica de Shiro, peligrosamente interesante. A parte de quedarse gracias a que la siguiente clase era de la materia que le tocaría impartir temporalmente, lo que más le preocupaba, era Rin.

¿Qué le dejaran en ridículo por Shiro? Daba igual. ¿Qué el chico delatara que estaba en contacto con los demonios desde hacía años, ya era un exorcista oficial y para rematar que estaba en medio de una misión? Quería conservar la cabeza unida a su cuerpo. 

— ¡S-Sí!— respondieron algunos presurosamente.

— Si un Dökkálfar les ataca...— claramente, Fujimoto intentaría no ser muy severo con ellos.

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— ¡Malditos exorcistas de mierda!— la voz rasposa y grosera de la urna se irritaba más a cada segundo.

— Toudou-san... ¿Está seguro?— cuestionó Mamushi de forma insegura.

— Sí, no tienen nada de que preocuparse— asintió mirando a sus acompañantes— Ninguno de los dos.

Los presentes, cruzaron miradas por unos leves segundos, sobraba decir que dos de ellos jamás congeniarían ni aunque de eso dependiese destruir Gehena de una vez por todas. Mamushi Houjo colaboraba con Sabutora únicamente en afán de hacer lo correcto, harían algo ilegal, pero beneficioso para la humanidad. 

Conseguirían los ojos del rey impuro, los destruirían e inculparían al bastardo medio demonio que era protegido por la Orden de los Caballeros de la Verdadera Cruz de la Sede Japonesa. Los exorcistas no dudarían en cazar a Rin y, en medio de la persecución, ellos le atraparían y se desharían de él. ¡Matarían dos pájaros de un sólo tiro!

— A pesar de que colaboro contigo, no confío en ti... Toudou — aseveró Igor con indiferencia.

El caso de Negaus era distinto y similar a la vez. Él simplemente querría vengarse de Satán por haber aniquilado a su preciada familia, tiempo atrás, con sus propias manos. Si bien, sabía que el rey demonio no sufriría por la pérdida de un hijo, podría desquitar toda su frustración con el protegido de Mephisto Pheles.